016

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—Dos pájaros de un tiro.—dijo Gwi-nam mirándonos a Cheong-san y a mi.

Le tiro un zombie a Su-hyeok encima y se acercó a Cheong-san con la barandilla en medio.

—Ya te tengo.—digo agarrándolo del suéter.

—¡Déjalo en paz!—le grité golpeándolo con el bate pero no se inmutó de nada y me miró con una sonrisa.—Mierda...—maldije y me volvió a tomar del cuello y levantarme del suelo.

—Me debes un ojo.—dijo enojado acercando a Cheong-san y apretando mi cuello.

Estaba al borde del desmayo de nuevo cuando noté que me soltaban de golpe y a Cheong-san.

—¿Estas bien?—me pregunto Cheong-san preocupado.

—Si.—dije con mala voz y con tos.

El me acercó a la puerta y vi como Nam-ra tiraba a Gwi-nam a la lona.

—¡Está abierto!—grito Joong-yeong sorprendido y empezamos a entrar como locos.

Vimos como el helicóptero se iba y empezamos a gritar.

Yo solo saltaba y movía los brazos por que tenia mal la voz y no quería arruinarla.

El helicóptero se fue y nos dejaron ahí a nuestra suerte.
Hyo-ryeong empezó a llorar en el suelo y mi hermana la consolaba.

Yo notaba como tenía la garganta en llamas pero no teníamos agua para beber.

—¿Estas bien?—me pregunto Su-hyeok y yo le asentí.—¿No puedes hablar?—me pregunto preocupado.

Trate de explicarle con señas que "no debería" pero no me entendía.

Escuchamos como alguien golpeaba la puerta y nos asustamos.

—¡Ji-yeon!—me llamó Gwi-nam al parecer molesto.—Ábreme la puerta.—me pidió.

Había silencio.

—Se ha ido.—dijo Nam-ra.—Le escucho respirar.—nos dijo.

Trate de aclararme la garganta con saliva.

—Deberíamos hacer una señal de socorro.—dije con mala voz.—Que obsesión tiene Gwi-nam con mi cuello—dije con la mano en la garganta.

—Pues la misma que tiene Des-su.—dijo Dae-su y lo miré enojada.—No dije nada.—dijo asustado.

Con los materiales que habían ahí hicimos una señal de SOS.

Estaba agarrando algo pesado y Su-hyeok estaba ayudándome.

—Ji-yeon.—me llamó Cheong-san y lo miré.—¿No me dijiste que Gwi-nam murió?—me pregunto.

—Pensaba que murió cuando Su-hyeok lo aventó por la ventana.—le expliqué.— Creo que simplemente es inmortal.—

—¿La chica del despacho era igual a el?—me preguntó Cheong-san.

—Seguramente.—le conteste.

—Puede que Nam-ra sea igual que ellos.—dijo Cheong-san y miré a Nam-ra.

—Ella está bien.—le contesté tranquila.

—No puedes garantizarlo.—le contesté y me fui a agarrar otra cosa.

—Ji-yeon.—me llamó Cheong-san pero no le deje acabar.

—¿Si fuera mi hermana la echarías?—le pregunté antes de irme.

La señal ya estaba hecha solo faltaba una fogata y estaban trabajando en ello.

Dae-su hasta se había puesto a rezar.

Tenemos un pasado [Lee Su-hyeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora