uno: Obstáculo Pelirrosa

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Punto de vista, Amane

Historia narrada en primera persona:

La profesora estaba llamando los nombres de los alumnos y diciendo sus calificaciones finales mientras yo tragaba saliva en silencio, pues no había estudiado nada y con el promedio de mierda que llevaba hasta entonces no pasaba el año.

- ¡Meito Shian! 29. - decía la profesora mientras seguía sin detenerse diciendo nada más que calificaciones por los subsuelos, ya logro ver mi destino, y después de unos segundos...

- ¡Amane Koushi! Un 2, ven a mi escritorio un momento por favor. - Exclamó la maestra mientras se acomodaba los lentes y a mi se me bajo la presión, más los estúpidos de mis compañeros que ni mejor que yo estaban empezaron a hacer bullicio y susurrar "Uuhhh" ¿Que no tienen más que hacer con sus malditas vidas? Me levanté en silencio y camine hacía la profe que me miraba con desaprobación, y cuando llegue ¡Claro! Me dio un idiota sermón.

- Señorita Koushi, ¿sabe usted que por esto más el promedio que no pasará el año? - susurraba la maestra mientras se sacaba los lentes y me miraba un poco entristecida y yo le asiento con la cabeza. - Vea esto. - Señaló la hoja en el espacio de la nota donde resaltaba un dos. - Usted, señorita, no pudo ni llegar al 10... Obtuvo un 2 sobre cien, ¿comprende eso? De verdad me decepciona ver qué una jovencita tan inteligente como usted se desperdicie así. - y la profesora siguió regañándome para toda la eternidad, con su típica frase "Todos somos inteligentes" ¿De verás no me podía entregar el mentado exámen y ya? Llegue a un punto donde me puse mal y harta, le arrebate el exámen de su escritorio y me dirigí a mi sitio, dónde me senté en paz y deje que mis pobres piernas descansaran después que la vieja me mantuviera parada por años.

La maestra solo me miró por segundos con tristeza, luego se paró al pizarrón y continuó con la clase, yo solo pude rodear los ojos en desgusto y hacer trucos en la mano con el lápiz, muy aburrida.... Pero igual con un poco evidente de tristeza, mamá llorará otra vez al ver mis notas ... Tendré que buscar una solución

Y más tarde sin que me dé cuenta, tocaron receso y todos se levantaron de sus sitios y salían de la clase mientras chismorreaban sobre mi calificación, en cada conversación, en cada murmullo oía mi nombre "Amane" "Amane" "Amane" "Amane" "Amane" "Amane" "Amane"

- Tsk. Idiotas. - Solo alcance a murmurar mientras los veía con desprecio, no suelo tener muchos amigos pero soy muy social, la cosa aquí es que a nadie le caigo bien.

Estaba a punto de terminar el recreo y fui con un viejo amigo a falsificar mis calificaciones, en todo eso en un abrir y cerrar de ojos se acabaron las clases y ya era hora de ir a casa de cada quién.

- Bien, creo que así está bien... ¿Verdad? - Pensaba mientras tragaba saliva, tenía las calificaciones falsas en la mano y caminaba por las calles medio vacías con una sensación de pesadez encima, tenía un mal presentimiento desde hace rato y decidí caminar más velozmente, afortunadamente, llegué sana y salva a casa, pero la cosa no cambió mucho desde ese entonces, porque desde que pasó aquello presiento que hay alguien que me persigue y vigila, hasta en mi casa y instituto.

El sábado por la noche me aliste en silencio para ir al trabajo de entregas a domicilio, sé que trabajar por la noche es peligroso pero un poco de dinero no me vendría nada mal, además, estamos en Japón, en el primer mundo. ¿Que de malo me puede pasar? Solo hago mi turno lo más rápido posible y vuelvo a casa con mamá en paz.

Llegue al local donde trabajo y agarre un vehículo y una mochila para empezar a hacer entregas.

Todo fue normal, gracias a Dios, hasta que estaba de camino al local y me llegó una notificación de una nueva entrega a un burdel... Estaba a nada de terminar mi turno y esos lugares suelen frecuentar gente que se ganan el dinero no a las buenas, pensé en rechazarlo pero lo que ofrecían de paga no estaba nada mal.

Toxicomanía | TR HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora