Verdades y Deseos A La Luz

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-Un mes enterró en recuperación, las raíces de esta maldición crecieron profundas, hicimos lo que pudimos, e incluso aún con la ayuda de la pequeña, tenemos que dejar el resto a la naturaleza, con estás circunstancias inusuales, esto no hubiera llevado tanto tiempo-

Izuku empezó a abrir sus ojos, estaba en un lugar desconocido, sentía la familiar y nostálgica sensación de las vendas cubriendo su cuerpo, mientras su vista comenzaba a aclararse.

-...ugh... duele...-el joven respiro hondo, sintiendo el dolor recorrer su cuerpo-¿Dónde estoy...?, ¿Que me pasó...?-

El joven miro el techo de la habitación, dejo salir un suspiro mientras a su mente llegaban los recuerdos de lo ocurrido contra el Pontífice.

Izuku empezó a reaccionar, bajando la mirada, el estaba acostado en una enorme cama, viendo cómo Nejire, Raphtalia, Filo y Melty estaban recostadas junto a él, y el cómo Eri dormía sobre el, abrazándolo con fuerza, notando algo que le llamo la atención, el cuerno de Eri se había encogido casi al punto de que se pudiera ocultar bajo su cabello.

Izuku veía sus estadísticas, sentía su cuerpo pesado, y al ver el resultado de sus acciones.

Blood Sacrifice.

No solo había sido un ataque de lastimó su cuerpo, a pesar de que las heridas y quemaduras de la maldición fueron eliminadas en su mayoría, era una maldición que terminó por consumir todas sus estadísticas en un 30%.

-Oigan... ¿que hacen...?-el joven pregunto moviéndose un poco para que la cama se sacudiera ligeramente.

Las chicas empezaron a reaccionar, pero al verlo Eri solo lo abrazo más fuerte, mientras Filo se lanzo encima de el, volviendo a tumbarlo en la cama.

-¡Maestro!, ¡Al fin despierta!-grito Filo lo cual dejo algo confundido a Izuku, pero estaba feliz de verlas bien, dándole unas palmadas a ambas.

-¿Hasta cuándo pensabas dormir...?-Melty parecía al borde de las lágrimas, pero se esforzó para evitar que salieran.

El joven volteó a ver a las dos mayores, Nejire y Raphtalia se veían alegres, limpiándose algunas lágrimas mientras sonreían.

-Lo siento si las preocupe...-comento Izuku viendo sus brazos-¿De que me perdí?-

Raphtalia y Nejire junto a los médicos empezaron a explicarle lo ocurrido, después de la batalla el había Sido transportado en el carro médico hasta una ciudad cercana al castillo.

El joven había estado después de la batalla, y todo el día siguiente durmiendo sin dar signos de reaccionar, aunque era una sorpresa para los médicos que el despertara tan pronto.

La Reina había movilizado a varios medicos, incluyendo algunos médicos de la familia real, era claro que intento salvarlo a toda costa.

Además que durante el camino Eri había perdido el control de su quirk por el miedo de ver al peliverde herido.

Toda la energía se había desbordado hacia el peliverde, y aunque ayudo con la maldicion que las chicas tenían al haber sujetado a Izuku, la maldición de Izuku no pudo ser eliminada con el Rebobinar de la pequeña.

Izuku escuchaba aquello atentamente mientras una enfermera le cambiaba los vendanes, viendo cómo Eri dormía sobre sus piernas, pese que aquello llevaba un día de haber pasado, aún se veía algo cansada tras lo ocurrido.

-Ya veo... casi muero por culpa de la maldición...-murmuro Izuku mientras la enfermera termino con sus vendajes y dejo al grupo solo-todo un mes en recuperarme... al menos estaré recuperado para la siguiente ola...-

El Héroe Portador Del EscudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora