VIII

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—Yo soy Karin Uzumaki, la mediana de entre los hermanos. Y yo vengo a atestiguar en contra de Deidara Namikaze —Sonríe karin. Deidara, esta acabado.

𖥸

—Gracias Karin —susurra Sasuke.

—Que es lo que tiene que decir? —Pregunta el juez.

—Mi hermano Deidara, miente. El no llegó aquí a Tokio un día antes del atentado de mi hermano Naruto. Él llegó hace un año y ocho meses, tengo pruebas.

[...]

—Deidara Namikaze Uzumaki. Sé le dará una condena de sesenta años de prisión por las siguientes razones: intento de homicidio, secuestro, extorsión y amenazas. Karin Namikaze Uzumaki, se le dará una sentencia de 10 años por complicidad y secuestro —dice y da el martillazo final.

Yo abro mis ojos con sorpresa. No me esperaba la sentencia de Karin, si logró llegar a una acuerdo con sasuke y que hable con el juez, puedo reducir la sentencia de ambos.

Itachi camina hacia sasuke, donde comienzan a platicar para que acortará la condena de ambos hermanos Namikaze.

Al final lograron llegar a aún acuerdo, ha Deidara le reduciendo extremamente la sentencia, lo rebajaron a quince años de condena, y a Karin dos años. Pero eso si. Ha Deidara le impusieron ir a un psiquiatra para tratar sus problemas mentales.

—Deidara... —se escucha la voz de alguien que conozco.

—Obito? Que haces aquí?

—Itachi me llamó a el consultorio, para que viniera.

—Encerio?

Obito se dedicó a hablar con Deidara. Le confesó todo su amor hacia el, al ver a Deidara llorar. Se entregó a la policía. Obito le prometió que lo esperaría todo el tiempo necesario, mientras que Deidara buscaría su 'Yo' de verdad.

En cuanto Naruto. Se dio cuenta de quien era su hermano y mentalmente se golpeo mil veces, por ser tan idiota de no haber escuchado a su hermana y sobre todo, a su amado. Desconfío de ellos, y ahora se dio cuenta. Que todo lo que el pensaba estaba mal, y todo lo que le decían era verdad. Una lección que se llevó al saber que en los que más confías, pueden atacarte por la espalda cuando menos te lo esperes. Deidara había actuado tan bien su papel, que él lo creyó por completo. Se sentía una mierda. Con Naruto llorando, su amado se acercó a éla consolarlo. Todo estará bien, decía.

QUINCE AÑOS DESPUÉS

—¡Papá! Ayudame con esto!

—Itaru, arriba en el estudio tengo muchísimos libros de Medicina legal. Buscalos y leé.

Los pequeños Itaru y Tsumi de siete años, ahora eran adultos de veintidós años cada uno. Itaru estudiando medicina. Y Tsumi se quedó encargada de la empresa de los Namikaze, conocida como una de las empresarias más jóvenes y exitosas de este tiempo.

—Tío Obito, venga que itaru que se hizo bolas, y yo desde el principio le dije que no le ayudaría. Él tiene que aprender que nadie en esta vida lo va a ayudar, no importa si son familiares o amigos, nadie se apiada de uno.

—Ay itachi —pone los ojos en blanco y va directo a Itaru.

Todos estaban tranquilos. Llega sasuke con su esposa génesis con quien tuvo tres hijos, después llega Tsumi con su novio Jaekyung. Quien es de Corea. Iban acompañados de la señora Kushina. El señor Minato falleció hace cuatro años de un paro cardíaco, y mi madre, Mikoto Uchiha, murió hace un año por vejez. Solo quedamos nosotros.

Shisui se retiró del Hospital, dejándo a Naruto como el dueño legítimo, ya que la herencia Senju, la dejaron en manos de él. Mientras que la Uzumaki, la dividieron entre los tres hijos. La herencia Uchiha la dividieron entre los hermanos Uchiha. Y nosotros, próximamente la dejaremos en manos de nuestros hijos.

Se escucha que tocan la puerta, Naruto va y abre, y al ver quién es, abre sus ojos tanto que parece que vio a un fantasma.

—Deidara... —susurra.

—Naruto... —con lágrimas en los ojos—. Lo lamento tanto...

—Deidara... —no sabía que decir.

—Perdoname por favor —se arrodilla con lágrimas en los ojos—. Porfavor, perdoname fui un verdadero idiota. Esta cegado, solo quería... Quería hacerte daño. A todos.

—Levantate, no te arrodilles ante nadie —lo toma de las manos y lo levanta—. Espero que esta vez sea verdad. Te perdonó. —Deidara llora más, y lo abraza dándole las gracias. Otra razón más para celebrar. La libertad de Deidara.

𖥸

Al final del día Deidara se quedó a cenar con nosotros, para después, quedarse con óbito. Tienen mucho de que hablar ellos dos.

En el departamento de los Uchiha, en la azotea se encontraba Deidara viendo la cuidad de noche. Las luces brillantes y los autos moviéndose, las estrellas brillas pero sobre todo. La Luna que brillaba con gran intensidad. De pronto un pelinegro lo acompaña a su lado, también viendo la Luna.

—Deidara, me alegra que estés de regreso.

—Me alegra regresar.

—Y como te fue en prisión?... Sabes qué, mejor olvidalo —ambos comienzan a reirse.

—Me fue del carajo, me trataban peor que la basura, y el el psiquiátrico, era peor. Pero logre superar todo eso, estoy bien y ya recuperado. En todos esos años, tuve la oportunidad de reflexionar todo lo que hice. Es como si la vida me diera la segunda oportunidad de vivirla. Pero ya no soy tan joven que digamos. —óbito ríe.

—A mi parecer, eres jóvenes todavía.

—Al igual que tu, solo eres cinco años mayor que yo... —ambos quedaron en silencio por un rato.

—Lo ves? Si te espere —dice óbito. Deidara lo ve se reojo, y sonrie.

—Ya vi que si... Y yo quería, pedirte perdón. Fui un bastardo contigo y no merecías nada de lo que te dije e hice.

—Eso ya no importa. Deidara yo te dije que te esperaría, lo hice. Ahora quiero que me des una oportunidad. Por muchos años reprimi estos sentimientos hacia ti, pero entre más te veía, mis sentimientos crecían cada vez más. Y yo... —no termina su frase cuando Deidara lo interrumpió.

—No me digas nada más. Óbito como te dije, en prisión tuve una reflexión que me ayudó a darme cuenta sobre ti y sobre mi, a pesar de todo, estabas ahí, esperandome, queriendome. Cuando yo fui una mierda contigo. Me di cuenta, que lo que sentia por Itachi, era más que obsesión. Y lo que sentía por ti, era más bonito que eso. No sabía cómo llamarlo, hasta que me di cuenta. Yo te amo óbito... —óbito abre sus ojos con sorpresa.

Deidara se acerca y abraza a óbito de manera tierna. Ambos necesitaban ese abrazo. Óbito correspondió el abrazo y se quedaron así por un largo tiempo. Óbito se pone cara a cara con Deidara. Lo mira con gran dulzura, sus ojos azules que habian perdido brillo, y ahora lo recuperaban. Su piel blanca y su pelo rubio, que él amaba. Se acerca a sus labios logrando rozarlos con los suyos. Estaba soñando? No podía creer que esto estuviera pasando. Cuando menos se lo esperaba, tenían sus labios unidos en un beso necesitado por ambos. Era tierno y lento, pero a la vez necesitado y apasionado. Mil sentimientos a la vez brotaban, esto era amor...

Reflexión (Itanaru) (Obidei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora