Capítulo 4: "¿Existe algo más allá?"

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Ahora mismo me encuentro en mi habitación, tirado en la cama. Me siento extraño, como si me lamentara por algo, aunque no sé por cuál de todas las penas que tengo.

¡Es abrumador pensar de cuantas cosas me he arrepentido! Pobre de mi pasado y lamentable mi presente.

Hace poco vi y hable a una chica muy bonita, aunque fuera de escasos recursos, no comprendo del todo si fue algo de pena por la chica lo que me orilló a ayudarla, o fue un impulso aún más fuerte.

Fui presente de una flor extremadamente hermosa frente a mis ojos, toqué un árbol enorme, conocí a mucha gente. A pesar de que me vuelvo muy tímido en presencia de muchas personas, estoy recapitulando cada segundo y cada fragmento de aquel viaje, fue algo maravilloso.

También fui a ver a mi  “viejo amigo”, él era algo... especial.

Me contó que era realmente insoportable algunas veces, otras que era muy hablador y lo tenía tan harto, que sentía que en cualquier momento le explotarian los oídos.

Sin duda, reí y recordé algunas cosas con él, de verdad lo sentía como si fuera un amigo que hubiese tenido desde el “otro lado”.

Tendido en mi cama no me quiero levantar, estoy pasando por un episodio depresivo, o, amenos eso creo, ya no sé que pensar, estoy estresado, me siento como si me hundieran muy dentro del inmenso mar. No encuentro escapatoria, no hay un lugar del cuál sostenerme.

Si hubiera música, talvez, sería más fácil mantenerme cuerdo, necesito un ancla muy fuerte, y que tenga la seguridad que no me va a soltar.

Estoy llorando, intento entender el, ¿porqué? De mi pena, en el momento en donde más me dejo caer sobre el abismo que existe entre la cordura y la desesperación...

—¿Puedo entrar?. —Preguntó tocando la puerta.

—Adelante, siempre eres bienvenido. —dije con la voz más capaz que pude expresar, sin que se escuchara quebrada.

Él se acercó lenta y delicadamente hacia mi cama, en la cuál me encontraba llorando.

—¿Algo te abruma? —susurró mi padre.

No pude contestar. Tan solo lo pude abrazar muy fuerte de la cintura, hace mucho que no sentía esa sensación, tener a mi padre cerca.

Aunque sea otro padre, otro ser humano quien me tuvo dentro de sus genitales por, no sé cuánto tiempo, es muy reconfortante saber que tengo a alguien a quien puedo abrazar sin necesidad que me pregunte: “¿Por qué?”.

—Tranquilo, puedes llorar todo lo que necesites, aquí estaré contigo, te prometo que no me iré hasta que estés bien. —susurró mi padre con una voz que decia “te comprendo”.

Lloré desconsoladamente, tanto que hasta podría llenar una alberca para niños, lloré hasta que caí dormido. Mi padre nunca se separó de mi en ningún momento, me sentía seguro a su lado, protegido.

No puedo creer que pronto no tendría esa seguridad de nuevo, ya que pronto morirá, incluso si vive hasta mi mayoría de edad o hasta mis 25 no podría soportar otra perdida de alguien importante...

◇◆◇◆◇

Son las 17:00 horas aproximadamente, lo sé por la posición del sol en mi ventana, desde la mañana estoy tirado en la cama, encerrado. ¿Fue un sueño lo de mi padre? En cualquier caso, estoy mejor ahora, me siento totalmente libre. Al menos por ahora.

Me doy la vuelta para mirar la puerta, es una larga distancia la que veo, no es tan complicado ir hasta el final para abrir la puerta, pero lo veo y no estoy seguro si puedo conseguirlo ahora.

Quito las sábanas que tenía encima mio y me pongo la ropa normal, y salgo de la habitación, al caminar hacia adelante, no hago más que toparme con paredes, parece que estoy en una ilusión, donde el principal camino es un círculo, cuanto más camino, más caigo hacia el infierno.

Giro mi rostro hacia la izquierda y no veo nada, lo giro hacia la derecha y veo cadáveres, escucho gritos de niños y mujeres pidiendo ayuda.

Sus gritos son tan desgarradores, que con tan solo escuchar una parte de todos los gritos, caen lagrimas desbordando todo el odio, la impotencia y miedo de las personas a las que escucho y veo. También lucho por no vomitar.

Giro mi cabeza de nuevo y sólo veo el sol, flores de colores, amarillas color pastel, rojas, y rosas, hermosas y con sonidos de pajaros cantando de fondo, un contraste absurdo con la del lado derecho.

Camino más hacia el fondo y esta totalmente en negro, cada paso, cada respiración va en automático. Ahora sólo soy un espectador en el recorrido.

Cuanto más avanzamos, más se empieza a aclarar. Llega un momento en el que las dos partes se combinan.

Se ve el lado izquierdo mientras ocurre el lado derecho, se escuchan los gritos, cae sangre de las flores, todo se convierte en un cuadro, donde se expone en un museo, hay personas con máscaras en la cara, y opinan sobre ella.

Termina, ahora estoy en un vagón, y me dirigo hacia abajo, mientras cada vez se escuchan menos los murmullos de las personas.

Pasado un tiempo corto, veo a lo lejos a alguien, no lo reconozco, pero me acerco cada vez más rápido.

A una velocidad que rompería las leyes de la naturaleza “humana”. Lo tengo frente a mi, lo miro, es completamente oscuro, lo toco y se vuelve a aclarar, lo dejo de tocar y se oscurece, lo tomo de la mano y me lo llevo. El vagon retrocede y me llevo la mitad de “él”, lo abrazo y se vuelve completamente blanco.

◇◆◇◆◇

Despierto, estoy sudado, desorientado y tengo sed, lo único que recuerdo es ése extraño sueño, el cuál se sintió, muy real...

¿Por cuánto me fui?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora