9

6.8K 482 52
                                    

ANTES QUE TODO QUIERO INFORMARLES QUE ESTA HISTORIA ES DEMONIC EYES, LA RAZÓN POR LA QUE DECIDÍ CAMBIAR EL NOMBRE HA SIDO POR RAZONES DIGAMOS QUE PERSONALES. ESPERO QUE NO LES HAYA CAUSADO INCONVENIENTES. LA HISTORIA SIGUE SIENDO LA MISMA, SOLO QUE CON UN NOMBRE DIFERENTE.

AHORA SIN MAS PREÁMBULOS, LA HISTORIA.

_______________________

Desperté al sentir como alguien tocaba desesperadamente la puerta. Sin ganas me levante de la cama y me dirigí hacia la puerta para abrirla, me encontré a George con cara de muerto. No pude evitar reír.

— ¿Qué te paso, te violaron? — Bromee provocando que hiciera una mueca de disgusto.

— Apártate — Me echo a un lado para poder pasar.

— Disculpa — Le abrí el paso.

Me dirigí al baño para darme una ducha y cepillar mis dientes.

Fui a la cocina para preparar el desayuno, tenía hambre, y también a George cuando se despierta le gusta encontrar comida, aunque yo no soy su sirvienta para hacerle lo que le gusta, solo que hoy tenia ánimo para hacer muchas cosas.

Termine de preparar waffles, estaba dispuesta a comerlo cuando tocan la puerta principal, tiro la servilleta al plato y me dirijo a la puerta, ¿Quién podría ser tan temprano? Aunque a decir verdad ya casi es medio día.

Abrí la puerta y me estremecí al ver aquellos enigmáticos ojos.

— Buenos días, Brooke — Sonrió de costado.

Fruncí el ceño.

— ¿Qué haces aquí? — Pregunte.

Sonrió mostrando los dientes.

— Teníamos algo pendiente hoy.

Entonces recordé lo de anoche, no pude evitar sonrojarme.

— Ya vengo — Dije mirando mi atuendo, no era para nada indicado para una salida.

Opte por ponerme un pantalón de mezclilla ajustado y una camisa holgada a cuadros blancos y rosados, tome mi móvil y lo metí en los bolsillos de mi pantalón. Me acerque a George que estaba tirado en la cama durmiendo.

— George, saldré unas horas, te deje el desayuno en la cocina — Susurre en su oído.

No caso me hizo, sonreí y le di un suave golpe en la cabeza provocando que gruñera. Salí a la sala y vi a Hunter mirando unos portarretratos que se encontraban descansando en la repisa, sonreí y me acerque a él, veía una foto cuando era niña, estaba montada en mi primer triciclo con una sonrisa enorme, aunque me faltaban algunos dientes y mi peinado de dos coletas no era perfecto, sonreí más aún.

— Mis padres me compraron ese triciclo cuando cumplí siete años, y como puedes ver estaba mudando los dientes, aparte tenia gripa— Arrugué la nariz al ver lo horrible que me veía.

Hunter rió y dirigió su mirada a mí, analizando todo mi cuerpo.

— ¿Lista? — Sonrió de manera que sus hoyuelos se llegaran a marcar.

Asentí con la cabeza.

(...)

El lugar estaba repleto de personas, Hunter poso una de sus manos en mi espalda baja para guiarme entre las personas, cuando al fin encontramos una mesa nos sentamos. Me dedico una sonrisa antes de coger el menú.

Toda mi atención de dirigió a él, a sus pálidas manos, inmediatamente llegaron a mi mente las imágenes del cuello de Ivonne, con moretones y rasguños, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Su mirada se encontró con la mía, sus ojos grises analizaron los míos. Me extendió el menú.

Damnific ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora