4 ¡Confesando el amor!

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4 ¡Confesando el amor!

Siguieron charlando sobre sus pasatiempos, la escuela y la vida en general, disfrutando de la compañía del otro bajo el cálido sol de la tarde. Mientras hablaban, Kai no pudo evitar notar lo a gusto que se sentía con Orihime. A pesar del peligro que acechaba en las sombras, su amistad le proporcionó un respiro muy necesario del estrés y la ansiedad que lo acosaban.

Con el tiempo, Kai comenzó a notar que Orihime parecía tener una extraña habilidad para sentir cuándo estaba preocupado o ansioso, incluso si trataba de ocultarlo. Dirigía suavemente la conversación hacia temas más ligeros, ofreciendo un oído comprensivo y una sonrisa reconfortante.

Un día, mientras estaban sentados juntos en un banco del parque, Kai decidió arriesgarse y confiar en ella. "Orihime, hay algo que necesito decirte."

Ella lo miró, sus ojos llenos de preocupación. "¿Qué pasa, Kai?"

Kai respiró hondo y miró a los ojos de Orihime, su expresión era seria. "Esto es algo que he querido decir desde hace un tiempo. Sé que nos hemos vuelto a conectar últimamente y realmente he disfrutado cada momento que hemos pasado juntos".

Los ojos de Orihime se abrieron, sintiendo la gravedad de lo que estaba a punto de decir. Ella se inclinó hacia adelante, prestándole toda su atención. "Continúa, Kai. Te estoy escuchando".

Kai dudó por un momento, ordenando sus pensamientos. "Sabes, cuando éramos más jóvenes, éramos inseparables. Hacíamos todo juntos y siempre me sentí muy cómodo contigo. Pero a medida que crecimos, comencé a distanciarme de ti. No sé por qué, tal vez fue miedo o confusión, pero ahora me doy cuenta de que fue un error".

La expresión de Orihime se suavizó, una pizca de tristeza en sus ojos. "Kai, siempre me pregunté por qué nos distanciamos. Te extrañé mucho, pero pensé que tal vez habías superado nuestra amistad".

Kai negó con la cabeza con firmeza. "No, nunca fue eso. Yo solo... no sé. Estaba perdido. Pero pasar tiempo contigo de nuevo, reconectarme así, me ha recordado cuánto disfruto tu compañía. Cuánto me preocupo por ti". ."

Los ojos de Orihime brillaron con lágrimas contenidas mientras escuchaba la sincera confesión de Kai. Podía sentir la sinceridad detrás de sus palabras, y tocó algo muy profundo dentro de ella.

Kai continuó, su voz firme y determinada. "Orihime, quiero ser completamente honesto contigo. Me he dado cuenta de que mis sentimientos por ti van más allá de la amistad. Yo... te amo".

Un rubor se extendió por las mejillas de Orihime, sus ojos se abrieron con sorpresa. Ella parpadeó varias veces, procesando lo que acababa de decir. "Kai... ¿De verdad lo dices en serio?"

Kai asintió, su mirada firme. "Sí, Orihime. Lo he pensado mucho y no puedo negarlo más. Te amo y quiero estar contigo".

El silencio cayó entre ellos mientras Orihime absorbía sus palabras, su corazón latía con fuerza en su pecho. Finalmente, rompió el silencio, su voz apenas por encima de un susurro. "Kai, yo... no sé qué decir".

La expresión de Kai se suavizó, una suave sonrisa apareció en sus labios. "No tienes que decir nada ahora. Solo quería que supieras cómo me siento. Entiendo si necesitas tiempo para pensarlo".

Orihime se miró las manos, que se movían nerviosamente en su regazo. Ella respiró hondo y miró hacia arriba, encontrándose con su mirada con una nueva determinación. "Kai, siempre he admirado tu amabilidad y tu coraje. Te extrañé mucho cuando nos separamos, pero nunca pensé... nunca me permití tener la esperanza de que pudieras sentir esto por mí".

Una sonrisa agridulce tiró de sus labios. "Pero, sabes, siempre he tenido un lugar especial en mi corazón para ti. Y ahora que nos estamos reconectando, puedo ver que esos sentimientos nunca desaparecieron. Yo solo... tenía miedo de perderte de nuevo. ."

Kai se acercó y tomó su mano, su toque cálido y reconfortante. "Orihime, te lo prometo, no permitiré que eso vuelva a suceder. Ambos hemos crecido y cambiado, y creo que podemos enfrentar cualquier cosa juntos".

Las lágrimas brotaron de los ojos de Orihime, y finalmente se permitió sonreír, una expresión radiante que iluminó todo su rostro. "Kai... yo también te amo".

Las palabras flotaron en el aire entre ellos, una hermosa confesión que parecía iluminar el mundo que los rodeaba. El corazón de Kai se llenó de alegría y apretó la mano de Orihime, tranquilizado por su calor y la fuerza de su agarre.

"Gracias, Orihime," murmuró, su voz llena de emoción. "No puedo decirte lo mucho que significa para mí oírte decir eso".

La sonrisa de Orihime creció, y le devolvió el apretón de la mano, sin apartar la mirada de él. "Me alegro de poder finalmente ser honesto contigo, Kai. Se siente como si me hubieran quitado un peso de los hombros".

Kai asintió con la cabeza, sintiéndose más ligero de lo que se había sentido en mucho tiempo. "Sí, yo también. Ahora que hemos compartido nuestros sentimientos, creo que podemos enfrentar cualquier cosa juntos".

Mientras estaban sentados allí, con las manos entrelazadas y los corazones llenos, el sol comenzó a ponerse, arrojando una cálida luz dorada sobre el parque. Kai miró a su alrededor y luego a Orihime. "¿Te gustaría dar un paseo? Es una noche tan hermosa".

Los ojos de Orihime brillaron mientras miraba a su alrededor, observando los vibrantes colores de la puesta de sol. "Me encantaría, Kai".

Se pusieron de pie, todavía tomados de la mano, y comenzaron a caminar por el parque, sus pasos sin prisas y su conversación fluida. El mundo que los rodeaba parecía más vívido, más vivo que nunca, como si su nuevo amor hubiera infundido todo con un brillo especial.

Mientras caminaban, compartieron historias y recuerdos de su pasado, recordando las aventuras que habían tenido juntos y los desafíos que habían enfrentado. También hablaron sobre sus sueños y esperanzas para el futuro, tanto como individuos como en pareja.

En un momento, se encontraron con un pequeño estanque, su superficie reflejaba los colores cálidos del sol poniente. Kai se detuvo y se volvió hacia Orihime, con un brillo juguetón en los ojos. "Sabes, hay una tradición que dice que si pides un deseo mientras lanzas una moneda al agua, se hará realidad".

Orihime miró el estanque, sus ojos brillaban con curiosidad. "¿En serio? Nunca había oído hablar de eso antes".

Kai metió la mano en su bolsillo y sacó un par de monedas, entregándole una a Orihime. "Bueno, ahora es tu oportunidad de intentarlo".

Cada uno sostuvo su moneda, pidiendo un deseo en silencio antes de arrojarlas al agua con un suave plop. Mientras las ondas se extendían por la superficie, Kai miró a Orihime, con una cálida sonrisa en los labios. "¿Qué deseabas?"

Orihime se sonrojó levemente y negó con la cabeza, una sonrisa tímida jugando en sus labios. "Es un secreto. Si le cuentas a alguien, no se hará realidad".

Kai rió suavemente y asintió. "Está bien, mantendré el mío en secreto también. Pero, sabes, creo que nuestros deseos podrían ser bastante similares".

Orihime lo miró, sus ojos llenos de calidez y afecto. "Yo también lo creo, Kai".

Mientras continuaban su caminata, con las manos entrelazadas, el sol se ocultaba en el horizonte, pintando el cielo con un brillante tapiz de colores. En ese momento, mientras su amor florecía y sus corazones latían al unísono, se sintió como si el mundo entero estuviera celebrando con ellos, abrazando la promesa de un nuevo comienzo.

Kai acompañó a Orihime a su casa, sus manos aún entrelazadas por su conversación anterior. Mientras se acercaban a su casa, no pudo evitar sentir una abrumadora sensación de calidez y felicidad. Sus confesiones de amor los habían acercado más que nunca, y el mundo parecía brillar con posibilidades.

Estudiante de secundaria relajado en Bleach (con Soul Cube)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora