Envuelto por una oscuridad absoluta resonaba una pregunta en voz de Madara ¿Qué hice mal? ¿En que falle? ¿Por qué?... no sabía cuánto tiempo llevaba repitiendo las mismas incógnitas sin que nadie le respondiera hasta que una silueta negra le habló i...
Canción de Madara para su bebé https://www.youtube.com/watch?v=uZ_tHQyBZYA
En medio de la oscuridad una voz familiar lo llamó, Madara volteo reconociéndole de inmediato era su querido hermano Izuna, ambos estaban parados en un campo de flores carmesí.
-¡Izuna! – abrazó con fuerza sin impedimentos separándose para ver su estómago sin abultar.
-no, espera yo... estaba embarazado- recordó llevándose las manos al vientre plano.
-... concéntrate hermano estas rodeado... - cada una de las higanbanas se prendió en llamas extendiese hasta dejarlo en medio de un amenazante incendio-Izuna, Izuna- entre vio a su hermano fuera de peligro- me llevaré a mi sobrino, no te preocupes por nada lo cuidaremos bien- sonrió alejándose por lo que sin pensarlo dos veces Madara atravesó el fuego tomándolo del hombro para detener y recuperar el bebé envuelto en una cobija blanca- no puedes llevártelo es mi hijo.
-aquí no será amado, sufrirá ¿Quieres eso para él hermano? - entre recordó el rechazo de Tobirama borrando de golpe la imagen por recuerdos de mimos que recibió de Hashirama.
-su papá lo está esperando, Hashirama nos está buscando el vendrá por nosotros-afirmó.
-Madara él ya te falló una vez, no vendrá los dejará aquí...-señaló las llamas que continuaba consumiendo todo alrededor.
-¡SI VENDRÁ!- cerró los ojos apretando suavemente en su pecho al pequeño de manera protectora.
- ... está bien, solo no dejes que la flor llegue a tu hijo-susurró viendo modificar el panorama de caos por un llano verde y cielo azul- hermano no importa que, siempre estaré orgulloso de ti, de los dos...-refirió al bebé despejando dudas anteriores en el hermano mayor.
-Izuna- el menor de los Uchiha empezó a perder forma mientras sonreía...moviendo los labios diciéndole algo indescifrable ante la falta de voz.
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Con los ojos humedecidos Madara despertó de nuevo bajo su realidad, había perdido la cuenta de los días transcurridos desde que los Uzumaki lo trasladaron por cuarta ocasión a una nueva prisión, admitía que en un principio creyó que Hashirama llegaría apenas se establecieron, pero no ocurrió... aun así permaneció firme confiando en él, suponiendo al menos estaba haciendo algo muy bien ya que todos los días notaba a sus captores nerviosos o lesionados como si allá fuera estuviera ocurriendo algún tipo de guerra.
Sintió patadas en su estómago que lo hicieron salir de sus pensamientos y sonrió- vaya sueño ¿No crees? – acarició por lo inquieto que estaba su hijo entre resonando la tonada de su canción...
