Capítulo 1

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CINCO AÑOS DESPUÉS

—¡Marinette, levántate o llegarás tarde! —escucho la voz lejana de Alya, por lo que me dispongo a abrir un poco los ojos para así poder ver la hora.

10:55

Mierda.

Me levanto de golpe de la cama, hago a un lado la cobija y me levanto con rapidez de la cama. Joder, ¿por qué carajos no puse alarma?

Me doy una ducha de rapidez, me cepillo los dientes y me seco con la toalla. Fui al closet y busqué lo primero que encontré, unos pantalones de mezclilla y una camisa de colores blanco, agarré mis zapatos y me los coloqué mientras iba bajando las escaleras de nuestro apartamento. Al llegar a la cocina el aroma de pan recién horneado llega a mis fosas nasales, sonreí inconscientemente ya que ese era el aroma que solía sentir todos los días en mi adolescencia.

—Buenos días, chica —Alya me pasó una taza de café con un croissant.  —¿te trasnochaste?

Asentí, me quedé hasta tarde haciendo la bendita tesis para poder graduarme. Tomé un sorbo de la taza y miré el calendario, hoy era primero de Julio, el día de la batalla final con Monarch, se cumplían ocho años de aquel acontecimiento y de que París estuviera a salvo de villanos.

—Feliz primero de Julio —mencionó Alya al no escucharme hablar, lo cual era muy raro, porque yo siempre hablaba muchísimo.

Le di una pequeña sonrisa.

Después de la batalla final, el alcalde de París decidió nombrar el primero de Julio como un día de liberación, un día en el que por fin regresó la paz y tranquilidad a la ciudad, así que desde ese entonces ese día se conmemora la caída de Monarch.

—En dos meses es el cumpleaños de Hope. —alcé mi mirada de golpe. No puedo creer que la haya mencionado.

Hope no es un tema de conversación, decidí que no quería hablar sobre ella después de haberla dejado en un orfanato. Sin embargo, ya habían pasado años, tal vez sí debería hablar de ella un poco.

—... lo sé… cumplirá cinco años —suspiro mientras parto el croissant en trocitos. — ¿Cómo crees que sería ahora?

Ella parece emocionarse, por lo que se sienta a mi lado. —Rubia, ojos azules, amable, tal vez un poco tímida como Adrien y muy determinada como tú cuando agarra confianza… me la imagino como una mezcla de ustedes dos, muy hermosa.

Sonrío un poco, algunas veces me pongo a ver un video de ella que grabé en sus dos semanas de nacida, me gustaba mucho ver a Adrien cargándola e interactuando con ella. Era una escena que podría ver por horas y no me cansaría de eso.

—Sí… ha de ser muy hermosa, o al menos es lo que creo. —llevé mi vista al reloj, me levanté de la silla y agarré las llaves, caminé hasta la puerta y antes de irme le dije:

— Nos vemos en la noche, llámame cualquier cosa.

Ella asintió y yo salí del apartamento para ir al estacionamiento privado del edificio. Al encontrarme con mi auto le quité el seguro y entré en él, lo encendí para después colocarme el cinturón de seguridad y así empezar a conducir hasta mi lugar de trabajo.

Como era de esperarse llegué tarde, no solo por mi retraso, sino también por el bendito tráfico y como era de esperarse, me llevé una bronca por llegar tarde.

•••

No fui a almorzar, necesitaba terminar de ponerme al corriente con el trabajo atrasado de hace como unas semanas, así que aproveché este tiempo. Iría a merendar algo más tarde.

1 | 𝐑𝐄𝐒𝐂𝐀𝐓𝐀 𝐌𝐈 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎́𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora