Capítulo 2: "Un nuevo comienzo"

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Después de lo ocurrido esa noche. No sé qué sucedió. Ni siquiera recuerdo cómo llegué aquí.

Lo único que sé, es que veo una luz demasiado brillante.

A la cual me acerco sin que yo me mueva, es como si me obligara a salir.

Pero no me puedo resistir, cuanto más me acerco a la salida más logro entenderlo, estoy naciendo. ¡Estoy naciendo! Espera... ¡Estoy naciendo!

¿Cómo puede ser esto posible? ¿Reencarne? ¿Estoy en otra dimensión? Como en los animes o manhwas.

Tengo más preguntas que respuestas, pero lo unico que si no quiero tener respuestas ni memorias... es sobre mi salida.

Después de salir y mirar un poco el exterior me desmaye; fue como si tanto conocimiento. Y el shock de volver a nacer se juntaran para obligarme a dormir durante un largo tiempo.

◇◆◇◆◇

Cuando por fin desperté, ya tenía quince años. Aparentemente estaba en un salón.

No sé que es exactamente, pero luce como si estuviese en el siglo XVIII.

Huelo pieles de animales, el delicioso aroma de la madera, junto con otras telas y perfumes revueltos.

Algo me atrae con su aroma; parece dulce, con pizcas de frutas y recién sacado del horno.

Salgo de la habitación, me acerco lentamente al lugar de origen del exquisito aroma, mientras cierro los ojos para imaginarme el sabor y darle una mordida.

Al llegar, miro un pastel de color blanco más grande que yo; encima de una pequeña mesa.

—Es enorme. —abro la boca como tonto.

—¿Qué hace aquí señorito? ¿No se supone que estaba esperando en la sala? —acaricia mi cabeza una cocinera.

—¡Ah!, sí, perdón por entrar sin permiso, no se volverá a repetir. Una disculpa. —agacho la cabeza.

—¡NO! No es necesario, nosotras tenemos que disculparnos con usted por haberlo dejado solo. —se disculpaba la cocinera.

—No se preocupe usted, yo estoy bien solo. De hecho, voy a dar una vuelta. Me hablan cuando este el pastel. —salgo corriendo.

Dando la vuelta, había un pasillo enorme, que parecía no tener fin.

—Parece diferente. ¿Que le pasó? —murmuran las criadas.

Creo que aquí hay una habitación, parece importante; porque tiene una enorme insignia. Parece que es la habitación del rey, mejor no acercarse por ahora.

Están hablando. Aunque sólo escucho murmullos, creo que puedo entender algo.

—La celebración del joven se está llevando acabo su señoría. Pronto llegarán los invitados, y el joven «Samuel Torres ». —apenas se alcanza a escuchar.

—Muy bien. Entonces llamalo
—es lo último que escucho.

Muy bien, creo que mejor me voy. No vaya a ser que me busquen a mí.

Cuando me voltee, me asuste al mirar enfrente a una niña, de talvez unos quince o diecisiete años.

—¿Qué estás haciendo?. —saluda amablemente.

¿Por cuánto me fui?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora