Capítulo siete: Dormir juntos

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Jungwon y Heeseung se encontraban acostados en la cama de dos plazas del primer mencionado, y tal como lo prometió el azabache, Jungwon se encontraba recostado en su pecho, mientras que Heeseung lo tenía rodeado con sus brazos, acariciando con una de sus manos la suave piel canela del rostro del castaño, apreciando las facciones tranquilas de este, dándose cuenta que ya había caído dormido cuando su respiración se había vuelto sumamente tranquila.

Eran alrededor de la 1 a.m, pero Heeseung no podía dormirse aún, no cuando tenía a la persona de la que estaba enamorado al lado suyo. De cierta forma siempre lo tenía al lado, porque Jungwon era como un chicle que permanecía pegado a él todo el tiempo, y eso le encantaba, demasiado. Se había vuelto una costumbre tenerlo cerca suyo a toda hora, todo el tiempo, y de cierta forma le preocupaba, porque no quería depender del castaño y tampoco quería que su bebé dependiera de él.

No es como si fueran a separarse o algo así, no estaba en sus planes y tampoco iba a permitir que eso pasara, simplemente no quería que dependieran el uno del otro. Pero eso era imposible a esas alturas.

Sintió a Jungwon removerse sobre él, buscando posicionarse más cómodamente. La manito del castaño se posicionó en el pecho del mayor, cerca de su propio rostro. Adorable. Mientras que una de sus piernas se flexionó, pasando por encima de las piernas de Heeseung, quedando así casi totalmente encima suyo, casi.

Heeseung afianzó el agarre que tenía en la cintura del menor y empezó a acariciar su espalda por debajo de su pijama, escuchando al castañito ronronear entre sueños por los mimos que recibía.

—Eres tan hermoso, mi vida.— susurró Heeseung, mirando las facciones tan bonitas de su mejor amigo, dejándole un beso en la frente. Vio a Won sonreír un poco entre sueños y balbucear, entonces, notó que el menor empezó a abrir sus párpados lentamente.

—Seuggie...— llamó, aún algo adormitado. —¿Por qué no duermes, mhm?— preguntó, removiéndose hasta quedar cara a cara con el azabache, aún sobre su pecho.

Heeseung no pudo evitar darle un besito en la frente, acariciando su mejilla con los nudillos.

—No tengo sueño, además, estaba admirando tu belleza.— admitió sin pena.

—Mhm...— sonrió el más pequeño. —Me gusta dormir así, Seuggie. No tengo frío ahora.— se acurrucó nuevamente en el mayor, abrazándole en el proceso y dejando su cabecita relajada nuevamente en el pecho de Heeseung, dedicándose a hacer dibujos imaginarios en el pecho del azabache.

—Tampoco tengo frío.— murmuró el mayor, afianzando el agarre nuevamente que tenía en la espalda del menor, apegándolo más a él. —Es porque estás conmigo.— sonrió. Jungwon sonrió de igual manera, observando a su propia mano trazar líneas invisibles.

—¿No puedes quedarte a vivir aquí conmigo?— preguntó el castaño, puchereando.

—En dos años más, viviremos juntos.— recordó con una pequeña sonrisa, acariciando la cintura de su mejor amigo.

—¿Y dormiremos así?— preguntó Jungwon, levantando la cabeza, mirando al mayor expectante a su respuesta.

—Sí. Obviamente.— afirmó Heeseung, dejándole un besito en la nariz, haciendo sonreír a Jungwon, quien se recostó nuevamente después de eso, y ambos se dispusieron a dormir, abrazados y calentitos, compartiendo la calidez de sus cuerpos al estar tan cerca del otro.

Y es que ellos, aún así, no sabían que estaban actuando como pareja, y una muy adorable.

Boyfriends? [Heewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora