Me desperté en la camilla del hospital, a ambos lados había una cortina blanca que me tapa la visión lateral, mi visión estaba desenfocada, pero a mi lado podía ver algo amarillo.
Lo reconocí enseguida, era el pelo de Thomas.
—¿Tom?— dije arrastrando su nombre.
—¡__!— se acercó a mí y me dio un cálido beso en la frente— ¿cómo te encuentras?
—Como si me hubiera atropellado un autobús— rio.
—Todo ha salido bien, tu padre despertó primero.Le di una sonrisa. Tenía una herida en la parte baja de mi espalda, y dolía bastante.
Thomas me dio conversación, y un rato después vino una enfermera.
—Hola, os llevaremos a la habitación— esta sonrió.
Cogió mi camilla y empezó a andar, Thomas iba justo al lado agarrado de mi mano.
Subimos en el ascensor, y subimos a la habitación que era de mi padre, parece que nos pusieron juntos.
Nos colocaron, y nos inclinaron a ambos para estar más cómodos.
—Gracias, hija— mi padre me miró— me has salvado la vida.
—Tú y mamá me la disteis— sonreí.
—Te abrazaría ahora mismo, pero— mi padre deja la última palabra en el aire.Horas después nos dieron de comer, teníamos que
comer ligero, así que nos trajeron una sopa, las sopas de hospital son lo peor que puede existir.Thomas me trajo uno de mis libros favoritos, aunque ya lo había leído mil veces, me encantaba releerlo una y otra vez.
—No se que te gusta más, si las películas, o los libros— mi madre habló desde la camilla de mi padre.
—Las películas— sonreí.
—¿Por qué?— mi padre preguntó.
—Porque sale él— señalé a Thomas.Mi padre hace una cara de sorpresa.
—Es verdad, si este es el actor ese que te gustaba tanto, que no callabas con él— mi padre ríe.
—¡Papá!
—Que más da, si ya es tu novio— ríe.Estuvimos hablando todo el día, por teléfono ya les había contado como le había conocido, pero querían escucharlo de los dos.
Pasamos un una semana en el hospital, y luego nos dieron el alta.
—Por fin nos vamos— digo riendo y recogiendo la
ropa.Había venido al hospital con la misma maleta que hice antes de volver a España.
—Cielo— Thomas se acerca a mí.
—¿Si?
—Es... mis padres... vienen para acá.
—Sin problema amor— sonrío.
—¿No?
—No, tengo mi propia casa, no vivo con mis padres, hay sitio de sobra— sonrío.
—Gracias— Thomas me abraza.
—No las des, son mis suegros— rio.Bajamos a la planta cero, y firmamos el alta, luego nos fuimos en el coche de mi madre.
Ella condujo hasta mi casa, y aparcó.
—Toma, tus llaves— sonrió.
—Gracias, vamos Tom.Nos bajamos del coche y me apoyé en la ventanilla de
copiloto.—No me des más sustos— dije refiriéndome a mi padre.
—No prometo nada— este rió y me dio un beso en la frente— te quiero.
—Y yo a ti.Me aparté y ellos miraron a Thomas.
—¡Adiós yerno!— ambos gritaron.
—¡Adiós!— Thomas se puso rojo.Abrí la puerta de casa, y aún olía al incienso que tenía en el pasillo.
—Que bien huele— dice Thomas al entrar.
—Incienso— rio.
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Thomas Brodie-Sangster y tú
Romance__se muda a estados unidos por trabajo, y allí conoce al amor de su vida cuando menos se lo esperaba...