Capítulo 17.

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Todo estaba pasando demasiado rápido para Ludovica. Desde enterarse de su enfermedad hasta su carta de  aceptación para Harvard.

Su cabeza podría estallar en cualquier momento. Ya no se sentía la misma de antes, no quería seguir guardando su secreto pero sabía que Bill no era una opción para contarlo.

Habían transcurrido dos semanas. Dos semanas en las que han sido demasiado alocadas para los chicos de último grado, los exámenes finales estaban cerca. Su salida estaba muy próxima. 

La relación entre Ludovica y los chicos de la quimioterapia comenzaba a surgir demasiado bien. En una ocasión salieron todos juntos a convivir fuera del hospital. Ludovica estaba feliz con ello. Tenía amigos.

Mientras que Bill estaba entretenido con su nueva y secreta novia olvidándose por completo de lo que pasaba en la vida de su mejor amiga. Isabelle había logrado su objetivo, los había distanciado un poco.

Hoy Ludovica se preparaba para ir a su cuarta quimioterapia. Se sentía cansada pero sabía que no tenía otra opción si quería recuperarse y salir algún día de aquella enfermedad.

Eligió usar algo cómodo, estaría sentada mucho tiempo. Una vez que presiono enviar al mensaje de Bill donde le avisaba que hoy tampoco iría a la escuela temprano, se coloca sus zapatos rojos lista para salir de su habitación.

Trota por las escaleras donde pega un brinco desde el último escalón hasta el suelo. Entra al comedor donde encontró a su papá y hermana tomando el desayuno.

—Buenos días —saluda Ludovica.

—Buen día —responde alegremente el señor Richter.

—Me gusta tu atuendo —señala Lia.

Ophelia al escuchar la voz de su hija mayor sale de la cocina con el delantal puesto sosteniendo en su mano una espátula.

—Cariño, ¿te sirvo de desayunar?

—No, gracias.

—Tienes que comer algo —reprocha su padre elevando su mirada del móvil.

—Según lo que leí en internet, es bueno ir en ayunas a tomar la quimioterapia.

—Ella tiene razón, yo también leí eso —señala Lia.

Las chicas habían pasado toda una noche leyendo acerca del cáncer y la quimioterapia, así como también habían visto todo tipo de películas que hablara acerca de eso. Querían estar informadas.

—Bien —Ophelia les regala una sonrisa volviendo a la cocina.

Ludovica se dirige hasta la sala de estar encendiendo la televisión para matar el tiempo. Estaba por elegir la serie que la acompañaría a esperar cuando alguien toca la puerta. Deja el control en el mueble parándose para poder atender.

Leucemia | bill kaulitz. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora