Warzone

Capítulo 24

NARRAS TÚ

Desde que lo vi en el centro comercial y que él solo me haya visto y marchado, desde ese momento, un mal presentimiento, que algo no estaba bien, y así era, ese presentimiento no estaba mal. Seguí a Nathan hasta una casa blanca y cuando la puerta se abrió, Ariana salió abrazándolo fuertemente, cosa que a mí me molesto bastante, y por si eso fuera poco, al ver como él le correspondió el abrazo y besó sus labios fue la gota que derramo el vaso, sentí que algo dentro de mí se rompió, como si se tratara de un cristal, me sentía frágil, dañada y traicionada, y por si fuera poco la lluvia comenzaba a caer fuertemente; me fui caminando de ahí, con los ojos llenos de lágrimas. Cada paso que daba me hacían sentirme peor de lo que ya estaba, cada recuerdo recorría mi mente, cada momento que pase junto a Nathan, para que luchar como me lo habían dicho las chicas, por algo que consideraba perdido. Me senté en la banqueta y comencé a llorar, ahora comprendía todas las veces que me decía que no podíamos vernos porque estaba ocupado o tenía asuntos que atender, al parecer el plan inicial de que se iba a casar con ella si se iba a completar; continué mi camino, cruzando por una de las avenidas principales, no me fije, pero un claxon sonó, sacándome de mis pensamientos y justo cuando lo tenía de frente, alguien me tomó de la cintura, y me quitó de ahí rápidamente antes de que ese vehículo me llevara; aún asustada, voltee a ver quien habia sido mi salvador, era Andy.

__: Andy...

Andy: Dios mío, ¿estás bien __? ¿Te duele algo? Mírame por favor...

__: Y-yo... no lo sé...

Andy: Estás pálida... ven, vamos a mi casa... -Me abrazó por la cintura, y en ese momento todo se puso negro para mí-

Abrí los ojos, la luz me pegaba directamente en ellos, miré a todos lados, posters de Misfits, Kiss y Motlëy Crue adornaban las paredes, no era mi cuarto en definitiva, me senté en la orilla de la cama, tratando de analizar lo que había pasado, seguía sin creerlo, pensaba que estaba en una pesadilla, pero era la realidad. Me levanto de la cama, aún preguntando en donde me encontraba, hasta que veo la foto de un pequeño de ojos azules y sonrisa encantadora, junto a una niña, supuse que era su hermana, quizás. 

XXXXX: Veo que ya despertaste... -Me sobresalté y voltee, era Andy, quien estaba parado en el marco de la puerta con una enorme sonrisa-

__: Sí, acabo de levantarme...

Andy: Que buen susto me diste después de que te desmayaste...

__: ¿Me desmayé?

Andy: Sí, me asustaste bastante... ¿En qué venías pensando? ¿Qué no viste que el carro venía hacia ti?

__: No... no realmente –Respondí en un tono completamente triste-

Andy: Hey, ¿qué sucede? ¿Todo bien?

__: No... -No soporté la presión, y me solté a llorar, abrazando fuertemente a Andy-

Andy: Hey, ¿qué pasó? ¿Te paso algo? ¿Alguien te hizo algo? –Sentí como me abrazó fuertemente-

Estaba inconsolable, la escena se repetia en mi cabeza una y otra vez, quería pensar que se trataba de un malentendido, pero no era así, era la cruda realidad, pero estando en los brazos de Andy, me hacía sentir completamente bien, tranquila y segura, me separe un poco, y a pesar de los ojos tan vidriosos, él me regaló una simple sonrisa, que me hizo sentir la mujer más feliz en ese momento. Miré el reloj, debía irme de ahí.

__: Debo irme

Andy: No, no te irás

__: ¿Pero qué estás diciendo Andy?

Andy: __, te vas a quedar a dormir aquí, no dejaré que te vayas y menos a tan altas horas de la noche

__: Pero...

Andy: Vuelve a decir pero y verás cómo te irá –Dijo en tono jugueton-

__: Pero...

Andy: Te lo buscaste –Se avalanzó sobre mi, haciéndome caer en la cama y me hizo cosquillas-

__: Jajajajajaja ¡basta Andy! ¡Todo menos eso! Jajajajajajaja

Andy: Me retaste, ahora enfrenta las consecuencias de tus actos –Mientras seguía-

__: Jajajajaja ¡por favor no! Jajajajajajaja

Andy: ¿Volverás a decir "pero"?

__: ¡No, ya no lo diré, lo juro! Jajajajaja

Andy: Ok, creo en ti –Dejó de hacerme cosquillas, él aún seguía arriba de mí, y besó mi frente-

Me perdí en sus ojos, esos hermosos ojos azules que me daban calma y llenaban mi alma, me regaló una sonrisa cálida y tierna, respondí del mismo modo, y de un momento a otro, sus labios hicieron conexión con los míos. No había problemas, no había tristeza en mi vida, éramos solo el y yo, y nuestras lenguas moviéndose a un compás lento y parejo...