15. Desconocidos

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Lo primero que hice al despertar fue examinarme y darme cuenta de que aún seguía completa, con cada una de mis extremidades en su sitio y totalmente viva

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Lo primero que hice al despertar fue examinarme y darme cuenta de que aún seguía completa, con cada una de mis extremidades en su sitio y totalmente viva. Suspiré aliviada ante aquello, pues había tenido pesadillas con Tres intentando asesinarme.

Miré la hora en mi celular, eran las seis de la mañana. Aunque seguía atrapada en un lugar totalmente desconocido, con alguien desconocido, me había aliviado ver que la puerta seguía como la dejé anoche: cerrada y con el espaldar de una silla haciendo presión debajo de la perilla.

Ya era sábado, lo cual significaba que mi mamá estaba en casa. Me preocupaba que se diera cuenta de que había desaparecido y entonces eso se volviera una situación más estresante para ella. Al menos no tenía otra responsabilidad aparte de permanecer en casa, pues era ya fin de semana y por lo tanto no debía ir a clases. Mi único objetivo era huir de aquí para seguir, con vida.

Me levanté de la cama y quité la silla que interfería la acción de abrir la puerta. Entonces al hacerlo, salí de la habitación y bajé las escaleras de puntillas intentando no hacer ruido, por si Aidan aún seguía con su otra personalidad.

Entonces lo vi ahí, en la sala, con una escoba en la mano. Estaba concentrado apartando el polvo y la tierra con ese implemento.

Acaso está... ¿barriendo?

¡Este lugar estaba horrible desde hace mucho tiempo y ahora es que se le ocurre barrer!

Él seguía ejecutando esa acción. Barría de un lado a otro como si le importara mucho el orden y esas cosas.

¿Será que ya es Aidan y no Tres?

El pelirrojo tomaba las botellas y las amontonaba en un rincón. Por como lucía todo, parecía que se levantó temprano a limpiar, ya que el lugar ahora se veía impecable.

¿Pero qué ha pasado?

Bueno, solo debe haber una explicación para esto.... debe tratarse de Aidan.

Me acerqué con la esperanza de que Aidan hubiera vuelto a la normalidad. Entonces cuando bajé el escalón, él se giró hacia a mí y sus ojos se fijaron en los míos. Un rayo de alegría me invadió.

-Ah, despertaste -dijo el pelirrojo, con un acento ruso que me desilusionó rápidamente.

Sip, aún es Tres.

-¿Qué haces? -le pregunté, aunque era obvio.

-¿Tú que piensas? -dijo mientras seguía limpiando.

En ese momento me fijé aún más en el lugar, y me impresionó ver que todo estaba ordenado y olía muy bien.

-¿Te la pasaste limpiando? -inquirí asombrada, sin embargo el ignoró mi pregunta.

-Tengo hambre, prepara algo de comer -dijo sin más, como si tuviera autoridad alguna sobre mí.

-Ni loca voy a entrar a esa cocina. Está asquerosa -respondí con un tono molesto.

Sweet But Psycho © [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora