Tenemos un pasado [Lee Su-hyeok]

01

JIYEON

—¡Al fin saldré de esta cárcel!—dije emocionada.

—No olvides llamarme.—dijo mi amiga de habitación abrazándome.

—Pues claro que llamaré.—dije deshaciendo el abrazo.—Hasta muy pronto, espero.—me despedí y me fui a la entrada.

—Te hemos cargado el móvil para que lo disfrutes en el avión.—me dijo la recepcionista entregándome mi teléfono y un cargador.

—Gracias.—dije con una sonrisa falsa.

—Espero no volver a verte por aquí.—dijo la directora detrás de mi.

—Lo mismo digo.—le contesté y cuando salí me esperaba un uber que me llevaría al aeropuerto.

Me metí en el uber y arrancamos para ir al aeropuerto y encendí mi móvil ya que lo tenia apagado y me empezaron a llegar muchos mensajes, me fijé en uno en concreto.

"Lee Su-hyeok"

Mierda este cabrón no me ha dejado en paz.

Ignoré todos los mensajes y llamé a mi hermana una vez que baje del uber.

—Hola hermanita.—la saludé una vez que me contestó.

—¿Ya estás en el aeropuerto?—me preguntó mi hermana.

—Si, ya voy a subir al avión.—le contesté.—No le digas a nadie que voy, seguro que vendrán en plan masa a abrazarme y no quiero.—le pedí.—Y mucho menos ver a Su-hyeok.—le especifiqué.

—Ohhh está bien.—me contestó un poco indecisa.

—Ya voy a subir al avión.—dije mientras empezaba a caminar.—Nos vemos.—me despedí y colgué.

Estuve en el avión escuchando la nueva discografía de Itzy, que no podía hacerlo dentro del internado.

Antes de que me diera cuenta ya había llegado a Hyosan y estaba mi padre esperándome en el aeropuerto.

—Has venido.—le dije acercándome, estaba molesta por que me mandara allí.

—Sabes que lo hice por tu bien.—me adelantó.

—En el fondo lo sé, pero no quiero aceptarlo.—le contesté y subí al coche.

—Este año tienes que concentrarte, tienes que mejorar tus notas.—me empezó a decir mi padre.

—Si me vas a soltar la chapa vuelvo a None of my business.—dije poniéndome los audífonos de nuevo hasta llegar a casa.

Cuando baje del coche y vi mi edificio me vi a mi misma.

Mi versión pasada.

—Bravo.—dijo mi yo del pasado aplaudiendo mientras se me acercaba.

—Tu ya no existes.—le contesté seria.

—Siempre estaré dentro de ti, recordándote todo lo que hiciste.—me dijo.—O mejor dicho, hicimos.—rectifiqué.