Semilla negra

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Si esperaban que el agua fuera fresca y dulce, estuvieron en un error, tenía sabor terroso y amargo, pero pudieron refrescar sus secas gargantas, quien peor la había pasado era indudablemente SiZhui, se había esforzado hasta el límite para salvarlos, Jin Ling no entendía porque también lo salvó, hasta el momento no había hecho algo que ameritara ser rescatado.

¿No sería natural dejarlo atrás?

Sacudió la cabeza, en este punto era más cercano de lo que quería con esos chicos... No se suponía que se convertirían en nada, además, una vez terminara la ridícula aventura se iría para siempre. Viviría en torre Koi en el verano y pasaría su ciclo escolar en Ámsterdam.

No debía olvidar su propósito, dejar todo en orden para no tener arrepentimientos ¿No decía eso el tío Wei? ¿Que había que vivir sin arrepentirse de nada? Y él no lo haría si se marchaba, al final todos ganarían, la nueva familia viviría en paz y él estaría con la familia que sí lo quería.

Ganar-Ganar.

Así que tenían que avanzar más y más pronto, sólo deberían llegar al castillo y eso era todo, la felicidades estaba a la vuelta de la esquina.

-Ahora que ya la tienen, regrésalo -Demandó Zhuzhi-Lang y Jin Ling le miró significativamente
-¿Tenemos que atravesar esas puertas forzosamente? -Preguntó y Sizhui que acababa de recuperarse un poco, así como Jingyi miraron al otro
-La puerta de la risa lleva directamente al salón principal del Jun Wu, la otra... Al jardín trasero o pueden seguir dando vueltas en círculos -Respondió mirando a otro lado el aludido
-¿Qué hay en la otra? -Preguntó Jingyi
-Otra manera de llegar-Señaló encogiéndose en hombros , el Omega exhaló
-¿Es peligrosa? -Cuestionó Jingyi
-Absolutamente, todo aquí, hasta la risa es peligroso -Señaló el muchacho
-¿Qué pasa dentro de esa puerta? -Preguntó Sizhui poniéndose en pie, aunque por el mareo tuvo que apoyarse en el árbol, después recordó al que estaba dentro de la puerta y quitó la mano, pensó que quedaría con traumas con los árboles de por vida
-Esa es una buena pregunta, les harán hablar... -Comentó el chico arrebatando la cadenita a Jingyi
-¿¡Hasta morir!? -Preguntó el Lan
-Depende de como lo vean, mejor dicho ahí... Si no hablan se mueren -Contó como si nada antes de mirar a otro lado

Los tres intercambiaron miradas, morir de risa, morir si no hablas... Ninguna sonaba bien.

-Aunque ya no tienen opción -Zhuzhi -Lang hizo una seña a Jingyi que subió a dónde estaba el otro de pie, se talló varias veces los ojos
-No me van a creer... -Murmuró
-No hay otro camino -Exhaló Sizhui, como era costumbre... Ya había cambiado todo y ahora debían seguir por ese lugar, el resto estaba bloqueado
-Tramposo -Gruñó Jin Ling

No restaba más que intentar con la otra puerta. Llegaron a ella que cantaba felizmente sin la mancuerna en sus labios, Jingyi tomó el aro del sueño y se acercó a ella.
-Lo siento -dijo, y empujó la anilla contra los labios del llamador. Él frunció la boca y se resistió -Oh, vamos -Jingyi empujó y lo intentó de nuevo. El llamador frunció el ceño y apretó los labios más firmemente.
-¡Abre la boca! -Ordenó Jin Ling pero, no hubo cambio en el mohín -Como un bebé terco
-¿A quien te recuerda? -Preguntó el Lan con el anillo en las manos, entonces Sizhui tuvo una idea
-A ti -Contestó y le quitó el aro. Con un dedo y el pulgar, apretó la nariz del llamador. Él aguantó un rato, frunciendo el ceño más y más fieramente, pero al final tuvo que abrir la boca para respirar.
-¡Demonios! -jadeó.
En un momento, Sizhui le había vuelto a meter la anilla en la boca, y llamaba a la puerta.
-Cuando no querías comer las verduras hacia esto -Recordó Sizhui y Jingyi le frunció el cejo junto con la nariz, claramente disgustado.

Él llamador estaba protestando.

-Kgrmpf. Mble. Mble. Mble. Grmfff.
-Lo siento -dijo el alfa-. Tuve que hacerlo.
-Da igual -le dijo el primer llamador-. Está acostumbrado.

Un deseo puro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora