— Hoy es tu cita, ¿verdad?—Eunae me preguntó mientras salíamos de nuestra clase, suspiré asintiendo con la cabeza.
— No puedo creer que acepté tener una cita a ciegas...—resoplé haciendo una mueca. Mi madre estaba preocupada porque en mis veintiún años no había tenido ni una sola relación amorosa, así que un día me insistió mucho en que saliera con el hijo de su amiga de la infancia. Y para hacerla feliz y que dejara de molestarme terminé aceptando.
— ¿A dónde irán?—entramos a la cafetería de la universidad.
— A un restaurante muy elegante y costoso, según mi madre el chico fue el que escogió el lugar... Sólo espero que sea tan caballeroso de pagarme la comida porque no tengo ni un centavo en éste momento.—mi mejor amiga rió.
— ¿Sabes cómo es? ¿Lo has visto en fotos o algo?
— No, sólo sé que se llama Park Jongseong y que es de mi edad.—tomamos las bandejas para ir por nuestra comida.
— Bueno, al menos no es un hombre treintón.—ambas comenzamos a reír. Compramos nuestra comida y buscamos una mesa libre para sentarnos a comer.— ¿Quieres que te ayude a arreglarte?
— Sí, por favor.—Eunae me sonrió.
— Muy bien... Cuando se acabe tu última clase me llamas para irnos a tu casa.—asentí comenzando a comer y cambiamos de tema, hablando de un proyecto que teníamos que hacer para la próxima semana.
(...)
— Ya llegué, estoy afuera del restaurante... Eun, estoy muy nerviosa.—hablé con mi amiga por el teléfono y mordí mi labio mirando a una pareja que entraba al restaurante.
— Tranquila, es sólo una cita, si se gustan pues qué bien y si no pues quedará como una divertida o amarga anécdota que recordaremos en un par de meses. No te preocupes mucho, Jangmi.—sonreí al escucharla, Eunae siempre lograba tranquilizarme.— Suerte y disfruta de la comida.
— Gracias... Te llamo cuando regrese a mi casa, adiós.—colgué la llamada y guardé el celular en mi bolso, solté un gran suspiro antes de entrar al restaurante y me acerqué a la hostess del lugar.— Disculpe, buenas noches... Tengo una cena con el joven Park Jonseong...—sus cejas se alzaron con sorpresa al escuchar ese nombre y me miró de arriba a abajo, luego me dio una sonrisa falsa.
— ¿Usted es la señorita Lee Jangmi?—asentí con nerviosismo.— Acompáñeme, el joven Park ya la está esperando en la mesa.—tragué saliva siguiéndola por detrás mientras me guiaba a la mesa donde se encontraba mi cita.— Aquí es.—llegamos a una mesa apartada de las demás mesas que además estaba en una esquina, el ambiente se sentía muy... Íntimo.
El chico estaba de espaldas por lo que todavía no podía ver su rostro pero cuando la host le avisó que había llegado y se puso de pie, girándose hacia mi dirección, sentí que me daba taquicardia. Era el hombre más guapo que había visto en toda mi vida... Tenía una aura de príncipe de cuentos de hadas que hizo que se me revolotearan mariposas en el estómago.
— Jangmi, mucho gusto, soy Park Jongseong pero puedes llamarme Jay.—Jongseong se acercó a mí y extendió su mano, la miré por unos segundos antes de reaccionar, limpié rápidamente el sudor de mi mano y tomé la suya, sacándole una pequeña risa.
— Mucho gusto... Jay.—me sonrió soltando mi mano y se acercó a la mesa sacando una silla para que me sentara. Guapo y caballeroso también, premio doble. Me senté tímidamente y Jay me ayudó a acercarme a la mesa, luego él volvió a tomar asiento.
Un mesero se acercó a nosotros entregándonos la carta del menú a cada quien, la abrí con curiosidad para ver los precios y casi se me salen los ojos de la impresión, el platillo más barato era mucho más costoso que la comida que yo solía consumir. Comenzaba a arrepentirme de haber aceptado vernos en ese lugar.
— Jangmi.—Jay me llamó y levanté la mirada hacia él.— ¿Te gusta el vino?
— Oh, sí, sí, claro.—respondí forzando una sonrisa, en realidad nunca había probado el vino pero no quería verme mal frente a él. El mesero sirvió un poco de vino en mi copa y le agradecí, luego se retiró para dejarnos escoger la comida tranquilamente.
— Ahora que estamos completamente solos puedo decirte que te ves hermosa, Jangmi.—dijo dándome una sonrisa encantadora y sentí mis mejillas arder.— Jangmi... Tu nombre es muy lindo, te queda perfecto.
— Gracias...—bajé la mirada al menú, fingiendo que estaba viendo los platillos para no tener que mirar a Jay a los ojos.
— ¿Qué te gustaría ordenar?
— No sé... ¿Qué me recomiendas?—lo miré de reojo, hasta la manera en la que bebía el vino decía que era una persona finísima.
— Bueno, hay muchos que me gustan...—comenzó a hablar de los platillos que más le fascinaban, explicándome cada sabor y textura. Se veía muy emocionado hablando de eso.
Pedimos el mismo platillo, mientras esperábamos nos pusimos a hablar de diferentes temas para conocernos un poco. Hablamos principalmente sobre nuestras carreras universitarias, Jay estaba estudiando administración de empresas ya que muy pronto heredaría la compañía de su padre, yo por mi parte le dije que estaba estudiando contabilidad, era lo que mi padre quería que estudiara.
— Qué curioso...—murmuró relamiendo sus labios.— Yo también estoy estudiando lo que mi padre quería, si yo hubiera tenido la decisión final definitivamente hubiera estudiado diseño de modas.
— No me sorprende, te ves muy... Fancy.—confesé y Jay soltó una risa. La comida llegó, ambos le agradecimos al mesero y comenzamos a comer sin interrumpir nuestra conversación.
No sé si tuvimos química o qué fue pero me sentía muy cómoda junto a Jay, en verdad me parecía un joven muy atractivo, no sólo físicamente sino también intelectualmente. Al final de la cita Jay se ofreció a llevarme a mi casa, insistió tanto que no pude negarme. Llegamos a mi edificio y me acompañó a la puerta.
— Muchas gracias por la cita de hoy.—me agradeció jugando con mis manos, le sonreí y su mirada viajó a mis labios. Tragué saliva viendo que se acercaba lentamente a mí, cerré los ojos esperando sentir sus labios sobre los míos pero en vez de eso besó la comisura de mi boca.— Dejaré lo mejor para la siguiente cita.—acarició mi mejilla y lo miré, sonrió divertido.
Nos despedimos, lo miré subirse a su auto y cuando lo vi desaparecer por la calle subí a mi departamento. Al entrar me lancé al sillón y moví las piernas con emoción, un suspiro de ilusión salió de mis labios.
Tal vez había encontrado al amor de mi vida.
Próximamente...
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Blind Date | Jay Park
Fanfic❝No debí aceptar esa cita a ciegas, porque ahora no me puedo sacar de la cabeza a ese encantador chico. ❞ • ❥ Historia completamente mía. ❥ Heterosexual. ❥ Prohibida su copia y/o adaptación. Iɴɪᴄɪᴀᴅᴀ﹕2023.07.30 Tᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ﹕2023.10.31