A Pesar De Todo || KakuIza || [Cancelada]

Capítulo 5

Ambos sentían amor mutuo, pero no se atrevían a contar sus sentimientos, sin duda harían una bonita pareja.

Izana alquiló un carro, y se dirigieron a algún lugar. 

—¿Adónde vamos? —preguntó Kakucho.

—ya me has preguntado lo mismo 41 veces —el moreno ya estaba hastiado—

—bueno no preguntaré más....

Pasaron cinco minutos más, luego Izana hizo una parada repentina en un parque.

Kakucho estaba confundido —¿Por qué nos detuvimos aquí? 

Izana respiraba agitado -por que hay algo que debo contarte —Kakucho sentía que su corazón explotaría.

Se bajaron y caminaron hacia una banca donde pasaron más minutos en silencio, Izana intentaba pensar en las palabras correctas para hablar, Kakucho estaba desconcertado.

—en vista de que no hablarás, quiero preguntarte algo —Izana lo vio, sonrió y asintió— bueno...¿para quien era la canción que escribiste?

[Kakucho] 

Reuní todo el valor para preguntarle, tenía tanto miedo por lo que pudiera responderme pero tenía que saberlo para no seguir ilusionándome.

Quería saberlo, y tenía que saberlo por eso pregunté directamente.

—eso...—estaba pensativo— bueno yo...ciertamente no se como decirlo...

Volví a sentirme mal de nuevo —comprendo —sentí mi corazón encogerse.

La verdad es que me hacía muchas ilusiones con algo que realmente sabía, Izana un cantante no se fijaría en alguien tan simple como yo. 

Habló —Kakucho...—sus ojos brillaban y no entendía porque— ¿te acuerdas del día que nos conocimos? —asentí— bueno cuando nos hicimos amigos...al pasar de los días, tú me enseñaste a sentir muchas cosas que estaban reprimidas en mi corazón...

El brillo que había en mí volvió, y mi corazón empezó a latir de nuevo 

—¿Cómo qué cosas? —lo mire directamente a los ojos esperando su respuesta.

—kaku...gracias a ti, aprendí amar y perdonar, llegaste a mi para cambiar la forma que yo creía que era amar.

—Izana...

—Durante mucho tiempo tuve esos sentimientos reprimidos para mi...siempre quise decirte las miles de cosas que me hacías sentir y por eso escribí esa canción que ahora será tuya y mía...Kakucho yo te amo...a tú lado soy una persona diferente y me gusta serlo...

"Te amo desde hace mucho tiempo, desde aquel primer momento en que mis ojos y los tuyos se encontraron", aquel pedazo de la canción retumbaba por mi mente.

No sabía qué decir o qué cara poner, yo creía que él amaba a alguien más, pero todo este tiempo me amo fue a mi. Me siento mal por pensar tal cosa.

Tome su mano —Izana al igual que tú yo te amo, quiero que estés conmigo para siempre...a pesar de todo lo que pueda ocurrir de ahora en adelante, solo quiero vivir para tí.

[..]

Se miraban apasionadamente, pero no se besaron, solo se tomaron de la mano.

Durante mucho tiempo se amaron en secreto, pero ahora ambos sabían que lo estaban, no querían que ese momento jamás en la vida se acabará, era un amor tan lindo.

Ambos querían besarse ya no aguantaba las ganas de hacerlo. Una vez llegaron al apartamento se quedaron viendo fijamente.

—Izana, puedo besarte? —bajo la mirada.

—Claro que sí...puedes hacerlo todas las veces que quieras.

Con timidez Kakucho se acercó, posando sus labios sobre los de él.

Al principio el beso fue tierno pero después se intensificó, haciendo que el beso se volviera frenético lleno de pasión. 

Se separaron —estás seguro de seguir con esto? —preguntó e Izana asintió.

Kakucho condujo a Izana hacia la habitación, donde volvió a besarlo, fue desabrochando su camisa lentamente y fue dejando delicados besos por todo el lugar, el moreno solo disfrutaba soltando gemidos de placer. Ambos se sentaron en la cama, kakucho le bajó sus pantalones haciendo notar la gran erección que tenía el moreno. 

Lentamente fue dejando besos por ese lugar Izana arqueaba su cabeza para atrás disfrutando del gran placer que le provocaba.

Pronto Kakucho introdujo todo el miembro de izana en su boca, haciendo movimientos de arriba a abajo consecutivamente. Todo el lugar estaba lleno de los gemidos del moreno. 

Kakucho se separó y volvió a besarlo, Izana comenzó a quitarle sus ropas dejándolo totalmente desnudo, haciendo notar también su gran erección. 

Esta vez Izana fue el que tomó el control y se posicionó encima de él, fue dejando besos por todo su cuerpo e igual le hizo lo mismo que el se hizo a él, introdujo su miembro dentro de él, Kakucho gemía pidiendo que acelerará.

Así lo hizo y sus embestidas se volvieron feroces, no se detuvo a pesar de que kakucho había llegado al órgasmo, siguió y siguió hasta que igual terminó.

Al final ambos quedaron tumbados en la cama y luego se abrazaron.

—te amo Izana...

—Yo igual te amo Kakucho...

Pasaron dos días en los que los besos y caricias no hacían falta. 

Ante el atardecer que se asomaba por el balcón, el moreno escribía en su cuaderno con mucha emoción.

Suspiró —¡Kakucho ven acá! —lo llamó, el mencionado estaba en la cocina y no dudo en ir a donde Izana se encontraba— ¿estás haciendo algo importante?

Negó -solo lavaba los platos.

—entonces ven un momento —le hizo señas para que se sentará— escribí una canción, bueno otra canción que será solo de los dos.

—vaya, no me imagino cuantas escribirás —sonrió.

—me haces feliz así que lo haré siempre...—sentía su rostro completamente rojo—..bueno dire una parte solamente porque le hace falta unos ajustes.. 

—bien, te escucho...

Tomó su guitarra —"Piensas que soy divertido cuando te cuento chistes malos
Sé que tú me entiendes, entonces dejaré que mis paredes caigan

Antes de que me conocieras, yo estaba en la ruina, las cosas eran algo pesadas

Tú me trajiste a la vida
Ahora en cada febrero, tú serás mi novio.

Vamos a recorrer todo el camino esta noche
Sin remordimiento, solo amor
Podemos bailar hasta morir.

Tú me haces sentir como
Si yo estuviera viviendo en un sueño de adolescente

La forma en la que me enciendes, no puedo dormir
Vámonos a la fuga y nunca miremos atrás

Nunca miremos hacia atrás
Mi corazón se detiene cuando tú me miras
Solo con un toque, ahora, cariño
Yo creo que esto es real

Entonces date una oportunidad y nunca mires hacia atrás
Nunca mires hacia atrás"

—¡Wow! —fue lo uno que expresó Kakucho— es...no se como describirlo...

Izana estaba sonrojado —bueno no tienes que decirlo...se que te gusto la canción...

Se abrazaron, luego se acomodaron para terminar de ver el atardecer que se ocultaba ante sus ojos.