El automóvil se detuvo frente a la residencia de los Cullen. Descendieron rápidamente, encontrándose con Esme, quien los recibió con una sonrisa, aunque su expresión cambio lentamente al ver su cara de preocupación.
— ¿Qué sucede? —preguntó Esme y su rostro se tornó afligido. Alice le hizo un gesto para dirigirse al piso superior y hablar en la sala con más calma. Tomaron asiento cuando Rosalie y Emmett bajaron las escaleras desde el segundo piso, por un momento al verlos la tensión y preocupación se disipó. Ambos traían la ropa mal acomodada y el cabello alborotado.
— ¿Es la nueva moda? —comentó Aurora, empleando un tono burlón. La pareja se miró, extrañados. Alice y Jasper ahogaron risitas por el comentario. Emmett y Rosalie parecían no comprender.
— Por Dios —la voz de Edward hizo que todos voltearan a verlo— ¿Al menos pueden vestirse como se debe? —les pidió. Los ojos de Rosalie se abrieron ante la sorpresa y entró al baño para acomodarse la ropa, pero Emmett soltó una carcajada, se peinó el cabello, se fajó la camisa y se arregló el pantalón. Cuando Rosalie salió, Carlisle apareció en la puerta. El ambiente se tornó serio mientras cada uno tomaba su lugar en los sillones. La sala quedó en silencio con la preocupación flotando en el aire. Edward miró a Alice de reojo y acto seguido asintió.
— Victoria está por venir y necesito poner a Bella a salvo, así que nos vamos a Florida —informó Edward mientras se levantaba de su asiento, captando la atención de todos—. Sé que es mucho pedir, pero... —se quedó callado al ver el rostro de Rosalie.
— ¿De nuevo a proteger a Bella? —Rosalie se incorporó de su sitio y su tono de voz sonó con reproche. Edward le lanzó un gruñido.
— Rose... —llamó Emmett y también se levantó, apoyando sus manos sobre los hombros de Rosalie para calmarla y poder sentarla.
— Rosalie, Bella ahora es de la familia. En el momento en que pasó a ser la pareja de Edward. —le recordó Esme con dureza. Muy pocas veces usaba ese tono de voz, por lo cual sorprendió a todos. La rubia agachó la mirada y murmuró un "lo siento".
— Victoria va a venir, ya lo decidió. —dijo Alice retomando la palabra y captando la atención de todos. Carlisle le miró significativamente.
— ¿Sabes por qué lo ha decidido? —le pregunto Carlisle y Alice negó con la cabeza— Tenemos que ser cautelosos con nuestros movimientos o Victoria podría escaparse.
— Lo más probable es que lo logre. —comentó Aurora, ganándose una mirada de interés de los presentes. Jasper arqueó una ceja y Edward asintió.
— Aurora tiene razón. Victoria tiene el don de evadir a sus enemigos con facilidad. —aclaró Edward. Jasper frunció el ceño y Alice bufó.
— Quizás si la atacamos por varios flancos, tengamos una oportunidad. —sugirió la castaña. Carlisle asintió.
— ¿Y si escapa? —inquirió Emmett, cruzándose de brazos.
— Haremos todo lo posible para que no se escape. —calmó Alice. El resto asintió. Estaba decidido. Edward se iría el fin de semana con Bella mientras los demás cazaban a Victoria. De acuerdo a la visión de Alice, Victoria haría su aparición en el boque el sábado al anochecer. No podían fallar, la vida de Bella estaba en riesgo. Al terminar la reunión, Aurora subió a su habitación para descansar.
— ¿Estarás lista para enfrentarla? —preguntó Alice a sus espaldas. Los ojos dorados de Aurora miraron a Alice a través del espejo. No podía evitar sentir una sensación de incomodidad, pero terminó por asentir— ¿Hace cuando que la conoces? —preguntó.
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Nox Sanguinem: Aurora Cullen
Vampire"El pasado nos persigue, siempre está presente y un día sale a la luz". Después de la transformación, la mayoría de los vampiros no recuerdan su vida humana, y prefieren apagar sus sentimientos o "humanidad", dejándose llevar por sus instintos más...