—¿Vieron? Se nota que ama la pintura, su expresión es exactamente igual —siguió hablando como si hubiera más personas en esta habitación, mientras me miraba de cerca—. Mmm, no había visto ese destello en tus ojos. Debería haberlo colocado en la pintura.
Tragué en seco, con el estómago revuelto por la ansiedad que me generaba la situación.
—No seas tímida —susurró con una sonrisa mientras se alejaba un poco de mí—. No van a hacerte daño. Solo queremos ver a la musa que inspiró esta obra de arte.
Miré a mi alrededor intentando buscar una salida rápidamente sin que la otra personalidad de Aidan pudiera darse cuenta, pero estaba muy oscuro y me costaba encontrar la salida.
—Creo que está un poco oscuro aquí. Abriré la ventana, ¿te gustaría? —preguntó, y no tardé en asentar rápidamente.
—Sí, por favor... —dije, mi voz apenas audible.
Se movió por la habitación y, de pronto, la luz de afuera iluminó un poco más el sitio, a pesar de lo nublado que estaba.
Suspiré un poco más aliviada cuando mis ojos pudieron percibir con más plenitud lo que me rodeaba.
Entonces me percaté de un dibujo enorme pegado en la pared. Era un retrato de un hombre, lucía un traje gris muy elegante y un sombrero del mismo color que ocultaba su cabello y sus ojos.
Además, se parecía mucho al hombre que vi mientras Tres y yo huíamos de la cabaña.
Gabin Phillips, «el artista», se colocó rápidamente frente a mí.
—¿Te gusta esa pintura? —preguntó mirándome expectante.
—¿Quién es? —pregunté en voz baja, intrigada por el parecido de aquel retrato con el hombre que había disparado.
—¿Él? —dijo, y yo asentí.
Los labios de Gabin formaron una sonrisa algo extraña.
—No puedes saber —dijo entre risas pequeñas—. Nadie puede.
Un escalofrío me recorrió la espalda en un segundo. Me pareció todo muy extraño y tuve miedo, pero quise evitar ponerme nerviosa; algo me decía que no podía huir y que lo mejor sería mantener la calma y esperar el momento adecuado.
—¿Te digo algo, Raven? —Me sorprendí cuando dijo mi nombre. Sus ojos me miraron fijos, sin parpadear—. Él viene pronto... Viene por nosotros.
Su voz empezaba a sonar nerviosa.
—¿Quién? —pregunté, mientras mis palabras se oían entrecortadas.
—El hombre del maletín —dijo, y empezó a mover las manos ansiosamente—. Él quiere vengarse...
Mi cuerpo empezaba a ponerse frío por el pánico y notaba el sudor en las palmas de las manos.
El pelirrojo de lentes se acercó más al retrato y lo observó detenidamente.
Se quedó inmóvil durante unos segundos, como si reflexionara sobre la obra que había plasmado. Entonces, aproveché ese momento para mirar a mi alrededor y pensar rápidamente en un plan para escapar. Pero, para mi sorpresa, sus piernas cedieron y se desplomó en el suelo, el impacto resonando en el silencio.
Su cuerpo comenzó a retorcerse, como si alguien lo estuviera sacudiendo. Sus músculos se tensaban y se relajaban de forma errática, mientras su respiración se entrecortaba, casi como si luchara por salir a la superficie en medio de aguas profundas.
En ese momento, Gabin gritó y su grito resonó en la oscuridad como un eco desgarrador que helaba la sangre. Era un sonido profundo y gutural que parecía surgir de lo más oscuro de su ser, una mezcla de furia y agonía.
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Sweet But Psycho © [EN PROCESO]
Mystery / ThrillerPara todos, Aidan es el chico perfecto: Atractivo, carismático, dulce e inteligente. Sin embargo, nada es lo que parece y Raven Evans se ha dado cuenta de ello. Raven notará comportamientos extraños en este chico que la llevarán a conocer experienci...