∆ PLUS HICCSTRID ∆

SUMMER

(Este no sabía como ponerle, porque no es un cliché en sí, pero se desarrolla en
verano)

Descripción: Hiccup y Astrid, dos jovenes que se han visto envueltos en los obstáculos y tratan de buscar su final feliz en medio de una realidad fría. Aunque sea separados.

"Soltar duele.
¿Y sostener lo de insostenible?"

- ¡¿Qué tan emocionada estás?!

- Mil por mil, Heather. Sabés que lo único que esperó del verano es esto.

- Que raro. Eres la única persona que escuchó que le gusta solo el verano por trabajo.

-Si, sí, sabes que soy un envoltorio lleno de cosas extrañas.

- ¡Demasiado!... Oh, ¿Es qué aún tienes la esperanza de cumplir esa pequeña fantasía?

- Ay por favor, sabe que deje de desear verlo desde hace años. Es imposible.

- Cómo tú digas...Bueno te dejó, aquí esta la parte de la humanidad que tiene que recuperar materias en verano. Nos hablamos luego.

- Dale, te mandó toda la suerte del mundo.

- La necesito, chau Vikinga.

- Chau Vikinga.

Astrid guardó su teléfono y bajó en su estación atravesando el mar de gente, la ciudad era muy concurrida y más en verano, zona costera después de todo.

Aún le faltaban unas cuadras para llegar a su destino, pero decidió caminar y pasar a comprar unos dulces para su Jefa que aunque no era una gran amante a los dulces, ella sabía cómo llegarle.

Astrid Hofferson si que era un envoltorio de raras circunstancias. Empezando porque solo esperaba el verano para trabajar en una cafetería a unos Kilómetros solo de la playa, que aunque a simple vista era como cualquiera que buscaba ganar bien en esa temporada del año, tenía cosas especiales que dejan atrapados a sus clientes y era por eso que Astrid había empezado a trabajar ahí.

Más bien porque había llegado ahí luego de pelear con sus abuelos.

Ella era una Huérfana, Huérfana de oro, como bien le había dicho alguien en algún punto de la vida. Así que luego que sus padres murieron y que ningún familiar la recibió tuvo que irse a vivir con sus abuelos a un pueblo costero donde ellos se habían ido para huir de la ciudad, pero no esperaban que la hija de su hija problema llegará a ellos. Al principio la convivencia era sensible, ellos no sabían cómo tratarla y Astrid entraba en la adolescencia y en la etapa donde mostraba su dolor con enojos e insultos.

Hasta que llegó él.

Así que luego de un día de pelea, ella llegó aquella cafetería a ayudar a una dulce mujer castaña y por primera vez se sentía querida y escuchada. Siguió frecuentando, hasta que la mujer le empezó a ofrecer más trabajo y darle dinero, cosa que Astrid aceptaba con gusto. Sus abuelos no vieron mal que trabajará, después de todo no hacía nada en casa y conocían a la mujer.