Capítulo 3

2.3K 223 0
                                    

Isabella no había vuelto más, pero una vampirucha pelirroja si. Parece que llevaban meses tratando de matarla pero ella parecía jugar con nosotros.

Estaba dando mis rondas cuando vi a Jake salir del agua con Bella en brazos. No podía acercarme, estaba en la playa, me podrían ver. Durante este mes no he podido cambiar. Es frustrante.

Bella escupió el agua. Jake la abrazo con fuerza. Se nota que esta enamorado. Pero sabemos que va a terminar mal por muchas razones.

Primero, ella está enamorada de un vampiro y parece que es su compañera? No entiendo bien como va eso de los compañeros vampiros.

Segundo y más importante, no es la impronta de Jake.

Camine de vuelta al bosque. Cuando una sombra pelirroja pasó frente de mi. Te tengo maldita. Espere a que volviera a pasar y la embosque. Mordi su pierna con fuerza haciendo que grite. Embry llego y empezó a morder su cuello tratando de arrancar su cabeza. Pero la pelirroja enterró sus garras en el cuello del lobo haciendo que suelte un gillido de dolor.

Solte su pierna para lanzarme sobre su cuello pero con su pierna buena me dio una patada lanzándome a los árboles. Ella se fue corriendo, o más bien cojeando.

Maldecí internamente.

Cuando volví a la casa de Sam, estaba Jake molesto. Se movia de un lado a otro.

-se fue con la maldita sanguijuela- gruño de impotencia. Yo acerque emi hocico a sus manos en forma de apoyo.

No dije nada. No quería cagar las cosas y no soy muy bueno consolando personas. Simplemente me auede allí con el mientras lloraba sobre mi cuello.

Dis días habían pasado, y Jake apenas comía. Se notaba decaído. No había nada que pudiéramos hacer.

Estaba haciendo mis rondas. Como normalmente me toca hacer, cerca del tratado. Pero había algo diferente. Ese olor exquisito se hizo más presente. Me escondí entre los arbustos y observe el otro lado.

Había tres hombres cazando lo que parecía ser un venado. Cuando uno de ellos le salto encima acabando con su vida. Era un chico rubio. Se veía bastante serio. A su lado había otro rubio, aunque parecía más amable, miraba con diversión la cara del otro rubio.

El chico que estaba sobre el venado era enorme. Tenía músculos anchos, una espalda enorme y olía demasiado bien. Era bastante alto y su cabello era negro. Era simplemente hermoso. No había visto sus ojos, pero lo que podía ver me hacía pensar que era el ser más hermoso.

Sin querer pise una rama. Los tres voltearon sus cabezas en mi dirección. Maldije internamente. Espero que ninguno sea el que lea mentes.

Yo saque levemente mi cabeza de mi escondite. El rubio amable me sonrio. El que pareció un oso, Jesús. Tenía una enorme sonrisa. Parecía un Dios. Sus hombros eran anchos y su mandíbula se marcaba. Tenía unas orejas pequeñas y nariz pequeña. Y joder una sonrisa traviesa.

-buenas tardes, le puedes avisar a Sam que volvimos- dijo el rubio amable. Pero yo solo podía observarlo a él. Era como si de un imán se tratase.

El rubio con cara de serio sonrio divertido, aunque no se por que. Yo me limite a asentir y dar media vuelta. Muy encontra de mi voluntad, les di la espalda y volví a casa de Sam.
Al llegar Jake me miraba divertido.

-te divertiste?- yo rode los ojos. Hace unas semanas descubrí que solo Jake puede estar en mis pensamientos. Los demás lobos solo pueden escuchar lo que quiero. Pero Jake escuchaba todo siempre y cuando este en mi forma lobo ,osea todo el tiempo. 

"Cállate si?" Le dije caminando a mis sábanas para acostarme.

-enserio volvieron?- se veía mejor, pero su sonrisa era apagada.

Necesidad Enfermiza●Emmett Cullen●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora