VII

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Lo primero que hizo cuando por fin pudo hablar fue preguntar por Laman, las enfermeras le hacían caras de no saber a que se refería. Los noticieros estaban repletos de reportajes sobre la gloriosa hazaña realizada por el equipo de rescate de la NASA y como con bajas probabilidades de supervivencia el astronauta Do Kyungsoo de nacionalidad coreana estaba fuera de peligro. Incluso habían transmitido en tiempo real como fue transportado a su país natal. Una locura completa.

¿Qué había pasado con los hermosos lugares que había visto? ¿En dónde estaba Laman, su precioso novio alienígena? ¿Un traumatismo? Tenía que ser una horrible broma, ya estaba demasiado enamorado como para que terminara ser que todo era un invento de su subconsciente.

Los días se volvieron semanas, y las semanas en tortuosos meses en los que se mantenía mirando por la ventana las estrellas en el cielo nocturno. Trazo rutas imaginarias suponiendo que enviaba señales de sus coordenadas a Laman. Quería verlo, quería sentirle y decir en voz alta que le creía. Laman no era Chanyeol, pero él seguía siendo Kyungsoo.

Problemas del universo. Problemas de su solitaria vida. ¿Cómo diablos le habían salvado? Era mejor morir y que su cuerpo se conservará para la eternidad en el basto espacio. No quería salir del hospital, a pesar de sentirse bien físicamente. Emocionalmente estaba destruido.

No hablaba con nadie, solo estaba perdido en sus pensamientos mientras era ayudado por algunas enfermeras para desplazarse o asear su cuerpo. Era un tanto repulsivo, quería volver a sentir esas grandes manos apretar su cadera. Los besos dominantes en su cuello. Los susurros de amor contra su oreja. Extrañaba a Laman y sabía que nadie le podría reemplazar.

¿Qué diablos estaba pagando? ¿Algo de lo mencionado por ese precioso ser era real o todo era fantasía? ¿Su mente había hecho un prototipo ideal del chico que alguna vez le gusto para regalarle algunos momentos de felicidad y luego arrebatárselo?

—El musical del integrante de la famosa banda de ídolos de Corea del sur, Park Chanyeol ha sido todo un éxito. — Kyungsoo miró con cansancio la pantalla de la televisión, su cabello negro ahora más largo cubría parte de su frente.— El ídolo posee el personaje protagónico, Laman...— El vaso de agua que tenía en la mano se deslizo. Negó entre sollozos.

¿Laman no existía? Ahora era un hecho, algo muy triste con lo que sabía no podría vivir.

—Kyungsoo. — El mencionado cerró los ojos, ahora no solo tenía que vivir sabiendo que los gloriosos días que paso siendo abrazado por Laman eran falsos sino que además debía soportar escuchar la voz de él en todas partes. ¿Estaba enloqueciendo? — ¡Llegué por ti!

—¿Qué diablos haces aquí? No somos amigos. No eres real. No eres... 

—Mmm... como lo pensaba. Kyungsoo es Kyungsoo.

Esa forma de hablar, ese ronroneo superficial cuando mencionaba su nombre. Kyungsoo levantó la mirada, hombre alto, cabello corto negro, ese olor masculino. No había dudas.

—No eres Chanyeol. Eres...

—Sexta vez que nos encontramos, cariño. — Debía ser una alucinación, ¿estaba muriendo? ¿Laman era la muerte? Sonrió de lado, estiro sus manos esperando ser cargado por el precioso hombre con prendas azules. Recostó su cabeza en el amplió pecho de Laman. — Estoy tan feliz de que ahora sepas reconocernos. ¿Cómo me llamo?

—Laman, mi amor.

Una potente luz desde el cielo cegó a las personas en más de un kilometro, Kyungsoo sintió su cuerpo flotar pero sabía que estaba a salvo mientras Laman estuviese con él. Un chasquido que le hizo sonreír.

—Te amo, mi Meissa.

—Yo a ti, alienígena estúpido.

El anunció de la desaparición repentina del astronauta Do Kyungsoo y del ídolo Park Chanyeol fue una noticia a nivel mundial.

Ninguno había dejado alguna pista clara, además de la carta dejada por Chanyeol donde había un autorretrato suyo junto a un chico de pecas en el rostro en un campo de flores. Y la nota de Kyungsoo con el nombre "La sexta es la vencida".

Pero, curiosamente al cabo de unos días era como si nadie les recordará. Así como el mito de que un famoso cantante de rock había vuelto al cosmos, algunas personas contaban como dos alienígenas aparentemente diferentes por efecto gravedad se enamoraron, cruzando galaxias y manteniendo sus orbitas unidas volvieron a su planeta natal. La historia de amor difícil de comprender para los simples mortales, una supuesta maldición y el reencuentro esperado de los amantes con su hilo rojo.

—Laman... — susurró Kyungsoo con su cabeza apoyada en el regazo de Laman.

—Dime, dulzura...

Kyungsoo se levantó un poco, señaló la luna rosa titilante a la distancia.

—¿Crees que nuestros hermanos están bien ?

—Mmmm— miro el hermoso rostro sonriente de su Kyungsoo, luego observó la luna rosa y río — están rodeados de las flores que tanto amaban... estarán bien, así como nosotros estaremos por fin bien.

—Y si me pierdo nuevamente... ¿Me buscarías?

—Las veces que sean necesarias, tu corazón me atrae como la gravedad... tu y yo estamos unidos. No importa si la ley universal desea devolverte a donde debes estar ahora... viviré para siempre, y por siempre te amare.

Kyungsoo sonrió, beso los labios de su alienígena y suspiró. Que se jodieran los héroes, él amaba a su devorador de mundos.

Gracias por leer.

Órbitas Unidas || ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora