26. Caotico atractor de atencion

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Recuerdo vagamente el día en que lo conocí, porque honestamente pareciera como si siempre hubiera estado ahí

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Recuerdo vagamente el día en que lo conocí, porque honestamente pareciera como si siempre hubiera estado ahí. Estaba tan pequeño que mis recuerdos de aquel entonces se ven tan solo como unas cuantas imágenes de poco o nada contexto mezcladas con cosas creadas por mi hiperactiva imaginación. Tal vez mi cerebro simplemente desecho muchos de esos fragmentos porque no sabia lo relevante que esa persona había sido en mi vida, seguramente ni siquiera fue mi primer amigo, pero si el más real.

Tendría alrededor de unos cuatro años cuando mi mama empezó a llevarme a un parque cercano a la casa, prefería verme corriendo de un lado a otro y conviviendo con otros niños que viendo televisión. Nunca estaba solo, siempre había otros niños con los cuales jugar y mi cuerpo desde aquel entonces era tan inquieto que me costaba decidir por un solo juego, a parte a veces algunos niños llevaban sus pelotas, carritos o cualquier otro juguete y podía pasar la tarde entera de esa manera, creo que ni siquiera sabia sus nombres, pero en las horas que duraba en ese parque éramos "los mejores amigos".

Mi mama por otro lado siempre estaba pendiente de con quien me juntaba, y su memoria nunca fallaba. Me conto que ese día estaba jugando con las niñas a "la familia" y me habían pedido que jugara con ellas porque necesitaban de alguien que hiciera del "papá" cuando entonces llego este niño, que mi mama solo pudo describir como un "atractor de atención" porque siempre se dedicaba a molestar a las niñas, jalarlas del pelo, hacerles comentarios molestos, esconderle las cosas, cualquier forma de tener su atención; y ese día se puso a molestar diciendo que mejor lo eligieran a el como el papa, al parecer a mí también me pareció molesto y acabamos peleándonos a manotazos hasta que nuestros papas nos separaron.

Pero al día siguiente nuestra mente infantil ni siquiera lo recordaba y éramos los mejores amigos, así como así, como si esas palabras se pudieran tomar a la ligera. Nos volvimos inseparables.

Ya no solo jugaba con el en el parque, también iba a su casa y el iba a la mía puesto que vivíamos en la misma calle, y cuando empecé a ir a una escuela que quedaba cerca de la casa, claramente el estaba ahí también. La mayoría de años estábamos en el mismo salón, pero cuando no era asi buscábamos la forma de vernos entre clases y después de estas caminábamos juntos a casa.

Ya no solo era un atractor de atención, era un acaparador de atención.

Teníamos otros grupos de amigos, pero al final siempre acabábamos siendo solo los dos, porque nadie era mas importante que nuestra amistad.

El apodo que le había puesto mi mama le quedaba bien, porque no importaba a donde fuera era el centro de atención, todos querían juntarse con el y ser sus amigos, desbordaba esta confianza que lograba que todos los miraran, y siempre decía las estupideces adecuadas para que todos rieran, tenia un carisma que lo volvía el favorito de todos los estudiantes, pero el enemigo de los profesores y adultos. Era como un terremoto andante, era el tipo de persona que interrumpia a los profesores para hacer comentarios graciosos, era el tipo que rompia cosas por donde pasaba como si de un huracán se tratase, era un caos.

Aryan & HaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora