☕ÚLTIMA VEZ = PRIMERA CITA☕

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El delgado chico de mechones azabaches, un tanto desordenados debido al insistente viento, se hallaba demasiado concentrado en una y otra canción dentro de su cabeza, entre tanto, su cuerpo descansaba en una de las bancas de madera cerca del centro comercial y de algunos negocios de comida. Llevaba sus auriculares puestos. Su pie derecho golpeaba constantemente contra el piso de arriba abajo al ritmo de la música. El clima era el mismo de siempre, aquel al que ya se encontraba más que acostumbrado. El invierno tenía la manía de terminar un tanto tarde y comenzar demasiado rápido. En unos cuantos días más, estarían a primeros de marzo, y el clima helado persistía. Era tan impredecible como siempre. Las nubes, de distintos tonos grises, unos más oscuros que otros, eran arrastradas por le ventisca y se acumulaban en un mismo punto. No había esperanza de un cielo despejado, todo lo contrario, daba la sensación de que iría a llover, o de que se aproximaba una nevada, pero, al parecer, y según las predicciones del clima, tan solo se trataba del cielo jugándoles una inocente broma. Era una combinación monocromática agradable, le gustaban los días nublados.

Las personas que caminaban despreocupadamente sobre la acerca, iban cargados de ropa bastante abrigadora. Las chicas por fin habían comenzado a usar medias más altas, pero parecían no flaquear ante la idea de llevar falda corta.

Desde hace bastante tiempo, Yesung se había preguntado qué se encontraba detrás de aquella manía que tenían las chicas por llamar la atención usando ropa como esa, cuando era obvio que estaban muriendo de frío. De hecho, no le había visto el sentido hasta hace poco, ahora incluso, se podría decir que había desarrollado cierta predilección hacía ese tipo de atuendos. Cada vez que veía un vestido corto, una falda a tablas, o una blusa holgada, lo primero en lo que podía pensar, era en lo bien que se vería el castaño sí lo usara.

Pensamientos como esos siempre subyugaban su mente.

El pelinegro había descubierto lo problemático que podía resultar pensar demasiado en una persona, especialmente, cuando se trataba de una persona que te interesaba más de la cuenta. Yesung lo sabía. Quizá lo supo todo este tiempo antes de finalmente admitirlo. Incluso el decirlo abiertamente para sí mismo, le atraía ciertos problemas. Por suerte, estaba seguro de que nadie podría infiltrarse en su mente, y averiguar que estaba pensando en ese tipo de cosas. De todas formas, la única persona que debería importarle ya estaba enterada. Él mismo se lo había dicho a Cho, le había dicho que le gustaba, que le gustaba verlo vestido como una chica.

Y bueno, puede que debido a lo inútil que era su intuición, quizá estaba equivocado, pero creía estar seguro que aquello, de vestirse como una chica, hacía sentir feliz al castaño. No quería que dejase de hacerlo por su culpa. Él jamás le diría a nadie. Jamás sería su intención herirlo de esa manera.

Pero, como era fácil de anticipar, el contrario había respondido con una negativa a su confesión, aquello que tanto le había costado admitir, había sido tomado a la ligera por ese castaño.

— Por favor, solo una vez más. — dijo, estando demasiado cerca de Cho.

Cuando se le aproximó lo suficiente, tanto como para tener un espacio considerable cerca de aquel tentador cuello desprotegido, sintió ganas de ir más allá. Era consciente del cómo la piel del contrario se estremecía bajo su aliento desprendiéndose de sus labios, aunque éste pareciese desesperado por conservar una expresión inamovible. Vio a Cho desviar su rostro, mientras que sus mejillas se tornaban rosadas. Yesung encontró sumamente encantadora esa nueva percepción nerviosa y acalorada del castaño. Sus ojos se mostraban un poco temblorosos, todo lo contrario a la mueca en sus labios y el ceño fruncido en medio de sus cejas. Cho le veía con molestia, eso sin lugar a dudas, sin embargo, permanecía estático, como si de verdad estuviese considerando la propuesta que le acababa de hacer, y aquello le puso feliz un momento.

You Are so Pretty [YeHyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora