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Después de años de lucha, el hermano menor logra aprender a cabalgar sobre el caballo que fue una especie de regalo por ser uno de los mejores arqueros en el reino Alab.

—Jisung, eres maravilloso —anima su hermano mayor, Jeno.

—Lo dices porque eres mi hermano.

—Digo lo que veo. Deberías aceptar salir con Yangyang. Sabes que te quiere de verdad —Jeno comenta con una uva en su boca —. Deberías dejar el pasado atrás y avanzar.

Jisung forma una mueca de disgusto.

La última relación sería que estaba por formar se trataba del soldado o caballero, Chenle, unos centímetros más bajo que él, que abandonaba el reino Ventura para llegar al suyo y decirse unas cuantas palabras de amor.

—No. Gracias. No se supone que me permitas salir con una jerarquía menor a la nuestra.

—No tengo problema. Nadie pide nacer en el estatus que nacemos, Sung.

—Se dice que Yangyang sólo busca un rato conmigo. No quiero ser su juguete como lo fui con Chenle.

Jeno niega tranquilo. Su pequeño hermano sigue siendo el mismo terrón de azúcar que desde que nació.

—No fuiste el juguete de Chenle. Chenle cumplió con su trabajo y también te protegió, no puedes ser injusto con él.

—¡Por su culpa casi mueres!

—Nadie es culpable de las decisiones que yo tomo. Chenle tenía que cuidar de Jaemin.

—Ese estúpido Príncipe sólo se preocupó por él, junto con el imbécil de Renjun.

—Ambos hicieron lo que tenían que hacer que para que los tres estuviéramos bien. Me duele ya no estar con ellos, pero así lo quiso la vida y el destino.

Jisung recuerda ver a su hermano arrodillado, sacando sangre de la boca, herido por culpa del príncipe Jaemin. Chenle fue el culpable, quizá ante los ojos de terceros no fue culpa de nadie, pero para Jisung fue culpa de Chenle.

Jisung desconocía la rara relación que tenía su hermano con los dos hombres, incluso pensó que Jeno engañaba a ambos hombres.

Descubrió esa relación cuando tuvo a su hermano frente a sus ojos casi rogar por su vida a uno de los soldados de Jaemin. Chenle era un caballero que su rol era cuidar al trio de enamorados para que no fueran juzgados. Sin embargo, en un encuentro a escondidas como los demás, uno de los soldados descubrió a Renjun y Jaemin discutiendo, alarmando al soldado que su Príncipe se encontraba en peligro.

Chenle abandonó su única labor para estar con Jisung y entretenerlo para que no se enterara que él estaba a favor de que el trio se amara.

Las cosas no salieron como en la cabeza del caballero de Alab. Cuando golpes y gritos fueron escuchados en las fronteras del reino Ventura y Alab.

Jeno acabó con su prestigio en el reino Alab para que sus dos chicos estuvieran bien.

Jisung recuerda con coraje la cara de los tres hombres: Renjun, Jaemin y Chenle no haciendo nada cuando el soldado iba a clavar la espada en cuello de Jeno. Ninguno de los tres haría algo por su hermano más que él mismo tomar el dolor y matar por primera vez a alguien.

—Los dos somos adultos, Jeno —Jisung repela en su caballo—. Pero eso no significa que no me hagas falta.

—Ha pasado tanto tiempo de eso. Perdona a Chenle, él culpable soy yo. Tú no querías aceptar mi relación con ellos dos, yo soy el único culpable de casi perder mi vida.

Jeno había hecho parecer que la discusión fue porque él había robado oro a Jaemin, sólo para que no condenaran a muerte a Renjun y quitarle el prestigio de futuro Rey a Jaemin. Prefirió hacer la discusión a su manera con tal de que sus chicos mantuvieran su vida normal.

Jeno no volvió a saber de ambos desde ese día, y había pasado hace tantos meses que Jeno lo recuerda con gracia y con el corazón roto.

—Chenle tenía que cuidar que nadie los lastimara. Yo tenía que preferirte a ti antes que a él. Yo soy tu familia, Jeno, tal vez no aceptaría esa relación, pero jamás haría algo en contra.

—Ya pasó... Olvídalo.

—Es tan fácil para ti, porque tú no viste a tu hermano al borde de la muerte.


Royal Lover - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora