siete: Sobre Narices un Tesoro.

5 0 0
                                    

Historia narrada en primera persona:

Actualizado: 21-08-23

Minutos antes:

Salí con los Haitani's para ir al bar con un dolor tremendo en la cabeza. No paró de darle vueltas a lo que Krista me contó... Es cierto que Manjiro me confirmó que eran mafiosos pero, no me mencionó estos detalles.

- ¿Ema? - Me llamó Ran el cual me sacó de mis pensamientos intrusivos.

- Lo siento, Mikey me ha dado un dolor de cabeza. - Justifique entrando al auto negro con la puerta trasera abierta para que pase. Entre en silencio y un portazo hiso que me estremeciera.

Los Haitani entraron al auto por la otra puerta lateral trasera y nos acomodamos de tal forma que yo quedase en el medio de los dos, Rindou en la izquierda y Ran a la derecha.

- Chófer, adelante. - Avisó Rindou palmeando el hombro del asiento.

Avanzamos y la pared de hielo se rompió en pocos segundos, vaya que estos hombres no se saben estar quietos.

- Que tal... ¿Como era que habías conocido a Mikey? - Cuestionó Rindou viéndome fijamente mientras Ran miraba atento por el rabillo del ojo.

- Ah... No estoy segura, ahora ya no estoy segura de cómo fueron las cosas. - Empecé cuestionando los hechos que me contó Mikey él primer día. - Sin embargo, Manjiro dice haberme sacado de la calle. - Respondí con una sonrisa cálida demasiado fingida, si de por si estoy afligida por eso.

Los Haitani se miraron sobre mis hombros con unas sonrisa burlonas.

- Una sola duda. - Dije haciendo que los ojos de los dos Haitani se posaran sobre mí. Poniéndome los pelos de punta. - Ustedes... ¿Creen que Mikey sea malo? - Terminé la oración y Ran volteó velozmente su cabeza tapandóse la boca con su mano ocultando sus risas ahogadas y Rindou frunció el ceño aún mirándome con su típica mirada aguda y penetrativa.

- ¿A que viene eso, chiquita? - Preguntó dudoso Rindou.

- Digo... Es decir... - Tartamudeé intentando descifrar las palabras adecaudas para justificarme. - ¿Por qué todos ustedes son mafiosos? - Cambié de tema para entender que hacer para proseguir.

- Umh... - Pensó Ran volteándome a ver nuevamente.

- Ahora si que me atrapaste, chiquita, no tenemos respuesta directa para eso. -

Miré a Rindou fijamente a los ojos tras su comentario, sin comprender.

- ¿Eso que quiere decir? - Cuestione.

- Que nos dejaste sin fundamentos, bien hecho enanita. Hasta ahora nadie nos había podido dejar callados. - Confesó Ran con una risa divertida mientras Rindou seguía igual de serio.

- ¿Están intentando decirme que se volvieron unos 'delincuentes' por que se les pintó de rosas? - Dije molesta y haciendo énfasis en la palabra delincuentes recordando los hechos fatidicos que hace recién minutos me había contado Krista.

- Auch. - Comentó Rindou.

- ¿En serio una mocosa acaba de llamarnos delincuentes? - Dijo Ran con ojos perspicaces que por obvias razones me dejaba la piel helada.

- ¿Tú no? - Cuestioné increíblemente sacando ovarios de dónde no los tengo y tragando saliva la cuál me empezaba a pesar fuertemente en la boca y aún más al ver como esa pesada mirada de ojos violetas sobre mí se hacía cada vez más rabiosa, pero no debía demostrarle que estaba intimidada.

Y antes de que la conversación se calentara más a discusión el auto llegó al dichoso bar y me llevé con la no muy grata sorpresa de que además de bar era un burdel.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 09, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Toxicomanía | TR HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora