Royals Ꮚ - MiTake - Ꮚ

Capítulo 12

Después de un rato Takemichi y yo nos sentamos en una banca viendo el enorme cielo que nos rodea mientras nos tomamos la mano y recargo mi cabeza en su hombro. Siento tanto calor en el corazón y unas ganas inmensas de seguir sonriendo como idiota.

— Te amo demasiado Takemicchi.

Aprieta el agarre de mi mano.
— Yo también te amo.

Llevamos 47 te amo en lo que llevamos sentados aquí. Y aún así parecen insuficientes.

— Te amo muchísimo Takemicchi. No tienes idea de cuánto es eso —le digo acurrucándome todavía más.

— Yo también te amo muchísimo...

«Es tan cálido...»

— Manjiro —termina de decir.

Abro los ojos inmediatamente y alzo la mirada para verlo. Sus mejillas tienen un leve rubor rosado.

— ¿Cómo me llamaste?.

Sigue con la vista hacia enfrente.
— M-Manjiro.

Arrugo las cejas.
— ¿A qué viene llamarme así de repente?.

— ¿Qué tiene?, ¿Ese es tu nombre no? —responde.

Le sonrío.
— Lo siento es que, solo mi hermano me habla por ese nombre —alzo la vista al cielo— A veces siento que Mikey es mi verdadero nombre y me olvido por completo de Manjiro Sano. Entro tanto en el papel de Idol que a veces me cuesta entender quién soy y quién debería ser, hasta que estoy contigo es cuando no siento ese peso en los hombros.

— ¿Te gusta tu trabajo?.

— Amo cantar, pero... Cuando entras a la industria de la música no tardas en darte cuenta de que no es como en la televisión, que los Idols no están felices todo el tiempo como demuestran frente a las cámaras, durante las entrevistas o conciertos. Tener que mostrar una felicidad incierta a cientos de personas es demasiado abrumador. Ellos no aceptan nada que no sea lo suficientemente perfecto.

— ¿Por qué sigues siendo un Idol?.

Aprieto mi puño.
—  Porque es mi deber hacerlo. Le causé demasiados problemas a mi agencia, Draken asumió toda la responsabilidad con la finalidad de que yo siguiera con el sueño que supone todavía tenía... Después de que hiciera eso, yo... Simplemente no podía decirle que no quería seguir con todo esto.

Cierro los ojos.
— Ahora que todos aman a Mikey, siento que nadie querrá saber de Manjiro Sano.

— A mi me gusta más Manjiro —confiesa.

Rio levemente.
— No tienes por qué mentirme. A comparación de Mikey, Manjiro Sano no es nada.

Repentinamente me toma del rostro y une nuestros labios en un beso.
— Para mí Manjiro lo es todo.

Me abraza.
— No quiero que vuelvas a sentirte de esa manera. No importa quién decidas ser, Mikey o Manjiro Sano. Amaré y cuidaré de ellos sin importar qué.

Siento que el corazón se me desborda del pecho, acabo rompiendo en llanto y lo abrazo con fuerza.

«¿Cómo es posible que me haga tan feliz y llorar al mismo tiempo?»

— ¡Vivamos juntos Takemicchi! —sigo llorando— Quiero renunciar y vivir a tu lado, quiero tomar tu mano, abrazarte y amarte frente a todo el mundo. Ya no quiero seguir escondiéndome. Estoy cansado de vivir siempre a medias. ¡Quiero casarme contigo y vivir a tu lado para siempre!.

— Hagámoslo —dice con firmeza.

Alzo la cara para verlo.
— Cuando dejes tu trabajo como Idol, huyamos juntos de todo. No importa a dónde mientras lo hagamos juntos.