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Ya estaba desayunando en la mesa con mi padre y mi hermana, estábamos desayunando pollo que nos dio la mamá de Cheong-san.

—Ya casi son sus exámenes.—nos dijo nuestro padre mientras se acercaba a la mesa.

—Siempre hablas de esas cosas mientras comemos.—le reprocho On-jo.

—¿Y cuando debo hacerlo?—le preguntó.—Recuerden que deben comer verdura.—nos recordó mientras sacaba algo de la nevera.—Todos sabemos que tú no sacarás buenas notas.—le dijo mi padre a On-jo.—Y tú si no fueras tan vaga también podrías.—me dijo y yo le di una sonrisa sarcástica.—Así que no se estresen por eso.—acabó.

—No te preocupes, puedo hacerlo.—le reprochó On-jo.

—No me preocupo, es sólo que no espero nada.—le aclaro nuestro padre.—¿Tu no dices nada?—me preguntó.

—Yo prefiero comer pollo.—contesté y me lleve un bocado a la boca.

—¿Esto se los dio Cheong-san?—nos preguntó cambiando de tema.—Hace dos días...—dijo nuestro padre mientras comía.—hubo un accidente en el peaje y fui a ver.—nos contó mientras comíamos.— y, no importa si eres rico o pobre, inteligente o tonto, los accidentes son iguales para todos.—nos explicó.—Las notas no son importantes.—nos explico.—Lo
importante es estar saludable.—

—Si no tengo estudios tampoco tengo trabajo.—empecé a decir mientras comía.—Si no tengo trabajo, tampoco dinero y sin dinero no hay comida para estar saludable.—le contesté mientras comía pollo.

—Te prometo que pasare de grado.—dijo On-jo cambiando de tema.

—Tranquila.—le dijo mi padre chupándose los dedos.

—Juro que lo haré mejor que nunca.—le juro On-jo.

—No engañes a tu padre.—le dijo mi padre.—Come.—le dijo poniendo pollo en su plato.—Esta muy rico.—dijo mi padre y sonó el timbre.

—Es Cheong-san.—dijo On-jo ilusionada.

—Que puntual.—dije terminando de comer rápidamente.

—Papá ya nos vamos.—dijimos On-jo y yo a la vez levantándonos de la mesa y agarrando nuestras mochilas.

—Coman un poco más.—nos ordenó señalando nuestros platos pero no hicimos caso y nos fuimos a la puerta.—¿Se enojaron?—nos preguntó y nos fuimos.

Hicimos piedra papel o tijera y ganamos Cheong-san y yo y empezamos a celebrar y nos fijamos en que On-jo se iba.

—Te mataré por tramposa.—maldijo Cheong-san mientras On-jo corría.

—Yo te ayudaré a cavar el cuerpo.—le dije y chocamos puños y fuimos tras ella.

Se encerró en el ascensor y decidimos bajar por la escalera, llegamos antes que ella y la esperamos en la calle con la respiración agitada y On-jo salió tan tranquila con su celular.

—No es justo, eres una tramposa.—dijo Cheong-san y On-jo se acercó a nosotros.—Toma.—le dijo extendiendo su mochila.

—Mira esto.—dijo alzando el dedo.—Me lastime preparando el desayuno.—le dijo On-jo.

Cheong-san le puso la mochila colgando del brazo y yo hice lo mismo.—Andando, lacaya.—le dijo Cheong-san y empezamos a caminar.

On-jo trató de golpearlo pero el pudo esquivarlo.

Cuando el semáforo se puso en verde empezamos a correr.

Cheong-san golpeó a On-jo para fastidiarle y pudimos pasar los dos menos On-jo que se quedó la primera frente al maestro.

Tenemos un pasado [Lee Su-hyeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora