One shots Erwin Smith

Segunda oportunidad

Levi abrió los ojos al verla pasar.

- Tn, ¿qué haces aquí tan tarde?

- ¿Y Erwin? 

- En su despacho. Tenía mucho papeleo, así que dudo que te atienda ahora. ¿Es urgente?

- Pues...

- ¡Tn! ¡Feliz aniversario! ¿Cuántos años hacéis juntos ya? ¿Cuatro? ¿Cinco? - Hange llegó a ella emocionada - ¿Eh? ¿Qué haces aquí? ¿No estáis celebrándolo?

Levi ya estaba adelantándose en silencio cuando la escuchó.

- Erwin no ha vuelto a casa. Lo del aniversario es normal que se le pase y que no aparezca por casa en todo el día, pero ya es tarde, tenía su comida favorita y una sorpresa en casa. Puedo pasarlo a otro momento, pero estoy preocupada Hange. 

- Es normal, pero no te preocupes, Erwin es un hombre tan encargado de su trabajo que a veces se olvida de descansar y respirar. Estará en su despacho, ¿verdad Levi? ¿Levi? Qué raro, estaba aquí hace un momento.

- No te preocupes Hange. Iré a buscar a Erwin, debe descansar. Lleva tres días sin volver a casa. 

- Tn.

La chica se fue con una sonrisa, pero cuando la perdió de vista, una lágrima bajó por su mejilla.

Al llegar, se limpió la cara, sonrió y llamó a la puerta.

Levi abrió.

- Gracias por chivarte Levi. Hola Erwin.

- Cariño, siento preocuparte.

- No me he chivado - murmuró Levi antes de salir para darles intimidad.

- No pasa nada Erwin. Ahora, ¿podrías volver a la cama? Llevas mucho sin dormir, y supongo que también sin comer.

- Como algo. 

- Pero no duermes.

- Estoy bien. ¿Tú estás bien?

Ella sonrió de lado - Quiero que firmes unos papeles.

- Sí, claro. ¿Algo sobre la expedición? - Erwin los firmó. 

- No. Sobre nuestro divorcio. 

Erwin soltó el bolígrafo y miró los papeles, pero ella se los arrebató enseguida.

- No te molestes en leerlo. Nada cambiará para ti realmente. Vuelve a tu casa cuando quieras, y haz lo que quieras. No te preocupes por mí, no hace falta que lo hagas ahora. 

- Tn, Tn, hablemos.

- Ese es el problema. Que ya no lo hacemos. Buena suerte en el amor, comandante. - ella se fue aún sin permitirse llorar.

Erwin salió corriendo.

- ¡Tn! No puedo permitirte perderte.

- Sí claro.

- Tn, te amo. Eres la mujer perfecta. Me conoces bien, sabías que a pesar de mi puesto, personalidad y de los peligros que corro al salir, intentaría hacer lo imposible por estar contigo. Me amaste a pesar de todo eso, y siempre te lo agradeceré. Nunca pensé en el amor hasta que llegaste tú. No pensé que valdría pero tú me hiciste pensar que sí, y nos casamos, porque nos amamos.

- ¡No! YO te amé. Tú solo amas que te dejara espacio y tiempo y que me preocupara por ti a partes iguales. Eso no me molestaba. Sabía que tu puesto es difícil, tu trabajo es peligroso, eres un hombre organizado, serio, y te amé porque eres tú. Tuve la maldita suerte de que me quisieras de vuelta. Todas desean un Erwin Smith en sus vidas. Pero no todo es perfecto. ¿Sabes por qué? Porque Erwin Smith no vuelve a casa casi nunca. Erwin Smith no se acuerda de que tiene una novia. Erwin Smith no responde cartas que su novia escribe llorando. Erwin Smith no le abre la puerta a su mujer pero sí a sus amigos. Erwin Smith no recuerda los aniversarios, ni que al menos podría ver a su mujer ese día. Aunque fuera un minuto para felicitar el día y darle un beso. Erwin Smith no abraza ni besa. Su forma de cariño es una sonrisa lejana. Erwin Smith nunca se levanta, ni siquiera en festivos, con su mujer, sino que se levanta de un sillón para volver al papeleo. Erwin Smith, sé sincero, ¿me amas o solo te gustó la idea de comodidad cuando vuelves vivo del peligro? Porque no es por nada, pero ¡yo también soy del cuerpo de exploración! Casi muero cinco veces. Ni siquiera te habrás dado cuenta de que me he quitado. ¿Para qué?