Órbitas Unidas || ChanSoo [Terminada]

II

La gran luz blanca sobre su cabeza le hizo abrir los ojos. Totalmente confundido miró para todos lados, ¿estaba muerto? ¿Estaba en el cielo? Negó con su cabeza al notar las paredes cubiertas de dibujos. Eran flores.

El dolor de cabeza le hizo quedarse en cama por unos minutos hasta que estuvo totalmente acostumbrado y se pudo poner de pie. Ahora tenía la oportunidad de ver mejor el sitio en el que se encontraba.

Una cama grande de dos piezas con sábanas blancas en la mitad de la habitación, ropa oscura regada en el suelo y multitudinaria cantidad de flores decorando las paredes que parecían ser de metal. Además de eso no había nada sumamente especial.

Caminó con la espalda firme hasta un espejo en la esquina de la habitación. Vestía solamente ropa interior negra ajustada al cuerpo y una enorme camiseta blanca con estampado desgastado. Su cabello estaba más largo de lo que recordaba, y en su cuello había marcas moradas y rojas.

—¿Qué diablos? — Escucho un fuerte ruido viniendo de afuera de la puerta roja. Trago saliva y con algo de miedo se acercó lo suficiente para poner su oreja contra el frío metal.

—Eres mi luz, el motivo de mi vida~ — Kyungsoo abrió a más no poder sus ojos, era la voz ronca de un hombre. — Me enamoro cada más de ti, oh~ — No sólo era la voz de un hombre, estaba cantando.

Sonrió cuando él sonido relajante e íntimo del desconocido fue reemplazada por una maldición y el sonido de objetos cayéndose en el suelo. ¿El extraño se había caído?

La luz en la habitación titilo, el sonido similar a una alarma de incendios se disparo obligándole a cubrirse los oídos. Estaba demasiado alto el sonido. Cerró sus ojos, pero todo pareció congelarse cuando unas grandes manos le tomaron por los hombros y el horrible sonido se detuvo.

—Kyungsoo, estas despierto. Buenos días. —El mencionado abrió sus ojos teniendo que levantar la mirada para ver el rostro del chico que estaba cerca de él.

—Eres...

—Laman, pero me has llamado Chanyeol desde que llegaste.

Kyungsoo parpadeo, ¿Laman? ¿Desde que llegó? Debía ser una tomadura de pelo. El chico delante de él era Park Chanyeol, solo que en vez de tener el cabello rubio lo tenía negro y bastante corto. Se veía sumamente joven, pero era irrepetible esa bonita sonrisa de dientes blancos. Esas preciosas orejas grandes y ojitos oscuros brillantes.

—No mientas. Eres Chanyeol.

Laman levantó los hombros y le dio esa mirada de obviedad, casi como un "te lo dije" pero no mencionó nada más. Sus manos pasaron desde los hombros a las mejillas de Kyungsoo.

—Ese Chanyeol fue un tonto. Aunque se lo agradezco, ahora estas aquí conmigo.

Kyungsoo estaba totalmente desubicado, Chanyeol siempre había sido un chico juguetón y extrovertido, pero no es que fuesen cercanos. Solo eran compañeros y su enamoramiento nunca fue revelado.

—¿Aquí contigo? Chanyeol, pero...

—Laman. Soy Laman, proveniente de la estrella Hyunox del sistema planetario 578 al sur de la vía láctea. Eres Do Kyungsoo, un coreano de veintisiete años terrícola que ahora es mío. ¿Entiendes? —Laman se agachó para dejar un beso efímero en la frente de Kyungsoo. — Ahora eres mi novio. No me importa si ese Chanyeol fue importante para ti, soy celoso y no me gusta que estés llamándome por ese nombre. Repite cariño, Laman. L. A. M. A. N.

Kyungsoo arrugó el entrecejo, abrió la boca un par de veces y negó. Él tendría que estar muerto, un error en la reparación de la nave no tripulada ElyXiOn provocó que quedara varado en el espacio. Tendría que estar muerto, no con un Chanyeol bastante joven y dominante a escasos centímetros.

—Chanyeol...

—No amor, Laman.

Las maldiciones quedaron en algún rincón de su cabeza, pues el hermoso hombre frente a él le estaba besando con pasión. Sus lenguas se enredaban, los jadeos se escapaban de su garganta perdiéndose en la dulce boca del alto.

Las manos de Laman bajaron desde sus hombros hasta su cadera, en cuestión de un par de movimientos sus piernas estaban enredadas en la cadera del alto. Era fuego. Ardiente. Sensual. Atrayente. Dominante. Único.