Mi Alma Gemela || Harry Potter (En Pausa)

❥ Capítulo 32 ❥

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Después de dejar Kings Cross, Maddyson llegó a su casa y después de comer algo quedó profundamente dormida. Las vacaciones habían llegado pero ese no era motivo para dejar de estudiar así que ella leía libros y una que otra vez salía a dar una vuelta al parque que estaba cerca de su casa.

Un fin de semana su madre no trabajó así que ambas pasarían un día de chicas, Maddy feliz por eso se levantó temprano y se baño para después bajar a desayunar con su madre.

—¿Estas lista para nuestro día? — preguntó su madre.

—Claro, pero aún no se que haremos — dijo la pelinegra.

—Iremos a comprarte ropa, últimamente has crecido un poco y la ropa que tienes ya no te quedan — y era verdad pues Maddyson había cambiado, su cabello había crecido, ella estaba un poco más alta y su ropa le quedaba cada vez más pequeña.

—Esta bien mamá, con tal de pasar un día contigo — dijo ella a lo que su madre la abrazo.

Al finalizar el desayuno y que Maddy se lavara los dientes ambas subieron al auto y tomaron camino a un centro comercial muggle, pues su madre estaba tan acostumbrada a vivir ahí que le parecía agradable estar cerca de ellos y conocerlos aún más.

Ahí ambas fueron de tienda en tienda por ropa para ella, había de tantos colores y diseños que Maddyson se sentía emocionada.

Tardaron algunas horas, hasta que al final salieron de la tienda con varias bolsas, no sólo de ropa de Maddy sino también de su madre, pasaron cerca de un salón de belleza, al verla su madre tuvo una idea.

—Ven, vamos allá — dijo ella.

Maddyson a donde señalaba su madre y sonrió.

—De cuerdo — respondió ella emocionada y así ambas se dirigieron ahí, entraron y vieron a varias mujeres.

La madre de Maddyson encontró un asiento vacío donde dejó las bolsas y después llevó a su hija a una silla frente un espejo y la sentó ahí.

—¿En que puedo ayudarlas? — pregunto una mujer que estaba a su lado.

—Quiero que le haga un cambio a mi hija— pidió la madre.

—¿Exactamente que quiere cambiar? — preguntó la otra mujer.

—Todo — respondió la Diana —. Corte de cabello, que le hagan la ceja y que le pinten las uñas por favor.

Maddy algo nerviosa asintió a lo dicho de su madre, la mujer comenzó su trabajo, comenzó a cortar el cabello de Maddyson hasta que llegó a su hombro, después depilo su ceja lo cual para ella fue doloroso, le pintaron las uñas de un color Lila.

Al final la pelinegra se miró un espejo y no podía creer lo que miraban sus ojos, era otra persona totalmente distinta, se sentía bonita, la madre feliz pagó todo, para finalizar pasaron a comprar algunos collares, pulseras y un anillo qué le gustó a la pelinegra, amabas tomaron las bolsas para salir del centro comercial.

Llegaron a su casa y Maddyson subió a dejar toda su ropa nueva a su cuarto para después bajar a comer pues su estómago rugía de hambre.