Ya no entiendo lo que está pasando, cada vez estoy cayendo más hacia un vacío lleno de odio y temor. Pero no estoy seguro si estoy listo para dar el paso hacia un pozo sin fondo.
Ahora estoy dentro de un frasco, siendo transportado por una chica. Su rostro me parece conocido.
—¿¡ALICIA!? —grito desesperado.
No hay respuesta, grito y grito, pero no hay respuestas.
—¿A donde vas? —volteo a todos lados, pero no veo nada.
Alicia se dirige a visitar a su pequeña hermana.
Ella en la cama con una sonrisa, la resive al verla pasar por la puerta.
Alicia deja el frasco encima de un mueble cercano, la toma de las manos antes de abrazarla, como si le dijera: “llegué”.
—¡ALICIA! ¿¡ME ESCUCHAS!? —intento romper el vidrio.
Alicia deja caer una lagrima gigante, que rápidamente inunda el lugar, dejando sus dos cuerpos flotando en el agua.
Dejándome como espectador de sus muertes.
—¡NOOOOOO! —Despierto gritando, lleno de sudor.
Miro al alrededor, pensando si esto es la realidad.
—¿Donde estoy...? —rasco mi antebrazo hasta dejarlo sangrar.
Lo único que falta por suceder es mi suicidio...
Froto rapido mi cabeza llorando toda la noche, mi perdida de sangre es increíble, creo que ya perdi más de un litro.
Ninguno de los empleados intento detenerme, me tenían miedo...
◇◆◇◆◇
—Doctor. ¿Se pondrá bien? —pregunta una mujer de fondo.
—Le dije a mi padre que iba a ser un excelente rey. —dejo escapar una lagrima.
El viento que antes soplaba por la ventana, se fue. Buscando una nueva alma para atormentar.
—Él esta bien, todo depende de que tan fuerte sea su fuerza de voluntad por vivir. —responde la otra voz.
Déjenme en paz, quiero morir. ¡Quiero ver a papá! Por favor, ya no puedo más.
◇◆◇◆◇Las noches lluviosas siempre vienen con lodo en las manos.
L
as voces que usualmente se escuchan de pronto cesaron en cuestión de segundos, los pasos que se escuchaban de fuera se apagaron, el fuego que daba calor se sofoco.
Hoy... está desierto lo que. Antes, era muy feliz, no hay lugar donde esconderse.
Despierta... esto es un sueño.
◇◆◇◆◇
—Disculpe, señor. —la sirvienta toca la puerta.
—Adelante. —sobo mi cabeza por el dolor.
—¿Le ocurre algo? —acerca una toalla tibia.
—Estoy bien, solo me duela la cabeza, no es nada. —intento levantarme.
—Tome, no necesita levantarse. —entrega la toalla.
—Disculpa, de casualidad. ¿He estado actuando raro últimamente? —pregunto sobandome.
—¿A qué se refiere? —devuelve la pregunta.
—Ya sabes, gritar seguido, o tal vez comportamiento extraño. Esas cosas. —respondo devuelvo la toalla.
—No, claro que no, está acuando normal. Como todos los días. —calmada toma la toalla. —Ojalá no le haga mal dormir todo el día.
El shock de enterarme fue tan duro que no pude resistir más y caí al suelo, a punto de vomitar. Era imposible, todo lo que hice fue para nada.
—¿Qué acabas de decir? —mis labios tiemblan.
—¡Sí! Intentamos levantarlo, pero no reaccionaba. —responde calmada.
Escuchar eso fue como un golpe al estómago. Todo fue una mentira. ¿Desde cuándo? Todo por lo que luche, maté y sufrí, fue destruido nuevamente.
—¿Mis hermanos? —pregunto euforicamente. —¿Están bien? ¿cómo se encuentran? —pregunto tomándola de los hombros.
—Sus hermanos se encuentran bien. —responde con una sonrisa.
¿Esto es acaso un método de entretenimiento para algún dios? Ya veo, sigue la regla de el universo es mental...
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¿Por cuánto me fui?
خيال علميDaniel, un joven que después de haber terminado sus estudios. Decidió hacer una reunión con sus amigos, y disfrutar. Después de dar por terminada la reunión, se le confesó a su amor de la infancia. Ella, que aún no sabe lo que siente por él, lo rech...