•𝐄𝐱𝐩𝐞𝐝𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝟐𝟎-𝟐𝟎• [𝙵𝚒𝚟𝚎 𝚢 𝚝𝚞]

10

-Aquí tiene su llave, ¡disfruten la estadía en Georgia!

Luther y Vanya al fin habían llegado a su destino. Unas horas de viaje fueron suficientes para que ambos se encontraran ya alquilando una habitación en un modesto hotel en el centro de la ciudad. Minutos antes, habían informado su ubicación en una breve carta que mandaron por el correo instantáneo, mencionando a rasgos generales lo que indagaron y cuales eran sus planes al estar ahí. La cosa no era nada fácil, pues aunque tenían la dirección de aquella fábrica de explosivos, la seguridad del lugar era un obstáculo clave para ellos.

-Podría hacerme pasar por empleado, por mi complexión tal vez crean que soy del área de trabajo pesado- comentó Luther mientras dejaba su pequeña maleta en el clóset.

-Voy a acompañarte ¿Cierto?

Número uno se quedó pensando por un breve instante, realmente estaba nervioso por ir encubierto, mentir no era lo suyo, sin embargo, el que su hermana estuviera en un lugar lleno de armas de fuego (teniendo en cuenta la magnitud de su poder) no era una buena idea.

-Lo tendré bajo control- contestó- Tú puedes encargarte de la parte formal.

-¿La parte formal?

El rubio se sentó en una de las camas- Pues, mira: si entro a la zona de maquinaria podré tener contacto directo con todo el material, ver como empaquetan las bombas y escuchar rumores de los trabajadores- explicó- La desventaja es que no tendremos nada oficial.

La castaña asintió varias veces- Ya voy entendiendo- sonrió- Así podremos ver como manejan la empresa los ejecutivos, sus socios y que relación tienen con el Líbano.

-¡Exacto!- exclamó un animado Luther.

-Entonces no hay tiempo que perder- dijo levantándose y dirigiéndose a su equipaje-Hay que ir en cuanto antes y colarnos en sus instalaciones- de la maleta sacó ropa y varios documentos falsos, todos dados por Herb en la reunión- La fábrica queda a unos minutos de aquí, podemos comprar algo y comer en el camino ¿Te parece?

Luther asintió varias veces- Entonces me cambiaré, tenemos que ser rápidos para enviar avances a Five.

Dicho eso, se dirigió al baño, dejando a Vanya en la habitación para que también de vistiera, el tiempo era valioso en esas circunstancias, por lo que tratarían de ser lo más inteligentes posible para no fallar

♡~

-¡Argh! ¡Suéltame Lila, no te hice nada!

-¿Por? Es divertido, te ves como idiota.

-¡Me duele la pierna! ¡¿Acaso no ves cómo me dejaste?!

En medio de la maleza, justo después de la pelea que ambos habían tenido, Lila se encontraba jalando los cabellos de Diego por mera diversión. El de rasgos latinos casi de desmayaba al ver quien era el autor de su ataque, mientras que, la causante: Lila, simplemente se había echado a reír por el semblante estupefacto de número dos.

-Eres un aguafiestas, como siempre- se quejó la pelicastaña parando sus jaloneos- Déjame ver la herida- ordenó mientras se acercaba, tomando con algo de brusquedad la pierna del más alto, haciendo que este soltara un quejido- No seas llorón, es una simple cuchillada, tampoco te vas a quedar sin pierna.

-Duele como el infierno- se quejó.

-He pasado por cosas peores- se excusó ella- Ven, te ayudo a levantarte- le indicó, tomando al latino por los brazos apoyándolo a su hombro.

Diego no dijo nada, simplemente obedeció a la ojinegra cuidadosamente, tratando de no abrir la herida. La noche había vuelto a la normalidad, la brisa golpeaba su cara levemente, refrescando el ambiente que se imponía regulando su respiración antes agitada.