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[Narra Becca]

Desperté con una sensación extraña, una mezcla de confusión y pesadez en mi interior

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Desperté con una sensación extraña, una mezcla de confusión y pesadez en mi interior. La noche había sido un escape a la realidad que tanto necesitaba, pero el recuerdo de mi desborde emocional seguía dando vueltas.
Me levanté de la cama sin tratar de apoyar las manos que aún estaban vendadas y adoloridas. Me vestí rápidamente como pude, en un esfuerzo por despejarme y salir de mi habitación. Necesitaba ver a los chicos y saber que estaba todo bien después de llegar a casa colapsada.

Al salir de mi habitación, me dirigí hacia la sala. La luz matutina inundaba el espacio, haciendo que la habitación pareciera un poco más acogedora de lo que recordaba.

Mi mirada se posó en el sofá, y allí estaba Alex, dormido en una posición incómoda. Sus piernas estaban estiradas, pero sus brazos estaban arrugados bajo su cuerpo, dando la impresión de que había buscado el sueño en medio de una batalla con el sofá. Su cabello azul, que normalmente llevaba en un estilo cuidadosamente desordenado, ahora caía en mechones despeinados sobre la almohada. Algunos de esos mechones caían sobre su frente, creando una especie de sombra que enmarca su rostro mientras dormía.

La luz matutina resaltaba los contornos de su rostro, dándole una apariencia casi etérea. La respiración de Alex era tranquila y regular, con el ritmo pausado de alguien que estaba dormido.

Me acerqué con pasos silenciosos, queriendo no interrumpir su descanso. Mientras me acercaba, no pude evitar observarlo con una atención que nunca antes le había prestado. Noté detalles que antes habían pasado desapercibidos para mí.

Un pequeño lunar oscuro estaba situado cerca de su labio superior, justo al borde de la comisura de la boca. Era un rasgo sutil pero distintivo que daba carácter a su rostro. También observé una pequeña cicatriz en su frente, justo en el centro de la línea del cabello. La cicatriz era apenas visible, un indicio de una herida antigua que había sanado pero dejado su marca.

—Buenos días, Becca —dijo, tratando de sonreír a pesar de la evidente falta de sueño en sus ojos—. ¿Cómo te sientes?

—Mucho mejor, gracias —respondí, tratando de mantener una actitud positiva. Miré hacia el sofá—. ¿Qué pasó anoche? ¿Por qué está Alex aquí?

Harry suspiró, mirándome con una mezcla de preocupación y cansancio.

—Después de que te fuiste, Alex nos dijo que quería quedarse a ayudarte. Y, bueno, cuando dijiste que estabas cansada, no pudimos hacer nada más que aceptar su oferta. No es solo por lo de ayer. Estaba preocupado por ti y decidió quedarse para asegurarse de que estuvieras bien.

Asentí lentamente, sintiendo un leve rubor en mis mejillas. El gesto de Alex había sido más que amable, había sido un verdadero apoyo en un momento en que más lo necesitaba.

—Gracias, Harry. Aprecio mucho todo esto. —Me acerqué al sofá y me incliné para darle a Alex una leve palmadita en el brazo—. No debería haber hecho lo que hice anoche. No era justo para nadie.

Un último verano juntos [NUEVA VERSION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora