Disfraces

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El rubio iba delante de sus dos amigos hablando sobre los nuevos cadetes, los demás adultos detrás de los tres superiores del cuerpo.

Giraron la esquina encontrando a una mujer con un bebé en brazos y una niña pequeña con un vestido azul y una corona dorada de su mano. Hablaban con Pixis, y Neil.

La niña pequeña se dio cuenta del hombre, y se separó de su madre llamando la atención de todos.

- ¡Papá!

- ¡Hola cariño!

- Erwin - saludaron los dos hombres.

Pero él tenía en brazos a su hija en brazos mientras le sonreía.

- Vas muy guapa vestida de princesa.

- ¿De verdad? ¡Hange! ¡Tía Hange! ¿Quieres vestirte conmigo?

- Estaré encantada. Yo me vestiré de...

- De nada, no vales para que te dejemos a Naia a tu cuidado. La última vez casi se la comen esos titanes.

- Levi, no seas tan duro con ella, solo van a disfrazarse - Erwin estaba muy feliz de tener a su familia con él.

- Eso es porque el tito Levi se quiere vestir conmigo. ¡Seremos princesas! Vamos tito Levi - la pequeña se bajó de los brazos de su padre, tomó la mano de su tío y lo fue arrastrando. 

Tn dejó a su hijo con su tía Hange cuando Erwin tomó la cintura de su mujer para besarle la cabeza.

- Ha vestido a su hermano de dragón, pero hacía mucha calor y se lo he tenido que quitar. Luego me ha querido vestir con uno de sus tantos disfraces, imagínate su cara cuando ha visto que ninguno me entraba.

- Seguro que a Levi sí le queda, ¿verdad pequeño? - el bebé se rió en brazos de la morena.  - No te preocupes, nos ocuparemos de que crezcas tanto como tu padre.

- Yo también soy alta - se quejó Tn.

Erwin se rió divertido por el comentario.

- Claro que sí cariño - fue a besarla, pero Hange movió la mano.

- Delante de los pequeños no. 

Los cadetes de la 104 llegaron encontrando la escena. Y justo Levi salió del cuarto lleno de rosa con la pequeña llevándole de la mano.

- ¡Mira papi! ¡El tito Levi es una princesa! 

- Como tú cariño. 

- Iremos a tomar el té con otras princesas.

- ¿Qué son...?

- Mira Naia, más niños - Tn señaló con la cabeza a los cadetes.

- ¡Eso es genial!

Todos los cadetes dieron un paso hacia atrás, pero Levi les amenazó con la mirada y la espada.

Entonces fue Historia quien dio un paso hacia delante con una gran sonrisa.

- Majestad, no tenemos vestidos para tomar el té.

- De eso no hay problema. ¡Tengo muchos vestidos para todos! Papi siempre se encarga de que yo tenga para ir muy guapa, y yo me encargaré de que vayáis muy guapos. ¿Verdad papi?

- Sí princesa.

- ¡Vamos! ¡Vamos! 

De pronto, todo el grupo de cadetes estaban llenos de purpurina, maquillaje, vestidos de todo tipo, y tomaban té y pastas con la pequeña.

- Tomaroslo como un entrenamiento - les había dicho Erwin - El enemigo puede ser cualquier cosa. 

La pequeña se levantó llamando la atención de todos.

One shots Erwin SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora