You Are so Pretty [YeHyun]

🌨 AZUL PASTEL 🌨

En medio de una conversación con su hyung que no terminó por llegar a ningún lado y luego de estar un buen rato sentado sin hacer nada con su mente vagando de un lado a otro, Yesung creyó que era buen momento para regresar a casa, después de todo, había tenido un largo día. Sentía un gran peso dentro de su cabeza, tal y como si ésta fuese a dolerle en cualquier momento. También temía que sí se arriesgaba a quedarse un rato más terminaría por olvidar el camino de regreso a la parada de autobuses.

Sí alguien le llegase a preguntar cómo se encontraba en ese momento, bueno...

"Confundido".

Sus pensamientos eran un completo desastre. En parte era gracias a los sabios consejos de su hyung , los cuales, le habían dejado más moretones que otra cosa. Sí le sumaba a todo lo anterior el asunto con la " castaña", realmente no pudo haber esperado terminar de otra forma que no fuese agotado. 

Se había despedido del contrario agitando su mano en el aire para después cerrar tras de sí la puerta del local de discos con el nombre CherryStar escrito en ella.

Después de ese momento, le resultó difícil descifrar cómo había regresado a su habitación. No recordaba enteramente la conversación que había seguido fluyendo después de lo último que le había dicho el mayor.  Ahora que lo pensaba, la solución que HeeChul le planteaba era demasiado obvia, tanto, que estaba seguro que al mayor no le había tomado mucho tiempo pensar en eso, y para su desgracia, ésta parecía ser la única solución que se le ocurría por el momento. La única que quizá solucionaría todos aquellos malestares que aquel bizarro acontecimiento le había provocado.

"Comprobarlo"

Llevó sus dedos hasta su mentón, y lo acarició un par de veces antes de pasarse a la zona de su filtrum.

Al mismo tiempo en que el moreno se deshacía de su chaqueta y daba un pequeño brinco hasta su cama, escuchó resonar la voz de su hyung, mientras que éste aparecía mágicamente dentro de una burbuja sobre su cabeza,"Compruébalo", fue lo que dijo. 

Giró un par de veces sobre la superficie mullida. Se sentía como sí no pudiese encontrar su lugar, o más bien, algo se lo estuviese impidiendo. Tomó una almohada entre sus manos para apretarla con fuerza, mientras que mantenía la vista bien clavada en los posters que había pegado en su techo ya hace un tiempo.

Giró nuevamente a su izquierda junto a la mesita de noche. Observó, una a una las burbujas de color verde que subían y bajaban dentro de su lámpara de lava. Tras haberlas contado una decena de veces volvió a disociar. Se trataba de una imagen bastante lucida, la cual se repetía constantemente en su cabeza, como sí ésta estuviese adherida con fuerza. Por más que intentó deshacerse de ella, siempre se encontraba regresando al mismo punto de partida. 

Estaba pensando en ella más de lo que quisiera. Al darse cuenta de ello, los vellos de su brazo se erizaron causándole un escalofrío que le hizo respingar.

¿Ella? ¿cómo podía ese pronombre encajar para describir a esa persona?

Pensó que ese había sido el motivo que había terminado por provocarle aquella inesperada reacción. Estaba pensando en él como una chica cuando, sí sus sospechas eran ciertas, solo se trataba de su compañero de clase usando un vestido y fingiendo ser una mujer.