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La saliva empieza a desbordar de la boca de Childe mientras se abre paso en el miembro de su suegro.

Tenía el pito más largo de lo que esperaba.

Gemidos, chapoteos y pequeñas maldiciones, salían del auto lujosos del señor Morax.

—Mierda—gruño el mayor sintiendo su miembro palpitar en la boca de Childe.

A pesar de ser menor a él, sabia como dar buenas mamadas.

—Que paso suegrito, ya vas a correrte tan rápido—desafío el ojiazul mirando fijamente el rostro sonrojado del ojimiel.

—Vete al carajo—respondió agarrando el cabello rojizo del contrario en sus manos y adentrar más su miembro.

—Como diga—susurro como pudo sintiendo el líquido preseminal acudir poco a poco a su garganta.

A pesar que Childe empezó como alguna forma de zafar de las amenazas de su suegro, termino excitándose también, y necesitaba sacar su miembro de sus pantalones.

Una vez el mayor se corrió en boca del ojiazul. Se separo con brusquedad para enfrentarlo, pero rápidamente fue empujado por el joven hacia el asiento.

—Todavía esto no acaba aquí suegrito—rio con milicia el contrario. —Todavía falta satisfacer otro agujero—soltó una carcajada llena de lujuria.

Zhongli le devolvió la sonrisa y agarro su cintura para acomodarlo en su regazo. Sin embargo, fue sorprendido cuando Childe negó con su cabeza y empezó a bajar su ropa interior liberando su erección.

—Estas mal, suegrito. Aquí mando yo y yo voy a ser quien decida quien pasivea a quien.

Zhongli soltó una risa irónica agarrando con brusquedad el miembro del menor.

—Estas mal si crees que vas a metérmela—reto moviendo su mano con brusquedad.

Los ojos de Childe se empezaron a nublar conforme la mano de su suegro se movía en su miembro, junto con pequeños gruñidos de placer.

—Carajo, saber hacerlo tan bien—exclamo el ojiazul sintiendo llegar su clímax.

Zhongli negó con la cabeza.

—Jodete—exclamo mirando como las manos delgadas de Childe subían por su pantalón hasta bajarlo por completo y dejarlo desnudo.

El castaño se sentía curioso en sentir como seria ser follado por alguien menor a él, pero jamás pensó que iba a terminar haciéndolo con el novio de su hijo.

De manera gentil los dedos de Childe se hicieron paso en la entrada del mayor estimulándola lenta y tortuosamente para el mayor.

Se sentía jodidamente bien.

El delgado, pero a la vez esbelto cuerpo de Childe agarraba con fuerza la delgada cintura de Zhongli abriendo paso entre su entrada e introduciendo poco a poco sus dedos para estimularlo.

—Maldito, mocoso—gimió a pocos centímetros de sus labios. —Métela de una jodida vez—reto con lágrimas de placer corriendo por su rostro.

Childe rio con lujuria mirando el desastre que era su suegrito para segundos después estimular su miembro con su mano y alinearlo en la entrada del mayor.

Y sin detenerse a pensar ni un solo instante entro de golpe.

Un grito de placer salió de la boca del mayor, gimiendo por lo alto mientras se hacía paso el miembro de Childe.

Era jodidamente excitante.

Conforme las embestidas continuaban, el auto se iba llenando de ruidos de placer.

Mientras Zhongli gemía desesperadamente, Childe gruñía contra su cuello dejando marcas visibles. Y llenándolo completamente de él.

A pesar de que Zhongli se mirada como un hombre completamente dominante, jamás se esperó que le encantara ser dominado de esa manera.

—Maldición, eres tan estrecho—gruño relamiendo los labios del contrario.

Zhongli rio por lo bajo, abriendo un poco más sus piernas para recibir profundamente a Childe.

—Cállate y bésame—ordeno el mayor cortando la pequeña distancia que los separaba para sellar sus bocas con un beso en donde sus lenguas luchaban por dominar al otro.

—No me mandes—gruño después de separarse de ese caluroso beso y morder con fuerza su cuello haciéndolo gritar.

—S-si—respondió el mayor contrayéndose en brazos del ojiazul, a punto de llegar completamente a su clímax.

Segundos pasaron en los que solo se podía escuchar las embestidas del menor a quien se suponer que era el padre de su novio, que sin esperarse terminaría teniendo uno de los mejores polvos que había tenido en su vida.

Y fue cosas de segundos en donde ambos se corrieron gimiendo el nombre del contrario.

Childe fue el primero en separase para tomar una gran bocanada de aire y sentarse a un costado del ojimiel.

—Carajo, Xiao nos va a matar—fue lo primero que salió de la boca del pelirrojo cuando el castaño empezó a acomodarse sus prendas.

El ojimiel que estaba a cortos centímetros de distancia y completamente desnudo de la cintura para abajo con un ligero sonrojo en sus mejillas, solo se limitó a soltar una gran carcajada.

—De que te ríes—pregunto el pelirrojo con un leve sonrojo en sus mejillas también.

El castaño con una tonta sonrisa en su rostro y una mirada coqueta se acerca nuevamente al cuerpo del menor hasta sentarse nuevamente en su regazo que todavía estaba completamente desnudo.

—Literalmente, me follaste como una bestia por el culo ya ahora te vienes a preocupar por el—rio tontamente besando el cuello del contrario.

—Pues si—afirmo pasando una mano por su cabellera rojiza. —Si se entera me mata.

Zhongli volvió a reír por lo bajo, buscando el miembro del ojiazul entre sus manos para volver a introducirlo en su entrada.

—Pues tendrá que acostumbrarse—respondió gimiendo a la vez que se penetraba a sí mismo. —Porque no pienso dejarte ir tan fácil.

Y dicho lo último empezó un vaivén en su cadera donde Childe accedió más rápido de lo esperado y agarro con fuerza la cintura del contrario guiando sus embestidas.

El ojiazul asintió mientras las palabras del castaño continuaban. Zhongli tenía razón, tampoco iba a dejar que se fuera tan fácil, no después de todo lo que paso en tan solo una noche.

Amantes || Tartali - Xiaoven FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora