Alicia en el pais de las maravillas.

Capítulo Dieciséis "¿Estas loca?"

TERCER CAPÍTULO DEL MARATÓN 3/3. NO OLVIDEN COMENTAR:)

Narrador: Alicia
Después de que Stayne dejará el castillo, corrí velozmente hacia mi habitación. Cuando llegue, abrí la puerta con la firme esperanza de que Landon estuviera, pero al parecer estaba en lo incorrecto. Bueno, creo que era mejor hacer lo que debía sola.

Salí de la habitación y baje corriendo las escaleras, el castillo estaba increíblemente solo. Vagué por los pasillos del castillo, con el gran y firme propósito de hallar de nuevo la habitación donde me había capturado el Anciano, a pesar de que era riesgoso sabia que podría hallar algo.

Finalmente di con el pasillo, corrí hacia la puerta e intenté abrirla, el intento fue en vano por que estaba cerrada con llave.

-Maldición -dije susurrando-. Ya será para lo próxima.

Me desplacé por el pasillo intentando recordar de nuevo el camino que debía tomar, corrí y mi corazón dio un grito de alegría al hallar las escaleras que había estado buscando.

Baje el primer escalón con cautela, me mentalicé a dejar de hacer ruido desde ese entonces, después de volverme totalmente silenciosa continúe bajando.

Continúe bajando, debía bajar muchísimos escalones hasta llegar a las prisiones, cuando llegué finalmente, agradecí que el guardia no estuviera, pero había dejado su espada así que pronto volvería. Caminé lentamente por el pasillo hasta que di con su prision.

La prisión del Sombrerero.

Me quede parada en frente, suspiré y entré.
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Narrador: Reina Blanca
Entré corriendo al castillo, vaya que me preocupaba como estaban todos los habitantes, entré al vestíbulo con escombros e inmediatamente busqué al guardia encargado.

Lo encontré y corrí hacia él, pero justo antes de que llegará en donde se encontraba un ruido a mis espaldas me interrumpió. El gato que se había quedado acostado en uno de los sillones se levantó y se asomó.

Volteé a verlo, Chesire me miró con unos ojos de tremendo espanto, corrí hacia el gran ventanal a ver que sucedía.

Mi corazón se hizo helado. Me dio un vuelco en el estomago como jamás había experimentado, mis ojos de sorpresa impactaron y las manos comenzaron a temblarme.

Un séquito de guardias con armaduras negras se aproximaba hacia el castillo, atrás había un Anciano rodeado de las guardias con ojos verdes, un verde muy intenso.

Y a lo lejos, Stayne llegaba cabalgando.
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Narrador: Alicia
Respiré hondo y entré en la prisión del Sombrerero. Mi amigo, se encontraba aun peor que la vez pasada, estaba prácticamente en los huesos y esta vez aunque ya no tenía maquillaje tenía la piel mas blanca que un hueso.

Estuve a punto de romperme a llorar, pero necesitaba actuar.

Me acerqué a él, el Sombrerero por fin volteó a verme y sus ojos se exaltaron.

-No Alicia, no me digas que tu también quedaste encarcelada -dijo con la voz temblorosa.

-No, vengo a ayudarte. Juntos saldremos de aquí -dije, la verdad no perdía nada con intentarlo a pesar de la magia que tenía la prisión.

-Alicia, tiene magia la prisión. ¡Estoy encerrado con magia! ¡No lo comprendes! ¡Es que...

-¡Sonbrerero!

Se calmó, y lagrimas comenzaron a derramarse hacia el suelo.

-¿No perdemos nada con intentarlo o si? -dije. El guardia pronto llegaría y nos estábamos quedando sin tiempo.

-No, creo que no perdemos nada -dijo triste.

-Anda, vamos

Me quede atrás y le di un pequeño empujón en la espalda para que se decidiera a caminar hacia la entrada.

Un paso, otro.

Un par de pasos y llegaba a la puerta.

Cuando llego, se detuvo. Respiro profundo y continúo avanzando, y finalmente salió.

Se quedó en Shock igual que yo, corrí hacia él para abrazarlo de felicidad, pero cuando llegue a la puerta fue como si algo invisible no me lo permitiera.

Como si una puerta invisible existiera, a pesar de que la de madera estaba abierta de par en par. Mis ojos cambiaron momentáneamente.

Entendí como funcionaba la prisión, necesitaba a fuerzas tener a una persona dentro.