59 Cayendo por una nube

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59 Cayendo por una nube

El sol de la tarde entraba por las ventanas del aula, proyectando un tono dorado sobre todo. Un murmullo llenó el aire cuando el día escolar llegó a su fin. Kai estaba recostado en su silla, con la barbilla apoyada en la palma de la mano y los ojos almendrados entrecerrados mientras miraba por la ventana. Su vista del cielo estaba enmarcada por las flores de sakura revoloteando afuera.

A cada lado de él, sus novias, Orihime, Tatsuki, Chizuru y Machiru, discutían animadamente los últimos chismes. Kai apenas prestó atención, sus palabras lo invadieron como un zumbido distante e intrascendente.

"Escuché que el chico nuevo de la clase 1-B está enamorado de Yuki", dijo Chizuru, con la voz llena de emoción.

"Creo que es al revés, Chizuru," corrigió Tatsuki, con un brillo travieso en sus ojos.

En medio de estas ligeras bromas, Kai sintió un tirón persistente desde lo más profundo de su interior. Hikari, su espíritu Zanpakuto, estaba tratando de comunicarse. Mentalmente hizo caso omiso de la llamada, una acción en la que se había vuelto bastante experto. A pesar de la urgencia de su tono, él decidió ignorarla. Kai prefería la tranquilidad de su entorno a las exigencias de su mundo espiritual.

Sin embargo, las chicas notaron su mirada distante y su repentino silencio. Orihime se acercó a Kai, con preocupación evidente en sus ojos. "Kai, ¿estás bien?" preguntó suavemente, sus dedos rozando ligeramente su brazo.

Kai parpadeó y se giró para mirarla, su mirada volvió a enfocarse. Él se encogió de hombros con indiferencia. "Sí, simplemente me distraí un poco", dijo, forzando una sonrisa perezosa en su rostro.

Tatsuki no estaba convencido. Ella lo miró con escepticismo, con el ceño fruncido tirando de las comisuras de sus labios. "Has estado distraído mucho últimamente, Kai", comentó, cruzando los brazos sobre el pecho. "¿Algo en tu mente?"

Antes de que Kai pudiera responder, Chizuru intervino: "¡Quizás esté enamorado!" dijo, con una sonrisa burlona extendiéndose por su rostro.

Kai puso los ojos en blanco ante lo absurdo de la afirmación. "Sí, claro. Estoy locamente enamorado de esa nube de ahí arriba", dijo, señalando una nube esponjosa que se parecía un poco a un gato.

Machiru se rió, un sonido tintineante que hizo sonreír a Kai a su pesar. "Un amante felino, ¿eh? No sabía que lo tenías en ti, Kai", bromeó, dándole un codazo juguetón.

Con la sonrisa más tortuosa que pudo esbozar, Kai señaló hacia la nube, "Quiero decir, ¿te imaginas lo suaves que deben ser esas curvas?"

Orihime jadeó, sus mejillas se volvieron de un hermoso tono rosado, mientras Tatsuki luchaba por reprimir una carcajada. Chizuru soltó una carcajada, su mano golpeó la mesa con suficiente fuerza como para hacer que su papelería rebotara. Machiru se tapó la boca para ocultar su sonrisa pero sus ojos brillantes delataban su diversión.

"Sólo tú podrías romantizar una nube, Kai," dijo Tatsuki, con una sonrisa burlona en la comisura de su boca. La suave risa en su voz contrastaba con la agudeza de sus palabras.

Kai se encogió de hombros, la sonrisa nunca abandonó su rostro. Disfrutaba de las bromas alegres; era mejor que tener que explicar sus estados de ánimo distantes. "¿Qué puedo decir? Encuentro belleza en los lugares más inesperados", replicó, guiñándole un ojo a Tatsuki, quien puso los ojos en blanco en respuesta pero no pudo ocultar su sonrisa divertida.

Orihime todavía estaba sonrojada pero estaba tratando con todas sus fuerzas de reprimir sus risas. "Creo que es dulce", dijo suavemente, su tono gentil atravesó la risa. Todos guardaron silencio por un momento y se volvieron para mirarla.

Estudiante de secundaria relajado en Bleach (con Soul Cube)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora