Let's Do This One More Time || Hobie Brown × Spider-Reader

005. Mucha Información, Un Solo Capítulo

Y efectivamente lo hizo. Encontró a Magalí más rápido de lo que cualquier otro Spider-Man lo hubiera hecho.
Estaba dentro de un ascensor junto con Gwen y Miles, teniendo a Maga en brazos. Se quitó la máscara para poder verla bien: estaba respirando muy lentamente, lo notó por el mínimo movimiento que su pecho hacía.

-¿Cómo es que puedes ser más cool sin máscara? -le preguntó Miles.

-Yo soy cool todo el tiempo -respondió y bajó la mirada hacia Magalí-. Y ella igual.

Gwen se volteó a verla. -¿Crees que estará bien? -le dijo a Hobie.

-Magali siempre se sale con la suya. Esta no será la excepción -aseguró el chico, aunque en el fondo no estaba seguro de lo que decía.

Salieron de ahí y comenzaron a caminar.

-Wendy, ¿cuánto le has dicho? -preguntó-. Sobre este lugar y todo.

-Muy poco -respondió. Miles comenzó a glichear. Gwen corrió hacia él.

-Sí, ya veo -respondió. Jess le lanzó una banda elástica a Miles.

-¡Ahh! -dijo-. ¿Mi propio reloj? -cuestionó entusiasmado.

-Es solo un pase por un día -respondió la Spider-Woman.

-Oh...

-Para evitar que... -Miles volvió a glichear-. Hagas eso. Hobie, lleva a Magali a la enfermería.

-Eso hacía -dijo antes de columpiarse lejos de donde estaban ellos.

Magalí's POV

Sentía un montón de voces a mi alrededor y un agarre en mi mano derecha. ¿Ya la palmé? ¿Esas voces son de Dios y María? Nah, no creo. Soy demasiado orgullosa como para morir joven.
Lentamente fui abriendo los ojos, yo no sé qué le pasa a la gente últimamente que te ponen esas luces blancas a medio milímetro de la cara y te dejan viendo manchitas.

-Saquenme la luz esa de la cara, la puta que los parió -dije usando la mano que tenía libre para taparme la cara.

-¡Meg, estás bien! -escuché la voz de Hobie al lado mío. Ahí me di cuenta que él era el que me estaba agarrando la mano.

-Obvio que estoy bien -respondí, con los ojos entrecerrados-. ¡Les dije que me saquen la luz!

-Ah, sí -dijo uno de los Spider-Mans que hacían de médicos y vi que corrió la luz-. Perdón -se rió.

-A mí no me causa gracia -lo miré mal-. ¿Cómo están los demás? -le pregunté a Hobie.

-Están todos bien -contestó-. Miles ya no glichea.

-Ah, ¿lo hacía? -lo miré confundida.

-Ah, cierto que estabas desmayada, jaja -miró a los demás Spiders-. ¿Ya nos podemos ir? Me aburro.

-Te pudiste haber ido hace media hora, cuando la trajiste -respondió uno de los médicos-. Pero sí, ya se pueden ir.

Hobie me ayudó a levantarme de la camilla. Me duele como la puta madre la espalda; concha me hice.

-Antes de que se vayan -dijo uno cuando estábamos por salir. Los dos nos dimos vuelta-. Magali, tienes que hacer reposo por el resto del día. No puedes columpiarte ni correr, e intenta caminar lo menos posible.

-No es como que quiera quedarme u obedecerle a O'hara, pero según entiendo, si después de esa cagada que nos mandamos en la tierra de Pavitr seguimos todos aquí, es porque tenemos que hacerlo -comenté-. Así que eso de no caminar lo veo complicado.

-Podemos darte una silla de ruedas, si quieres -sugirió una de las doctoras.

-No será necesario -Hobie habló antes de que yo pudiera contestar-. Yo la llevaré.