Capítulo nueve: Un beso así

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Todos en el instituto sabían que la mayor debilidad de Heeseung era Jungwon; en todos los sentidos.

Y es que para algunas personas que les miraban desde lejos, el castañito también lo era, porque es que, el menor era demasiado tierno, a eso de llegar a poder morirte de ternura con solo verlo. Su estatura de 1.55 hacía verlo demasiado adorable, aunque de por sí ya lo era. Todo le favorecía y todos tenían en claro que era la debilidad de Heeseung.

Sabían que si se trataba de Jungwon, Heeseung podría dejar todo e ir con él y por él. Era su punto débil. Jungwon era su punto débil.

—¿Estás seguro de lo que vas a hacer, Jay?— preguntó Sunghoon, preocupado.

—Sí. Veremos si realmente Jungwon es su debilidad. Sino ya tendré el camino libre.— dijo con una sonrisa, buscando por los pasillos al pequeño castañito.

—No lo sé. Creo que es mucho y además lo harías sin su consentimiento, y, ¿qué tal si Heeseung no está con él?— preguntó, tratando de hacer entrar en razón a su amigo.

—Por favor— rió. —Heeseung siempre está con él— enfatizó rodando los ojos. —Es como si no pudiesen despegarse.— dirigió su vista a los costados mientras caminaba, no había rastro del castaño o de su mejor amigo.

—Bueno— habló Sunghoon, cabeceando —en eso tienes razón.—

Y ahí estaba, en los casilleros del fondo hablando animadamente con Heeseung.

—Como siempre.— murmuró Jay, acercándose al par.

—Oye, no creo que-

Y antes de que Sunghoon pudiese terminar, Jay sostuvo de imprevisto la cintura de Jungwon, dándole media vuelta y plantándole un sonoro beso en los labios. Sí, en los labios.

Heeseung no tardó en reaccionar.

—¡Oye, ¿qué mierda te pasa, imbécil!?— cuestionó, empujando a Jay, posicionándose delante de su menor, apretando la mandíbula y puños a los costados de su cuerpo con notable molestia, demasiada.

Jungwon se limpió la boca con la manga de su buzo que era unos talles más grandes.

—Oh,— exclamó Jay —entonces es verdad.— sonrió ladinamente. —Entonces Jungwon sí es tu debilidad.

Heeseung frunció el ceño y apretó aún más su mandíbula, conteniendo sus puños para que no fuesen directo al rostro del otro.

—¿De qué mierda estás hablando ahora?— escupió. —Mira, si no quieres problemas será mejor que te largues.— amenazó.

—Vámonos, Jay.— sugirió rápidamente Baekhyun.

—¿Piensas que te tengo mied-

—Jay, basta por favor.— pidió una voz suave y triste, el castaño asomándose detrás del cuerpo de Heeseung, posándose ahora él en frente, encarando a su ex novio. —No sé por qué hiciste eso, no me gustó Jay.— puchereó con tristeza y molestia, bajando la cabeza. —No me gusta que hagan esas cosas sin mi consentimiento.— las lágrimas comenzaron a amenazar con salir, negando con la cabeza. —No quiero que se peleen, por favor.— pidió.

Y Jay se arrepintió al instante de haber hecho lo que hizo.

—Jungwonnie, perdónam-

—¿Por qué lo hiciste?— interrumpió Heeseung con molestia, su voz estaba ronca seguramente efecto de la cólera.

—Quería ver si es verdad que Jungwon era tu debilidad.— confesó, suspirando.

—¿Y así era tu mejor manera de saberlo? ¿Por qué no me lo preguntaste y ya? No tenías por qué besarlo sabiendo la respuesta.— apretó más su mandíbula, diciendo entre dientes lo último. —Está más que claro que Jungwon es mi debilidad, ¿qué no es obvio? Ni siquiera me esfuerzo porque lo sepan pero toda la escuela lo sabe. Y aún así, si Jungwon no fuese mi debilidad, habría reaccionado de la misma manera, porque lo hiciste sin su consentimiento.— aclaró, suspirando y cerrando los ojos buscando calmarse.

Jungwon se dio le vuelta observando a Heeseung, abriendo sus ojitos en demasía y teniendo un brillo peculiar en ellos, sonriendo como un niño pequeño.

—Bueno, ya, lo siento.— se disculpó, rascando su nuca. —Jungwon, yo-

—Vámonos, Jay. Ya no hay motivo para que sigamos aquí, ¿qué no ves?— preguntó Sunghoon, agarrando el brazo de su amigo, llevándolo a rastras fuera del lugar.

Heeseung suspiró cuando ya no había rastro de Jay por allí. De verdad que le caía jodidamente pésimo.

Bajó su mirada encontrándose con los ojitos de Jungwon, los cuales brillaban. Automáticamente todo su enojo se esfumó, sonriéndole.

—¿Soy tu debilidad, Seunggie?— preguntó con su aura de inocencia, acercándose hasta abrazar al mayor por la cintura, levantando su cabeza para ver su carita.

—Sí. Eres mi mayor debilidad.— sonrió, abrazando por la espalda al menor, dejándole un beso en la frente.

—Tú también eres mi debilidad.— confesó sonriente, lo que hizo sonreír al mayor, aún así, Jungwon pudo notar que este tenía un toque de tristeza. —¿Seuggie? ¿Estás así por lo del beso?— preguntó, ladeando su cabecita con confusión.

—¿Parezco muy posesivo si te digo que sí?— preguntó con una sonrisita apenada.

—De todas formas ya lo eres, y no me molesta porque igual soy tuyo.— murmuró, sus mejillas volviéndose rojitas.

—Es bueno escuchar eso. Sí, me molestó lo del beso, Jungwonnie.— confesó, suspirando con cansancio.

—Mhm...— asintió en compresión. —A mí también me molestó, mucho.— frunció el ceño con molestia al recordar. —Odio que hagan eso sin mi consentimiento.— A menos que el que lo haga seas tú. —No le demos relevancia, Seuggie.— pidió dulcemente, haciendo uso de su adorable voz. —De igual forma no significó nada.— se encogió de hombros.

—Pero... pero es que... es que yo...— trató de buscar las palabras correctas, mas solo hizo que su amigo ladeara más la cabeza con confusión. Suspiró.

—¿Tú qué?— cuestionó, buscando su mirada.

La consiguió después de unos segundos, ambos mirándose directamente.

Yo quiero darte un beso así. —pensó Heeseung.

Pero era tan malditamente difícil decírselo para él.

—Yo... quiero cuidar de ti y me molestó mucho que Jay haya hecho eso.— confesó sin embargo. No era mentira, para nada, pero no era lo que en un comienzo quiso decir, por supuesto.

Boyfriends? [Heewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora