🌸 ¿QUE DIRÍAS SÍ...? 🌸

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Mientras que el resto de la noche seguía su curso tal y como debería. Un joven pelinegro se encontraba en medio de una lucha interna consigo mismo. 

Se encontraba en medio de un remolino de confusión donde lidiaba con todas aquellas sensaciones tan desconocidas que habían surgido en su cuerpo. Terminó por sentirse aún más confundido cuando aquellas emociones, la cuales sin duda le incomodaban, comenzaron a sentirse demasiado familiares por algún motivo. Con familiares, se refería al hecho de ya haber experimentado una erección, no al hecho de que ésta hubiese sido provocada por haber soñado con un hombre que le susurraba cosas al oído.  

Siendo un adolescente, cuya sexualidad recién comenzaba a despertar, la masturbación era lo más normal que podría haber vivido hasta ahora. No era un fanático empedernido de dicha práctica como la mayoría, pero tampoco lo era de muchas otras cosas que los demás disfrutaban, y eso estaba bien para él. Sí, quizá no era del tipo que prestaba mucho atención en clase, ni era el más inteligente, pero al menos no se la pasaba presumiendo sobre cuantas veces se había corrido al día, o en que estaba pensando mientras lo hacía. 

Yesung gruñó con molestia. La presión dentro de sus pantalones comenzaba a volverse más dolorosa. Su habitación estaba fría, aún así sintió como una corriente de aire se escabullía por la ventana, pero su cuerpo seguía sintiéndose caliente y ya había comenzado a sudar. Sabía muy bien cuál era la solución más sencilla, pero la idea de satisfacerse a sí mismo le pareció tan irreal que no podía ni pensar en eso. 

No estaba bien. No estaba bien por un sinfín de motivos. No lo haría. No podía. No con la cara del castaño dentro de su cabeza.

Continuó repitiendo mientras golpeaba con fuerza la superficie mullida de su cama. Con evidente desesperación, terminó por aferrarse a las sabanas, mostrando un sentimiento de impotencia el cual fue suprimido por éstas. 


Suficiente.

Sintiendo que no podía más, hizo lo que cualquiera habría hecho en su sano juicio. Llenó la tina del baño con agua helada, lo suficiente como para sumergirse en ella hasta que el calor de su cuerpo, en especial de "aquella zona", se hubiesen disipado por completo. 

Su cuerpo y piel cálida resintieron el choque de temperatura. No le molestó del todo. Lo creyó un precio justo a pagar por haber tenido pensamientos como esos, aún así, no pudo evitar soltar un quejido, al mismo tiempo que apretaba con fuerza sus dientes, sintiendo como le invadían una serie de espasmos en todo el cuerpo. 

Castañeteó los dientes. No era nada agradable tomar una ducha helada en invierno, pero se dijo a sí mismo que todo pasaría pronto. 

Después de unos minutos escuchó la voz de su madre. — ¿No vas a bajar a cenar? — su voz sonaba tan lejana, que supuso que le hablaba desde la cocina.

— ¡No tengo hambre! — gritó con fuerza, esperando no tener que volver a repetirlo.

Tras no recibir respuesta de su omma, supo que ésta le dejaría en paz, por lo menos esa noche. Al pensar en eso, soltó un suspiro. Era cierto que no tenía apetito, ¿cómo podía tenerlo?, además, otra de las razones por las que no deseaba  volver a bajar era debido a su hermana. 

You Are so Pretty [YeHyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora