Evolvelove's La Verdad

2. La Brecha

Original de Evolvelove

° ° °

Sus pasos resonaban en el pasadizo, todo quien se le cruzara enfrente tenia pocos segundos para reaccionar y darle pasada. Por detrás le seguía la desconocida enmascarada, pidiendo disculpas a los desafortunados que no actuaban a tiempo y terminaban empujados hacia un lado.

Una vez fuera de la academia las cosas se volvieron algo más fáciles de manejar, con la pelinegra caminando en un campo más abierto y paso apurado, no hubo una que otra pequeña conmoción provocada por quienes pasaban cerca.

Abriendo las puertas de los dormitorios sin mucho tacto, Yaoyorozu marcho determinada a su cuarto, de depresión o zombificacion a una intimidante vicepresidenta dispuesta a buscar respuestas. Tras caminar en relativo silencio, esto lo decía por la furiosa respiración de la estudiante, el par por fin llego a lo que parecía ser la habitación de Momo.

Girándose con el mismo rostro de seriedad y molestia, la futura heroína escaneo unos segundos a la enmascarada antes de preguntar.

—¿Vas a entrar?

—¡S-si! —contesto inmediatamente. Las puertas se le abrieron y esta cruzo el pórtico apurada.

La puerta se cerró de un portazo antes de asegurarla, Yaoyorozu se apoyó en esta antes de mirar fijamente a la enmascarada. Los segundos pasaron y la paciencia de la vicepresidente empezaba a agotarse.

—Puedes empezar con quitarte esa cosa —hablo la pelinegra.

—Uh... ok... —su respiración se agito un poco, no esperaba que las cosas avanzaran tan rápido— ...aquí v-voy —se destapo por completo con su máscara en una mano.

Por un momento espero que se equivocara, que esta desconocida no sea quien sospechaba, pero una vez apareció el verde... todas sus esperanzas se fueron por el desagüe. Dando un largo suspiro quebrantador, Momo intento mantenerse calmada ante la prueba máxima de que lo que escucho horas atrás.

Una de sus manos recorrió desde su boca hasta el final de su coleta, acariciando por última vez lo que la distinguía del resto en su vida.

—Y-yo... —intento hablar la otra muchacha. Momo le hizo una señal de alto con su mano, deteniéndola el tiempo suficiente para que pueda recomponerse.

Luego de tragarse un nudo en su garganta a quien se le había señalado una de las mayores causas de este desastre... esta hablo.

—¿Como p-paso...? —pregunto con miedo en su voz. Su gesto no mostraba otra cosa que no sea algo gris o negativo.

° ° °

—Nada bien, sinceramente para nada bien... —hablo preocupado un joven inventor, sus ojos haciendo zoom repetidas veces en el holograma mostrado por un can volador.

—¿Sucedió algo? —cuestiono, Mei. Observándole curiosa desde lo bajo del taller.

Quien se le había presentado como su hijo, de nombre Kajiya y de apariencia aterradoramente similar a la de su amigo alias sujeto de prueba, yacía volando en lo más alto del departamento de soporte. Instalando centenares de objetos que ni siquiera ella, la máxima creadora de artilugios de hoy en día podía reconocer.

—Los multiversos se expanden, esa chica del pelo naranja está provocando nuevas... —todo lo que puso en los alrededores se encendió al apretar botón— ...realidades —grandes cantidades de imágenes de Izuku y Kendo se mostraron dispersas por el aire.