Un deseo puro

Epílogo "Cómo desees"

Jin Ling sonrió vaciando desde la licuadora en el enorme vaso de cristal el líquido glutinoso que Mo Xuan Yu miró con cierta desconfianza. Tenía que darles a beber las esferitas, estaba seguro, las había dejado Jun Wu cuando desapareció.

Y de cierta forma sabía que era lo que les robó cuando ellos fueron, aunque no lo recordaran.

-No importa cómo se ve, lo que importa es que será bueno para tu salud -Señaló el Jin orgulloso, Wei Ying observó su vaso, no tenía idea de porque el suyo era rojo y el de los demás de otros colores.
-¿Estás completamente seguro de que no le hará daño? -Cuestionó Xue Yang observando el batido
-Tan seguro como que puedes morirte de risa y no es divertido -Indicó Jin Ling
-Pensé... Que sí -Susurró Ru Song tragando pesado mientras sostenía el suyo
-Para nada, absolutamente no es, te duele todo, luego te da vueltas la cabeza y ¡Pam! Te mueres -Señaló Jingyi

Jiang Cheng tomó su vaso y lo empinó sobre sus labios, asintió un par de veces mientras tomaba el resto. Wei Wuxian apretó sus párpados y sin más remedio se bebió el suyo sin detenerse, tanto Ru Song como Mo Xuan Yu le imitaron.

-Fue como tragarme un tapete -Señaló Jiang Cheng después, demasiado tarde para el resto que lo habían seguido.

Con muecas de diferente índole, como por ejemplo, Xuan Yu que cerró los ojos y elegantemente secó sus labios con un pañuelo, evitando no vomitar o Ru Song que tosió varias veces. Wei Wuxian que sonrió con algunas lágrimas en sus comisuras.

Ése día todos vetaron a Jin Ling de la cocina, hasta que tomara clases o mínimo sus licuados supieran a algo mejor que lo que habían probado.

Pero... Xuan Yu jamás volvió a pisar un hospital en toda su vida, su condición mejoró tanto que pudo hacer lo que siempre quiso, viajar por el mundo y abrir varias tiendas, le enviaba modelos nuevos y postales a Jin Ling, así como fotografías, acompañado de su alfa, Xue Yang que la pasaba bastante bien en todos lados.

El tío Wei tuvo un contrato sobre sus videojuegos, los harían películas, además varias empresas se interesaron en sus proyectos, los contratos le llovían como sí la misma suerte estuviera de su lado.

Jiang Cheng descubrió algo que había olvidado, dormir, aparentemente contrató a una persona suficientemente capaz de poder llevar las cosas sin la necesidad de él estar presente y ahora tenía tanto tiempo libre que incluso salía de pesca, aunque no le gustaba y jamás traía nada, siempre refunfuñando que la próxima vez cenarían un enorme pez sobre el que puso el ojo.

Jin Ling dijo que había leído esa historia, pero con una ballena blanca.

Ru Song se fue a Ámsterdam y si fuera poco, ahora era la estrella del equipo de baloncesto ¿Quién diría que sus problemas del corazón eran un simple soplo que ya había sanado?

En cuanto al tío Yao... Rulan decidió decirle la verdad "Yo no soy tu hijo tío pequeño, es Ru Song, deberías regalarle cosas a él, además ya no soy un niño, no necesito más juguetes"

Y Jin Chan... Por alguna razón durante la fiesta salió corriendo después de que Jingyi y Sizhui se lo llevaran al balcón para conversar amistosamente de "alfa a alfa" ahora le tenía miedo a las alturas, además evitaba a Jin Ling cómo si fuera la peste.

Mejor para él, esa habitación roja se cerraría con llave y volvería a abrirse muchos años después, sólo para sacar los muebles y pintarla en color verde, aunque jamás volvió a usarse más que para guardar cajas con adornos de navidad. Jin Chan pasaría el resto de su vida fuera del país. No lo volvería a ver, ni en las reuniones familiares.

Ni siquiera el día de su boda, en realidad su esposo lo esperaba con ansias de platicar con él en el balcón nuevamente, pero no llegó.

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El misterio más grande dentro de la casa de la familia Jiang/Wei/Lan era uno y sólo uno.