black marked sun ─ [ TRADUCCIÓN WENCLAIR ]

Capítulo 2: 2/3.

vi.

Enid se despierta lentamente, como si emergiera del agua después de una inmersión profunda. Las mantas se sienten cálidas y suaves a su alrededor, y hay un cuerpo cálido presionado contra el suyo en la penumbra de una habitación, envolviéndola en un círculo de seguridad. Ella abre los ojos y se toma unos segundos para recordar dónde está, antes de darse cuenta de que debe haberse puesto de lado en algún momento durante la noche porque ahora está acostada de cara a la pared. Unos rayos dorados de sol logran colarse a través de las persianas y cortinas blackout de Wednesday, que no debían estar del todo cerradas.

Enid se da la vuelta en la cama y se encuentra cara a cara con una Wednesday somnolienta.

Todavía está acostada sobre su espalda, el cabello un poco desordenado, los ojos borrosos como si ella también acabara de despertarse. Enid se la queda mirando durante unos segundos, fascinada con la forma en que la luz del sol se refleja en sus pecas, lo abierta y desprevenida que se ve en este momento solo con ellas dos.

Es un espectáculo increíblemente raro de contemplar.

"Eres inquieta incluso cuando duermes", murmura Wednesday, estirando la cabeza para mirar a la otra chica. Enid sonríe a modo de disculpa.

"¿Te desperté?"

"Solo una vez", le dice Wednesday, "pero me volví a dormir bastante rápido. De hecho, dormí casi toda la noche".

"Oh", la sonrisa de Enid se ensancha, "¡qué bien, Wednesday! Estoy tan feliz por ti."

Wednesday la mira por unos momentos con ojos dulces, y luego se mueve un poco para alcanzar su teléfono (su viejo teléfono inteligente de hace como diez años que apenas funciona y que todavía tiene). Enid ve la hora en que Wednesday la enciende; son poco más de las nueve de la mañana. Antes de que ninguna de las dos pueda decir nada más, alguien llama a la puerta del dormitorio.

"¿Están ustedes dos vivas allí?" viene la voz de Bianca; en el fondo, se puede escuchar a Yoko diciendo algo más. Enid sonríe y gira la cabeza para mirar a Wednesday y ver su reacción.

Wednesday está frunciendo el ceño. "¿Qué quieren imbéciles?"

"Vamos a preparar el desayuno si quieres resurgir de las profundidades del infierno o de donde sea que vayas cuando duermes", Bianca responde a las bromas y luego cambia la conversación, "¡y buenos días, Enid!"

"Buenos días", dice Enid, con una amplia sonrisa mientras ve a Wednesday bufar. "Saldremos pronto."

Bianca debe irse, porque no hay respuesta después de eso. Las dos se quedaron allí tumbadas un rato, con las piernas apretadas bajo las sábanas, Enid de lado y mirando a Wednesday, Wednesday tumbada boca arriba y mirando al techo. Hay un silencio cómodo que descansa fácilmente entre ellas, y Enid absorbe cada minuto. Se siente pacífico; se siente habitado.

De hecho, se levantan unos diez minutos más tarde cuando escuchan un grito en la cocina (Wednesday dice algo sobre querer asegurarse de que su cocina no sea destruida de nuevo), lo que resulta ser un deseo inútil, porque el intento realizado en el desayuno es un desastre. Lo único que parece haberse hecho son algunos panqueques, pero hay masa en el piso y los que realmente llegaron a la sartén están quemados.

Yoko, presumiblemente la que estaba cocinando, está mirando su fracaso angustiada. Bianca se tapa la boca con el dorso de la mano para no estallar en carcajadas. Divina, que debe haber llegado aquí recientemente, mira a su novia divertida antes de dirigir su atención a Enid y Wednesday, y luego sonríe y saluda con la mano. Wednesday parece completamente sorprendida.

"Se supone que las abuelas pueden cocinar bien", comenta Bianca con sarcasmo. "Supongo que este es el final del reinado de la abuela Yoko".

Enid estalla en un ataque de risa.