One shots Erwin Smith

Hermana pequeña

- ¡HANGE ZOË! 

La morena se giró y sonrió emocionada.

- ¡Mira a mi hermanita! Ya vas al instituto. 

- Por culpa de tus prisas te has olvidado tu merienda, y de que yo venía contigo. Papá se ha pensado que nos hemos enfadado. 

- ¡Oh! Gracias por traérmelo hermanita. Eres un amor - ella le revolvió el pelo. - Te presento a mis mejores amigos, creo que nunca te los he presentado.

- Solo hablas de tus experimentos, no pensé que tuvieras.

- ¡Claro que sí! Y algunas veces los traigo a casa, pero tú nunca estás.

- Porque estudio en la biblioteca tonta. 

- Él es Levi, Micke, Rico, Moblit, Erw...

- Lo que sea, toma tu merienda, no quiero llegar tarde a clase. 

- Erwin, encantado de conocerte - el rubio ofreció su mano - No has dejado que tu hermana me presentara, así que pensé que sería buena idea presentarme yo.

- Ah. Bien, muy guay Erwin. Encantada de conocerte. Hange, espérame a la salida o te mataré las ratas del laboratorio.

Ella se fue bufando.

- Me cae bien - declaró Levi.

- ¿He hecho algo malo? - Erwin miró confuso a su grupo de amigos. 

Por la tarde, Hange llegó con sus amigos en el momento en el que su hermana salía con la mochila y una manzana en la boca. 

- ¿Te vas?

- Sí. Aunque debería haber salido antes.

- Que bonito volver a verte Tn - Moblit le sonrió, pero ella miró a Erwin. 

- Siento haber sido un poco borde contigo esta mañana. Soy Tn Zoë, la hermana pequeña de Hange. 

- Erwin Smith.

- ¿El hijo del profesor de historia?

- Así se me conoce, sí. - él se rascó la nuca.

- Si te sientes mejor, todos los profesores piensan que estoy igual de loca que ella, y no he dado ningún indicio de ello. De hecho, ya me han preguntado que qué hago en letras cuando debería estar en ciencias.

- Es una buena rama.

- ¿Sobramos o algo? - la pregunta de Levi los trajo de nuevo al mundo.

- He de irme a la biblioteca, o no habrá sitio. Nos vemos Erwin, adiós.

- Oooooh - Hange se acercó a Erwin - Le gustas.

- No digas chorradas cuatro ojos. 

Una hora más tarde, Erwin fue a buscar el baño, pero de paso, encontró el cuarto de la menor. 

Se sorprendió encontrando la puerta medio abierta y a la chica hablando.

Asomó la cabeza encontrándola con dos perros de diferentes razas.

- Muy bien Bean, eres muy buen chico. Shawney, ¿quieres comer tú también? ¿Sí? Dame la patita.

- Los tienes muy bien domados.

Ella se sorprendió.

- Oh. Hola Erwin.

- Hola. Pensaba que estabas en la biblioteca.

- Salí tarde, no quedaba sitios, así que tuve que volver. 

- ¿Puedo?

Ella miró la silla con su mochila. La quitó rápidamente y asintió. 

Él se sentó y miró los apuntes.

- Historia.

- Lo he dejado para lo último.

- ¿Quieres que te ayude?

- Por favor. 

- Bien, empecemos. 

A la hora, ella se apoyó en el asiento cansada.

- ¿Podemos tomar un descanso?

- Sí - él sonrió de lado - Lo estás haciendo muy bien.

- Gracias. 

Los perros volvieron a su habitación.

- Oye Erwin, sé que es mucho pedirte, pero, ¿qué tal si descansamos sacando a los perros? Así hablamos de otro tema que no sea historia.

- Me parece bien. Ven Shawney.

- ¿Te has hecho amigo de él? Vaya, sí que eres bueno con los animales. Primero mi hermana, luego mis perros.

- Tu hermana no es un animal.

- Eso te crees tú. 

Así, las tardes que él iba, terminaba quedándose una hora y media con la menor.

La cosa siguió hasta que ella terminó el instituto. 

Entonces ambos ya eran bastante mayores para saber lo que sentían por el otro.

- Y un año más, ¡y tendremos el título! ¿No es emocionante?

- Oye cuatro ojos, que luego viene el momento de trabajar.

- Os veo emocionados - todos se giraron hacia la más joven.

- Tu hermana tiene ganas de salir de la universidad - respondió Moblit.

- Entras este año, ¿qué harás? - le preguntó Micke.

- Quiero conocer mundo, así que me he metido a turismo. Las notas de historia me han dado el último salto para llegar allí. Aunque no me libro de ella, debo darla dos años más.

- Sabes que puedes contar conmigo - Erwin le sonrió.

- Muchas gracias Smith.

- Iros a ligar a otra parte - pidió Levi.

- Me voy a sacar a Bean y Shawney. - ella tiró de los dos perros hasta llegar a la puerta.

Ya afuera, él le tomó una de las correas. 

- E...Erwin.

- Pensé que necesitarías una ayuda, son perros muy energéticos.

- Porque se parecen a mi hermana, siempre están juntos. 

- Nosotros también podríamos estarlo.

- Espera que tengo que recoger las fichas que me estás tirando.

Erwin se empezó a reír - Esa no me la esperaba.

- ¿El que me diera cuenta?

- Puede ser.

- Claro que me doy cuenta. Solo espero a que me beses - ella miró al frente con una sonrisa tonta, pero pronto él estaba besándola. 

Al volver, todos se fijaron en cómo se daban la mano. 

- Eso que veo es... ¿una pareja?

- ¿Por qué te emociona? - Levi miró extrañado a Hange - Es tu hermana pequeña y tu mejor amiga, deberías enfadarte, no emocionarte.

- ¡Vámonos! Hay que dejarlos solos. 

- ¡Y eso menos!

La pareja miró curiosos como todos se iban por las órdenes de Hange y Levi le echaba la bronca.

- Creo que se lo han tomado mejor de lo esperado - comentó Tn. 

- Sí.

- ¡Casa sola! ¿Jugamos al escondite? 

- Si es lo que quieres, ¿por qué no?

- Me toca esconderme. ¡Cuenta tú!