~[CHAPTER 6]~

241 32 4
                                    

El pelinegro y peliplata bajaron de sus vehículos en un depósito de contenedores metálicos, al avanzar unos cuantos metros encontraron hombres adultos regados en el suelo, aparentemente inconscientes, se centraron en el análisis de su entorno, per...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El pelinegro y peliplata bajaron de sus vehículos en un depósito de contenedores metálicos, al avanzar unos cuantos metros encontraron hombres adultos regados en el suelo, aparentemente inconscientes, se centraron en el análisis de su entorno, pero no fueron capaces de percibir las voces que se acercaban a su dirección, solo repararon en ellas cuando estaban del otro lado del contenedor. Rápidamentese se ocultaron en la sombra de un pequeño pasillo oscuro que les brindaba dos contenedores y se asomaron ligeramente para presenciar a los hombres, nuevamente estaban sumergidos en sus pensamientos y lo suficientemente distanciados de su alrededor como para no poder escapar de las manos que se posaron el la boca de ambos muchachos.

Fueron jalados fuertemente y sus espaldas chocaron contra un metal frío y disparejo, sus quejidos de dolor y sorpresa se amortiguaron contra las manos suaves, pero firmes que se posaron nuevamente en sus bocas.

-No muevan ni un músculo, y cierren la boca- Al oír esa voz el peliplata abrío sus ojos de inmediato, no podía ser real, ¿O sí?

Inmediatamente sus ojos chocolate se encontraron con unos rojo carmín, esa pequeña interacción ocular provocó que una chispa recorriera todo el cuerpo masculino, reproduciendo en su cerebro memorias de hace años, años en los que la única luz en su oscuro y doloroso camino eran esos preciosos rubís y la dueña de estos.

Sintió sus ojos picar buscando liberar las lágrimas y unas tremendas ganas de abalanzarse a abrazar a la figura en frente suyo, solo tuvo ganas, ya que su propio cuerpo se negó a hacerle caso a su corazón y permaneció congelado, completamente inmóvil, con sus ojos abiertos como platos y su pulso en un frenesí incontrolable, el cual estaba seguro que no era natural.

-¿Qué hacen aquí?- La chica lentamente liberó sus bocas, haciendo que el pelinegro respirara fuertemente por esta y el peliplata dejó salir un cálido suspiro, liberando un poco de la tensión en su cuerpo.

-¿Qué haces tú aquí?- Contratacó el azabache con el ceño fruncido.

-No cuestiones de vuelta, responde la pregunta- Frunció sus cejas y le habló en un tono bajo, pero amenazante, la mirada escarlata que le dedicó haría flaquear a cualquiera ante ella.

-...- El pelinegro agachó su cabeza, desviando su mirada al suelo al verse incapaz de sostenerla en ella y respondió en en murmuro bajo -Secuestraron a Yeona...- La chica suavizó su mirada y volteó a observar al peliplata, el cual se soblesaltó al notar esos precioso ojos en él.

-Dayeon...- La fémina murmuró suavemente siendo inaudible para ambos varones.

-¿Cómo llegaste aquí?- El azabache le cuestinó confundido, ¿La contactó la corporación?, ¿Cómo llegó antes que ellos?

La chica lo miró de reojo antes de soltar un suspiro mientras sacaba su teléfono de su bolsillo, prendió el aparato y mostró a los varones la pantalla de este, el cual mostraba un mapa digital junto a un punto rojo parpadeante.

Serendipia [Ijin Yu x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora