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La risa escandalosa del menor resuena por todo el patio trasero de la mansión.

—Le acabas de decir feo a tu suegro—rio el ojiverde atorándose con su trago.

Childe que estaba a pocos metros de Venti se dio una bofetada mental. Todo había pasado tan rápido que no se puso a pensar en ningún momento en lo que dijo.

Su cerebro se había quedado completamente hipnotizado de la belleza de aquel hombre, pero apenas lo escuchó hablar. Todo cayo.

—De donde sacaste tremendos huevos—rio de nuevo el menor de la desgracia ajena.

—No lo sé, simplemente escuche como trataba de intimidarme y no me quede callado—comento sintiéndose como un gusano.

—Al menos Xiao no te mato en el proceso—rio una ultima vez el pelinegro sacando un cigarrillo de su bolsillo.

—Oh mierda, Xiao—grito el más alto parándose de su lugar,

Había estado mas pendiente de su suegro que se había olvidado por completo de su novio. De hecho, lo ultimo que recordaba era la mala broma que había hecho para calmar el ambiente, lo cual no resulto.

—Deberías ir con él, tarado—regaño el ojiverde dándole una calada al cigarrillo. —A la final tu hiciste esto por él y terminaste huyendo.

Las palabras de Venti cayeron como balde de agua al mayor. Tenía razón.

Al final hizo tremendo escandalo para dar una buena imagen y a la primera oportunidad que tuvo, la cago.

—Creo que va va a empezar la comida, debes entrar—aviso el ojiazul mirando a su amigo antes de caminar en dirección a la mansión.

—Iré después que termine mi cigarrillo. No la cagues, zorra—grito lo ultimo mirando como Childe desaparecía en su lugar, peor a la vez aparecía alguien más.

A pasos dudosos y con los ojitos ligeramente irritados de tanto llorar, hizo presencia un pequeño ojimiel acercándose hasta el asiento donde se encontraba el menor.

Xiao estaba hecho un completo desastre.

—Mierda, que paso—pregunta el más bajo parándose del asiento y corriendo hacia el cuerpo del mayor.

El ojimiel apretó su labio inferior con fuerza antes de correr a abrazar a Venti recostando su cabecita en su hombro y sacando de nuevo otras lágrimas de sus ojos.

Venti al mirarlo solo pudo tener un único pensamiento en su cabeza, su padre enserio le había jodido lo que paso con Tartaglia.

—Mi padre es un idiota—dijo el mayor en medio de lágrimas. Venti completamente desesperado apago su cigarrillo antes de acercarlo un poco mas a su cuerpo deleitándose de su aroma.

—Bueno, tampoco es que Tartaglia sea el ser mas inteligente del mundo—bromeo recordando lo que había pasado.

Xiao que segundos antes solo podía limitarse a llorar subió unos instantes su cabeza riendo por lo bajo.

A veces no importaba el que, Venti siempre lo hacía sonreír.

—Gracias—comento el mayor separándose y caminando unos pasos hasta el asiento.

La noche era muy fría para ambos jóvenes, Xiao se había vestido con una camisa de tela transparente blanca para la ocasión. Y bajo la luna llena, lo hacía ver más hermoso que nunca.

—Quieres quedarte aquí—pregunto Venti un poco dudoso.

El ojimiel regreso su mirada hacia el menor extendiendo su mano ligeramente para que el contrario la agarrara.

—Honestamente quisiera quedarme aquí por el resto de mis días—comento riendo por lo bajo.

Venti siguió su risa sentándose a su lado.

—Yo también quisiera—rio con cierto nerviosismo.

Venti jamás fue creyente en el amor, pero al estar con Xiao, sentía que si existía.

—Venti—llamo el contrario sonriendo dulcemente.

El nombrado regreso su mirada a ese par de ojos que tanto amaba. Para regresarle la sonrisa.

—Que paso—rio por lo bajo.

—Porque nunca te me acercaste tu primero—preguntó el ojimiel jugando con sus deditos.

Venti sin entender a lo que se refería ladeo su cabeza.

—A que te refieres—pregunto nervioso.

Xiao con cierto sonrojo en sus mejillas desvió su mirada mordiendo su labio inferior.

—Me refirió que...—dijo deteniéndose por unos instantes. —Ojalá te hubiera conocido antes—dijo finalmente dejando a tonito al menor, sin entender ni un carajo lo que sucedía.

Venti, había conocido primero a Xiao y mucho antes que Childe, no entendía que se refería.

—Pero si te conocí prim-

Los labios de Xiao sobre los del menor, callan su habla al instante.

Los deseos y lujuria dejaron llevarse a mayor. Deseaba tanto a Venti desde el primer día que lo conoció, lo deseaba con locura.

Venti agarro con delicadeza la mejilla del contrario adentrándose a su boca, mientras se deleitaba de cada parte de su ser.

Xiao besaba tan malditamente bien.

—Mierda—susurró el menor una vez se separaron.

Xiao rio por lo bajo pasando sus manos por la cintura del menor y llevándolo hasta su regazo para besarlo profundamente.

De nuevo sus lenguas batallaron en sus bocas, dejándose llevar por el momento caluroso que ambos sentían, tanto asi que se habían olvidado por completo en el lugar en el que estaban.

Las manos frías de Xiao dieron paso por la camisa negra del menor hasta topar su cintura por debajo de la tela soltando un ligero gemido, al contrario.

—Nos van a ver—comento Venti tratando de calmar su respiración.

—Te he necesitado desde el día que te conocí—admitió el ojimiel besando el cuello del contrario.

—Pero estamos en la fiesta de tu padre—dijo en medio de gemidos el menor.

Xiao soltando suspiros frustrados, se paro en seco, besando una última vez al menor.

—Ven a verme cuando todos se hayan ido—ordeno mordiendo ligeramente su labio inferior. —Estaré esperándote.

Y dicho lo ultimo el mayor desapareció en la oscura noche, dejando completamente confundido al menor y con el corazón completamente acelerado.

Amantes || Tartali - Xiaoven FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora